Exhiben en debate fracasos panistas

Ernesto Cordero volvió a la carga, y ayer atacó el flanco más débil de Josefina Vázquez Mota: su desempeño como coordinadora de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados.

10:00 horas. Olivia Rincón forcejea con un guardia en la puerta del auditorio Manuel Gómez Morín, en la sede nacional panista. Viene desde Tláhuac acompañada por una docena de muchachos que visten camisetas y empuñan banderines de Cordero.

A sus lados entran, en fila india, otros acarreados que sí traen boleto.

"¿Entonces para qué Priscila Vera (ex directora del Instituto Mexicano de la Juventud) nos mandó llamar?", reclama Olivia.

Cordero pasa frente a ella, rodeado de reporteros y miembros de su equipo. Se mete al salón. A los 10 minutos sale con José Espina, presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, quien lo conduce a la reunión previa al debate. Olivia lo tiene de frente y, tímidamente, le pregunta por qué no la dejan entrar. Él hace cara de incógnita y sigue su paso.

Un directivo de la Fundación Rafael Preciado explica que se otorgaron 50 boletos a cada aspirante, 50 al Comité del DF y 50 al CEN, órganos directivos que, en principio, debieron repartir los 100 pases equitativamente.

Dentro del auditorio, el maestro de ceremonias suplica a los simpatizantes de los tres aspirantes que no griten, ni hagan sonar matracas y silbatos, para no perder el tono del "evento académico" al que fueron convocados.

A las 10:20 aparecen en el vestíbulo del auditorio Cordero, Vázquez Mota y Creel, escoltados por Espina y el líder del PAN, Gustavo Madero. La guerra de porras se intensifica dentro y fuera del auditorio.

Un grupo que grita "Josefina-Josefina", aprovecha que personal de seguridad abre las puertas y entran en tropel.

Los guardias intentan frenarlos, pero la gente movida desde Coyoacán y Cuajimalpa por operadores de los diputados Kenia López y Ezequiel Retiz, consuma el portazo.

Ya adentro, las huestes de los tres presidenciables escuchan al moderador, Juan Molinar Horcasitas, quien les pide: "Aplaudamos las ideas, no echemos porras".

La suerte favorece a Vázquez Mota, quien gana en el sorteo la oportunidad de abrir la primera ronda y cerrar la segunda.

 
 
Al ataque
 
En su primera intervención, Vázquez Mota propone un pacto por la legalidad para las elecciones de 2012 y retoma propuestas de Creel como la creación de un Ministerio del Interior y una oficina especializada en el combate al crimen organizado.

Ofrece pasar a una segunda fase en la estrategia iniciada por Felipe Calderón contra la delincuencia, un enfoque humanista y una educación para la paz.

Cordero se mueve inquieto en uno de los sillones blancos colocados en el templete del auditorio. Acomoda una y otra vez cuartillas y tarjetas dentro de un folder amarillo.

A su lado, Creel permanece sereno. De vez en cuando hace alguna anotación o saluda con la mirada a alguien del público.

Ya en el atril, Cordero lanza una primera puya contra sus dos contendientes: "Quiero preguntar con toda claridad y sin que nadie se enoje, a Santiago y a Josefina, si tienen la misma determinación que ha tenido el Presidente Calderón para defender a nuestras familias. Hay que ser congruente en esta vida, y decir lo mismo en público y en privado".

Después se concentra en la diputada con licencia: "Me da mucho gusto que haya la disposición de Josefina de impulsar reformas legales en materia de seguridad, porque mientras fue coordinadora en la Cámara de Diputados se quedó atorada una agenda que le hubiera hecho mucho bien a la sociedad".

Estallan las porras a Cordero, mientras éste cita ocho leyes atoradas en San Lázaro.

Rápidamente, las porristas de Josefina responden y en un grito aislado se alcanza a escuchar: "No tenemos mayoría".

A lo que Cordero también responde: "Nuestros senadores, sin mayoría, sí fueron capaces de sacarlo".

Esto provoca aplausos, pero no para él, sino para Creel, quien sonríe ante el reconocimiento involuntario a su labor en la Cámara alta.

En medio del griterío, Molinar le indica a Cordero que se acabó su tiempo.

"Le pido respete mi minuto que me queda", repela el aspirante.

"Me informan que su tiempo ha terminado", revira Molinar.

Visiblemente molesto, Cordero se retira del atril, sin antes advertir: "Me quedan ocho minutos". Camina hasta los sillones y da un beso en la mejilla derecha a Vázquez Mota.

Santiago Creel hace una presentación general y gana algunos aplausos denostando la alianza PAN-Elba Esther Gordillo. Pero otra vez prefiere hacerse a un lado, llama a la unidad y provoca con su intervención lo que se antojaba difícil: enfriar un auditorio que hervía por el duelo de porras.

 
 
"No te ardas..."
En la segunda ronda, el primer turno es para el ex titular de Hacienda.

Mientras camina al atril, su porra le grita: "No te ardas", "No tengas miedo".

Y Cordero vuelve al ataque: "Voy a hablar de la rendición de cuentas y de la transparencia. Exhorto a las bancadas de mi partido a que prediquemos con el ejemplo, a que transparentemos las cuentas en la coordinación de diputados del PAN y del Senado".

La propuesta agita otra vez a sus huestes y provoca gritos de rechazo entre los josefinistas. La diputada con licencia endurece el rostro.

Antes de concluir, Cordero vuelve a referirse a Vázquez Mota, quien el viernes pasado lo acusó de descalificar a las amas de casa: "Para que nadie se equivoque, esto no es un tema de género. Este es un tema de méritos y de trayectoria".

Regresa a su lugar. Creel se levanta y le da la mano, Vázquez Mota se queda sentada. Cordero se sienta a su lado y esta vez no hay beso en la mejilla.

Creel insiste en sus llamados a la unidad, sus simpatizantes le aplauden, pero lo que se esperaba en el auditorio era la respuesta de ella.

Mientras el senador habla, desde las primeras filas el ex vocero de la Presidencia, Max Cortázar, envía a Cordero una tarjetita. La lee y su rostro de nota más sereno. Husmeando por arriba de su hombro, Josefina también la lee y sonríe.

Última en la tercera ronda, Vázquez Mota afirma que no hay duda de su compromiso con la lucha anticrimen de Calderón.

Evade los cuestionamientos de Cordero y le revira: "Yo entregué la Sedesol con 14 millones de mexicanos menos en pobreza extrema, en pobreza alimentaria y después, con quienes me sucedieron en el cargo, la pobreza volvió a aumentar".

El "debate" continúa después, en las entrevistas que cada uno da en los pasillos de la sede panista. Cordero acusa a Josefina de ignorar que la pobreza creció por la crisis económica de 2008. Josefina dice que Cordero lo que sabe hacer es construir más pobres.

Max Cortázar pide a un fotógrafo retratar a Herminio Rebollo y Daniel Hernández, dos colaboradores de Josefina que, según el ex vocero, cobran como empleados de la Cámara baja.

Afuera, la guerra de porras continúa.

"¿Y los 6 mil pesos?", grita un josefinista.

"Están en los zapatos de Josefina", le revira un corderista.

 Ernesto Núñez, Reforma, 9 de diciembre.

0 Responses to "Exhiben en debate fracasos panistas"