Los ciudadanos deben poner un alto a los políticos que creen poder hacer todo en época de campaña; habla Jesús Robles Maloof, promotor de la cruzada para quitar propaganda de las calles

l Gobierno del Distrito Federal mandó a 300 granaderos a impedir que opositores de la Arena de la Ciudad de México se manifestaran durante el concierto del cantante Luis Miguel.

Para ello, los uniformados, equipados con escudos y cascos,  cercaron a los 50 vecinos, quienes intentaban protestar en calles aledañas al centro de espectáculos.

Ni siquiera les dieron oportunidad de avanzar más de dos cuadras con sus mantas que criticaban a las autoridades capitalinas, ya que en cuestión de segundos los “encapsularon” y les impidieron hacer movimiento alguno.

Incluso, personal de la Comisión de Derechos Humanos, que se presentó en el lugar para vigilar que no se violaran las garantías individuales de los oriundos, quedó atrapado por más de dos horas.

Todo comenzó a las 16:00 horas, cuando los colonos inconformes por la inauguración del foro se reunieron en el deportivo Reynosa para comenzar su movilización.

Luego avanzaron unas cuantas cuadras por la calle de San Pablo, pero al dar vuelta en avenida Los Ángeles, se toparon con una muralla de granaderos.

Al intentar retroceder, se dieron cuenta que otro grupo de policías ya los había cercado, sin que pudieran salir de ahí.

Y así pasaron las horas… entre escudos, empujones, alegatos y uno que otro insulto.

“Los policías nos están secuestrando”, “están violando nuestro derecho de libre tránsito”, “el mejor alcalde del mundo está plagiando a los vecinos”, es lo que se escuchó.

Al paso de los minutos, los habitantes de las colonias Santa Bárbara y Nueva España, en Azcapotzalco, se convirtieron en un dolor de cabeza para las autoridades, que no podían contenerlos.

Y es que intentaban bloquear calles, se manifestaban en distintos puntos de la arena e incitaban al resto de sus colindantes a manifestarse.  

Más tarde apareció otro grupo de manifestantes que obstaculizó, por unos minutos, el paso en la calle San Pablo Jalpa, en su cruce con avenida Los Ángeles.

Estaban a unos metros de donde rodearon al resto de sus compañeros.

Y cuando los policías intentaban reprimirlos, se desintegraban y se reunían en otro punto para bloquear más vialidades.

Ante esto, la policía solicitó más apoyo…

De inmediato aparecieron 60 granaderos en el cruce de Eje 5 Norte y San Pablo y cercaron a una mujer anciana y a su nieta.

Así las mantuvieron hasta que visitadores de la CDHDF intervinieron para que las liberaran.

El tráfico en la zona se desquició, los automovilistas comenzaron a buscar nuevas rutas para proseguir su camino, lo que generó nudos viales.

Por todo lo anterior, las actividades del deportivo Reynosa fueron suspendidas, por lo que jugadores de futbol, baloncesto y otras actividades físicas fueron desalojados del centro recreativo.

“Mañana se reanudarán las actividades, normalmente, pero hoy dieron la instrucción de cerrar por unos vecinos que se pueden poner violentos y por eso cerraron”, dijo uno de los vigilantes del deportivo.

Al cierre de esta edición, algunos de los opositores intentaron bloquear avenida de Las Granjas, justo frente al centro de espectáculos, sin embargo fueron replegados por órdenes del subdirector de Control de Tránsito, Luis Rosales Gamboa.

—¡Empújenlos!, ¡empújenlos! —ordenaba el oficial.

A lo que sus subordinados respondían: “pero hay gente de Derechos Humanos”.

—No le hace, repliégalos, repliégalos.

TENSIÓN. Aunque en el interior de la Arena de la Ciudad de México no hubo presencia de manifestantes, el ambiente estaba tenso por la presencia de decenas de policías que no perdían detalle de las personas que se acercaban.

Asimismo, la SSP-DF montó un operativo especial para agilizar el tránsito de la zona, que desde las 16:00 horas estaba desquiciado por la presencia de manifestantes y el arribo de los espectadores.

Toda la tarde los silbatos de los agentes de Tránsito no dejaron de sonar; sin embargo, poco servía, pues las largas filas de carros se podían observar.

A decir de personal de logística de la arena, las autoridades mandaron a más de 500 elementos a vigilar el concierto de Luis Miguel.


Oscar Viale Toledo, La Crónica, 26 de febrero.