Tienen cubanos 'moda clandestina'

LA HABANA.- La capital isleña ve crecer el sector privado y ya no sólo con restaurantes, cafeterías o pequeños timbiriches de artículos básicos para el hogar. Ahora hacen furor las tiendas de moda, algunas con licencia, improvisadas en patios y portales de las viviendas, y otras clandestinas, mejor surtidas y más sofisticadas, ubicadas en cómodos y discretos apartamentos.

"¿Le apetece un café?", ofrece Eva a las clientas que traspasan el umbral de su casa, en el barrio residencial de Miramar, buscando trajes de noche, zapatos y bolsos para las fiestas de fin de año.

Asociada desde hace 11 meses con su amiga Claudia, Eva abrió en la primera planta de su vivienda una boutique que sólo vende ropa "de fuera".

"Trabajamos con horario comercial flexible, seis días a la semana. Damos hora por teléfono y procuramos asesorar a nuestras clientas, porque en Cuba no todos saben qué se lleva o qué es de mal gusto", explica Eva a REFORMA, en la salita de espera que antecede a la tienda, y donde abundan ediciones anglosajonas y latinas de revistas que no se venden en Cuba, como Vogue y Elle, entre otras.

Ex modelos y conocedoras de las últimas tendencias, las dueñas de este negocio revelan una ganancia promedio que ronda por día los 60 cuc, moneda interna anclada al valor del dólar.

A riesgo de ser multadas, confiscada la mercancía y clausurado el negocio, estas treintañeras argumentan que no se han legalizado porque si se registran como "cuentapropistas" están obligadas a vender solo ropa hecha en Cuba, y a ellas la ropa y los accesorios se los traen en sus maletas amistades que viajan regularmente a Europa y Estados Unidos.

La directora de Trabajo y Seguridad Social de La Habana, Isabel Hamze Ruíz, declaró recientemente que la evasión de impuestos de sectores autónomos todavía es un problema. Pero probablemente, la funcionaria no se refería a las numerosas tiendas de moda que funcionan de forma clandestina, sino también a las de pequeños empresarios legales que venden ropa artesanal junto a otra traída como "de uso" por "mulas" de Ecuador, México y Venezuela o por empresas de paquetería.

Es el caso de Anderson, un microempresario de 35 años, que sacó su licencia y paga 120 cuc de renta mensual por la parte baja de la casa de su tía, en el populoso barrio de Centro Habana, donde abrió una tienda hace casi seis meses.

"En un buen día gano 20 cuc, pero cada tres meses pago al fisco 900 pesos cubanos (37.5 cuc)" y al año debe hacer declaración jurada de todo lo que ha comprado y vendido para tributar el impuesto fijado.

INICIATIVA. Frente al hogar familiar comerciantes operan con licencia, aunque sin clarificar el origen de su mercancía.

 
 
 
Números de alta costura
 
La venta de ropa, legal o ilegal, en Cuba deja ganancias tanto a empresarios como al estado.

60 cuc (equivalencia cubana al dólar) gana una tienda de ropa clandestina en un buen día.

37.5 cuc cuesta, cada tres meses, una licencia para operar legalmente.

120 cuc cuesta, al mes, rentar un local legal para vender ropa en Cuba.


Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 16 de enero.