Impera pesimismo en cita ambiental

DURBAN.- La 17 Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP 17) se lleva a cabo en el peor momento y en medio de un gran pesimismo, afirman analistas. La crisis financiera y la falta de compromisos son las principales causas.

La cita ambiental, cuyo objetivo principal es avanzar en la renovación del Protocolo de Kioto, el cual expira a finales de 2012, inició el 28 de noviembre pasado en Durban, Sudáfrica, y termina el 9 de diciembre. Mañana, con la llegada 12 Jefes de Estado y de Gobierno y de Ministros de más de 130 países, la cumbre empieza una semana clave.

Sólo la Unión Europea (UE) parece estar dispuesta a mantener promesas internacionales para reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). Son los mismos compromisos que ya tiene en su legislación interna, pero aun así es la única región que no descarta asumir un segundo Kioto. El resto, sin embargo, permanece en silencio.

Estados Unidos no quiere saber nada de acuerdos vinculantes; Canadá, Rusia y Japón dicen que no firmarán otro Kioto, y China e India parecen no estar dispuestos a limitar sus emisiones.

"Tener buenas noticias de Durban sería una sorpresa. El 50 por ciento de las emisiones (de CO2) proceden de dos países: Estados Unidos y China, que no parecen dispuestos a firmar nada", dijo Fatih Birol, economista en jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

"Hay negociaciones en lo técnico, pero desde Copenhague (COP 15) no tienen respaldo político", expresó José Luis Blasco, de la consultora KPMG.

Un ejemplo es la puesta en marcha del Fondo Verde. En Copenhague, en 2009, los países ricos acordaron dar 100 mil millones de dólares al año a partir de 2020 para las naciones menos desarrolladas. Pero ahora, pensar en que la UE y Estados Unidos destinarán esa cantidad para combatir el cambio climático suena, al menos, simpático.

"En Durban tratarán de ver cómo se articula ese fondo y si hay participación privada", explicó Blasco. Es decir, se puede aspirar a tener avances técnicos sobre cómo sería la financiación y cómo sería la verificación internacional de las emisiones de los países emergentes.

Sin embargo, lograr avances en el asunto central, que es renovar Kioto, parece difícil.

"Puede haber una 'hoja de ruta' para llegar a un acuerdo en el futuro, pero me temo que a la cumbre de Qatar en 2012 llegaremos con la tarea sin hacer", añadió el analista.

El destello de luz lo puso el negociador chino, Su Wei, quien el viernes anunció que Beijing no descarta firmar un tratado legalmente vinculante. "Por nuestra parte es posible, pero todo depende de las negociaciones", dijo.

El problema es que Estados Unidos está bloqueando toda negociación hasta 2020, afirma Greenpeace.

Por otra parte, con la crisis de la deuda y la necesidad de recortar el déficit, los países ricos se han olvidado de las inversiones públicas en energía verde y le han apostado al gas natural.

Las energías renovables han experimentado un aumento espectacular en la última década, y aunque es probable que a largo plazo -y con la bajada de costos- sean más que una alternativa, a corto plazo pueden pasarlo mal. Entre otras cosas, porque Estados Unidos vive una eclosión del gas natural no convencional -que va camino a Europa y China- que podría llevar al mundo a una "era dorada del gas", estima Birol.

A este coctel perfecto se suma Fukushima. El mayor golpe para la energía nuclear en décadas lleva a que países como Alemania tengan que suplir con gas y carbón la pérdida de potencia nuclear por el cierre de centrales.

"Aunque un futuro con menos energía nuclear abriría oportunidades para las energías renovables, también dispararía la demanda de combustibles fósiles", señala la AIE, que explica que con un apagón nuclear "resultaría más difícil y caro luchar contra el cambio climático".

El País y agencias
 
 
 
Así lo dijo
 
"Tener buenas noticias de Durban sería una sorpresa. El 50 por ciento de las emisiones (de CO2) proceden de EU y China, que no parecen dispuestos a firmar nada".

Fatih Birol, jefe de la AIE
 
 
"Puede haber una 'hoja de ruta' para llegar a un acuerdo futuro (otro Kioto), pero me temo que a la cumbre de Qatar en 2012 llegaremos con la tarea sin hacer".

José Luis Blasco, analista


Reforma, 4 de diciembre.