Después de retirarle el apoyo a Andrés Manuel López Obrador a partir de la gestión interina de Guadalupe Acosta Naranjo como presidente del PRD, y durante el periodo de Jesús Ortega Martínez al frente, la corriente perredista Nueva Izquierda (NI) acordó establecer una relación respetuosa con los acuerdos de la coalición Movimiento Progresista –que integra este partido con PT y Movimiento Ciudadano–, y de respaldo a la campaña de su aspirante presidencial.
La actitud estará vigente siempre y cuando esos acuerdos no limiten la capacidad del partido del sol azteca para realizar una campaña propia, y el apoyo al eventual candidato a la Presidencia de la República
no implique sujetarse a directrices unipersonales ni limite nuestras estructuras y candidatos, aclara.
En un documento circulado en una reunión de esa corriente del Partido de la Revolución Democrática celebrada la semana anterior, se establece que en el proceso interno deben obtener la mayor cantidad posible de candidaturas con la posibilidad de triunfo,
para lo cual la unidad interna debe ser la prioridad, por encima de adversarios e incluso de aliados, resistiendo su continuo chantaje sobre la estabilidad partidaria.
Cuando alcancen una candidatura, los integrantes de Nueva Izquierda
deben recibir el mayor apoyo posible, tanto en recursos económicos como en elementos que les ayuden a potenciar su campaña.
Además,
tanto en las campañas institucionales generales, como las de cada candidato en específico, se deberá promover fundamentalmente la imagen del PRD, evitando diluirla en la campaña presidencial.
El ex presidente nacional del PRD Leonel Cota Montaño –cuya gestión abarcó la campaña presidencial de 2006, con el político tabasqueño como candidato– recordó en entrevista que
sin dudafue durante la presidencia interina de Acosta Naranjo –perteneciente a NI– cuando dejaron de brindarse apoyos para las actividades de López Obrador, dirigente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Luego, durante la gestión de Ortega Martínez se canceló el servicio de 12 líneas de teléfonos celulares de personal del
gobierno legítimode México.
Cota Montaño apuntó que durante el proceso electoral de hace más de cinco años, la gran parte del partido actuó constructivamente en el apoyo a su abanderado, pero
hubo zonas, regiones, con serios problemas en la conducta del partido.
Afirmó que dentro de la capacidad del sol azteca se apoyó económicamente en las acciones en protesta por el
fraudeelectoral.
Fueron actos que la dirigencia aprobó, dependiendo de las condiciones de la movilización, y luego en esa perspectiva el sol azteca, conjuntamente con muchas fuerzas y ciudadanos, apoyó.
Las principales diferencias de Nueva Izquierda con López Obrador se dieron con la aprobación de la reforma energética, y después con la oposición del aspirante presidencial a las alianzas electorales con el Partido Acción Nacional (PAN) acordadas durante la gestión de Ortega Martínez.
En 2010 fue más notoria la división en el PRD, cuando 14 de los 25 integrantes de la bancada en el Senado, más toda la fracción del PT anunciaron la integración del Bloque de Izquierda Unitaria, con el propósito de articular y apoyar la propuesta política de López Obrador y su precandidatura presidencial hacia el 2012.
Los perredistas que se unieron a este grupo fueron: Pablo Gómez, Rosalinda López, Carlos Sotelo, Yeidckol Polevnsky, Julio César Aguirre Méndez, Josefina Cota, José Luis Máximo García Zalvidea, Jesús Garibay García, Arturo Hérviz Reyes, Salomón Jara, Arturo Núñez Jiménez, María Rojo, Alfonso Sánchez Anaya y Tomás Torres.
Del PT, Ricardo Monreal –hoy coordinador general de precampaña y campaña de López Obrador–, Rosario Ibarra, Alberto Anaya, Alejandro González Yáñez y Francisco Javier Obregón.
Alma Muñoz, La Jornada, 12 de diciembre.
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