“No dejaré que violen mis derechos políticos”


Manuel Martínez Garrigós, aspirante a la candidatura del PRI al gobierno de Morelos, exigió a la dirigencia nacional de su partido cumplir con el acuerdo para designar al abanderado, y que incluyó que el segundo lugar en simpatías fuera al Senado de la República.
Aseguró que hace tres semanas junto con Amado Orihuela se firmó el acuerdo que contemplaba que el aspirante fuera electo con base en el resultado de dos encuestas y se concediera un escaño a quien quedara en el segundo lugar. De esa firma fue testigo Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los operadores más importantes de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
El jueves pasado ese acuerdo se invalidó. Osorio Chong informó a Martínez Garrigós que no podría ser candidato a la gubernatura de su estado, pues había un proceso judicial abierto en su contra.
“Tú no puedes ser porque tienes problemas jurídicos. Lo que te ofrezco es protección en el Comité Ejecutivo Nacional para que te quedes cerca del candidato presidencial y que nadie te haga nada”, le dijo Osorio sin considerar presuntamente el resultado de las encuestas como se había pactado.
Incluso, Martínez afirmó que aunque pidió conocer los resultados de la encuesta, nadie se las mostró, y por el contrario, le dijeron que esos datos ya no eran el tema central de la decisión de la dirigencia nacional.
El alcalde con licencia le respondió que por el tema jurídico no necesitaba ningún tipo de protección, por lo que no aceptaba la oferta.
Martínez explicó que a su llegada a la presidencia municipal de la capital de Morelos, con la empresa encargada de la recolección de basura se produjo un conflicto por el costo del servicio.
La empresa incumplió con la labor y ello se asentó ante notario público, pero el caso derivó en juicios civiles por el no pago, mismo que se hizo y que la empresa no recogió.
Esas diferencias se resolvieron a su favor en todas las instancias y al final quedó un proceso incidental en Monterrey, pero si en algún modo se comprobara la procedencia de ese litigio no sería responsabilidad del presidente municipal, sino del tesorero del ayuntamiento, refirió.
Ese asunto fue la base para que desde el CEN del PRI le cancelaran competir por la candidatura a gobernador. Al respecto, pidió de parte de los dirigentes una explicación convincente sobre el motivo por el cual se le impide contender por la candidatura estatal.
El priísta se reunió el sábado con Pedro Joaquín Coldwell con quien tampoco llegó a un acuerdo. Le pidió una reunión con Enrique Peña Nieto para decirle que lo han difamado.
Sin embargo, y a pesar de sus protestas y reclamos, negó estar en rebelión en contra del PRI, “yo estoy molesto, primero por las imputaciones y después con el incumplimiento del acuerdo”.
Y recordó que siempre ha ganado en urnas los cargos de elección que ha ocupado.
“Lo que sería una lástima es regresar a las viejas prácticas cuando hoy se tiene un precandidato presidencial que ofrece renovación y que ejerce la democracia”, dijo.
Detalló que Joaquín Coldwell lo escuchó y le pidió analizar la posibilidad de ocupar otro espacio.
“Pero yo le dije que no, que de ser el caso que no haya ganado la encuesta, pues el acuerdo es que yo fuera al Senado”, dijo, al tiempo en que lamentó que se haya hecho el registro al Senado al diputado federal Francisco Moreno, cuando ocupa el último lugar en la encuesta de preferencias electorales.
Aseguró que de ser necesario irá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, porque no permitirá que le violenten sus derechos políticos.
Rechazó que en este momento se cuente con un candidato de unidad, ya que existe inconformidad en el priísmo de Morelos, y advirtió que presentará su candidatura en la Convención de Delegados y que recorrerá todos los municipios de la entidad para informar a los priístas de su decisión.
El Universal, 24 de enero.

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