Mancera: el DF se gana “con quien no resta; no seré factor de división en las izquierdas”, señala en entrevista con Crónica

Miguel Ángel Mancera, Procurador de Justicia del Distrito Federal, habla con Crónica Noticias TV y afirma que la contienda por el DF en el 2012 “no se va a ganar con encuestas, sino con quien comunica, con quien la gente ve bien, con quien no te resta”. Dice que nunca sería un factor de división en las izquierdas, sino que pretende sumar para obtener el triunfo y enumera las prioridades que seguiría en el gobierno de la capital.

A continuación, los puntos principales de la entrevista.

Iniciamos preguntándole cómo ve el proceso en el DF ahora que ha dicho que quiere participar y qué lo llevó a tomar la decisión.

Mancera comenta que sintió la existencia de un impulso que venía de las encuestas, pero también de la ciudadanía y que ante esas manifestaciones había que tomar una decisión. Tomó la de responder a esos impulsos sociales.

Le recordamos que, a diferencia de otros aspirantes por el PRD, él no pertenece a ningún partido político.

El procurador responde que los trayectos que ha transitado han sido la academia, el ejercicio libre de la profesión y “un gran tramo de servicio público”, desarrollado en trabajo conjunto “con gente de izquierda, porque esa es mi convicción”. Subraya el hecho de que se considera hombre de izquierda.

¿Te vas a convertir en militante del PRD?, le preguntamos.

“Habrá que esperar, conocer cuáles serán las reglas. Cuando ese momento llegue, verificaremos cuáles son los requisitos, si uno cumple con el potencial”, es su respuesta. Señala, por primera vez en la entrevista, que la definición debe tener un elemento cuantitativo y otro cualitativo y concluye diciendo que estaría dispuesto a afiliarse, “por coincidencias con objetivos y logros”. 

Bajo qué circunstancias contendería, bajo cuáles no, es el siguiente cuestionamiento.

La respuesta es concreta: “Saber que hay una aceptación. Nunca buscaríamos ser un factor de división, sino de sumar para llegar al triunfo”.

Pasamos al comentario del diputado Adolfo Orive, que prácticamente vetó la candidatura de Mancera y la de Mario Delgado, alegando que no son de izquierda.

“El diputado lo dijo a nombre propio, no del PT”, afirma Mancera y recuerda que otros legisladores de ese partido han coincidido en que no hay veto.

Le preguntamos cómo se ve a sí mismo frente a los otros aspirantes del Movimiento Progresista.

Inicia comentando que la izquierda tiene una gran oportunidad, un gran potencial de aspirantes, con lo que, a diferencia de otros partidos, puede darse el lujo de seleccionar. Frente a los demás aspirantes, afirma sentirse bien posicionado, debido a su trabajo en el gobierno capitalino, “con varios de los objetivos y las metas cumplidas en una dependencia muy complicada”.

¿Encuesta o proceso interno?

Ante la pregunta, Mancera pide “partir de un principio de oro: Vas a representar la línea de pensamiento de varias fuerzas políticas; Ellos son los que deben determinar cómo elegir al candidato. Deberían de buscar el perfil, hacer ellos la valoración.” Bajo esa visión, el método le es indistinto al Procurador. “Quienes aspiramos debemos ser respetuosos al respecto, para abonar al proyecto”.

Pero vuelve a un tema que considera fundamental: “Además de las mediciones cuantitativas hay que hacer las cualitativas. La contienda no se va a ganar con encuestas, sino con quien comunica, con quien la gente ve bien, con quien no te resta”. Sabe que en ello está su fuerte.

Otro tema recurrente es la idea del piso parejo entre contendientes.

“Lo que veo es que el jefe de gobierno trazó una línea muy clara: los aspirantes no deben o no pueden comprometer el ejercicio de gobierno”, responde. Luego agrega que va a ser muy respetuoso en cuanto a la fecha para dejar el cargo de Procurador: “Seguiré las reglas y los tiempos que marquen”. 

Le preguntamos sobre sus propuestas en caso de llegar a la jefatura de gobierno.

Lo primero que aborda el procurador es el tema de la seguridad. “Es un camino que está abandonado y no se puede soltar. Habrá que dar continuidad y seguir innovando”, dice. Enseguida se refiere a la necesidad de  trabajar para el bienestar común, “por una ciudadanía con mayores accesos a los satisfactores sociales”. Hace referencia a la salud y la educación –que es una inversión social, subraya-. Luego enlista otros temas fundamentales: movilidad, agua, recolección de basura, planeación: es decir, cómo quieres que crezca la ciudad.

Y a la pregunta sobre si ese sería su orden de prioridades, Miguel Ángel Mancera responde afirmativamente.

Pasamos a abundar sobre el tema de la seguridad. Antes la ciudad era vista con horror y  ahora se habla de inseguridad en otras partes del país, comentamos.

Mancera comenta que hubo una planeación exitosa, 13 mil cámaras, “policía especializada para cubrir cierta operatividad”, un plan operativo en la policía de investigación. Afirma que no se duplican funciones entre SSP y la PGJDF. “Hay un comportamiento medido que te permite mover tus piezas y ser más eficaz. El resultado es que bajaron secuestros, extorsiones y varios tipos de robo. Señala que lo que falta es consolidar la No Impunidad y el combate a la corrupción.

Sobre los miembros del crimen organizado, el Procurador asegura que el DF les funciona como escondite, por el tamaño de la ciudad, que también les funciona como vía de tránsito y que muchos de los insumos que requieren los encuentran aquí. Pero niega que la ciudad sea centro de operaciones delictivas de algún cártel. 

Respecto al narcomenudeo, acota, “depende del potencial de consumo privado. Si hay demanda, habrá una oferta, sea como sea”. De ahí que parte de sus propuestas sean fortalecer programas de salud y combate a las adicciones.

Terminamos la conversación aludiendo a la “República Amorosa” de la que ha hablado Andrés Manuel López Obrador. Mancera la apoya, a partir de su interpretación personal:

“La ciudad de México es una ciudad amable, que transmite una sensación cálida. Es un tema que se ha trabajado, incluso desde el punto de vista filosófico”, responde. Y sonríe.


Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica 14 de diciembre.