Logra AMLO un lleno en 'joya' panista de NL

SAN PEDRO GARZA.- Andrés Manuel López Obrador llegó cauteloso al municipio más rico del País y principal bastión panista por excelencia de Nuevo León, en un acto en el que logró convocar a más de 800 empresarios y ciudadanos sampetrinos.

Aquí cambió su discurso memorizado y provocador de las plazas públicas por un texto sobre los Fundamentos de su República Amorosa que leyó desde su iPad.

Afuera del Club Palestino Libanés imperaba el frío y la lluvia. Adentro, el aspirante presidencial daba su discurso a familias de clase media y alta, particularmente jóvenes, así como a pequeños, medianos y algunos grandes empresarios.

"Hace unos días nuestro secretario de la Defensa nos anunciaba la amenaza a la estabilidad del País, no es nada nuevo, y frente esta amenaza nos sentimos ante la mejor oportunidad de un cambio real, nos merecemos otro México", así lo recibió el empresario Malaquías Aguirre.

Ante la mirada escéptica de algunos e interesada de otros, el tabasqueño enlistó sus propuestas para ese sector: un crecimiento anual del seis por ciento, cuando, dijo, China crece en un 10 por ciento; crear 7 millones de empleos en seis meses; reducir el precio de la energía eléctrica y combustibles; terminar con la corrupción en todas las instancias de gobierno; y sacar al Ejército de las calles en seis meses.

"Lo que más desespera y molesta es que quienes realmente gobiernan no hacen nada para evitar el deterioro sistemático de los niveles de vida (...) Yo espero convencer y persuadir a muchos. Estamos extendiendo nuestra mano franca a todos", dijo en un tono de voz suave y pausado, distinto al que usa en las plazas.

Se dijo preparado para resolver los principales males que aquejan a México, principalmente el de inseguridad, por lo que insistió que lo haría comenzando por los orígenes.

En primera fila los empresarios Javier Garza Calderón; José González Montemayor; Malaquías Aguirre; Jaime Herrera; Mario Fernández Quiroga; y Fernando Turner, a quien el perredista quiere como titular en la secretaría de Economía.

Al final, aunque estaban previstas sólo dos preguntas, la gente se levantó de sus lugares para gritarle en voz alta sus inquietudes. A la mitad del salón un joven le increpó si sacar de las calles al Ejército no sería contraproducente, a lo respondió que sí, si lo hacia de manera inmediata.

"No se puede retirar hasta que se supla la función de los militares, hasta contar con una policía federal renovada, capacitada, moralizada, de lo contrario, corremos el riesgo de que el Ejército se corrompa, si se mantiene más tiempo", apuntó.

Dolores García, quien dijo ser hija del fundador del ISSSTE, gritó al tabasqueño que termine con la corrupción en esa dependencia. Mientras que otros le preguntaron si habría cacería de brujas en su gobierno. Fue la primera risa del tabasqueño, pues había lucido serio, por lo que preguntó qué era lo que ellos querían.

La respuesta fue "Sí, cacería y castigos". Con una sonrisa, el aspirante presidencial dijo "No, habrá justicia, no venganza".

A su llegada lo recibió el empresario Mauricio Sada y un grupo de personas que le regalaron un jersey de béisbol, su deporte favorito, con la leyenda "Andrés Manuel López Obrador. Número 1. Presidente".


Érika Hernández enviada, Reforma, 13 de febrero.