Busca AMLO ganar voto de los indecisos

Andrés Manuel López Obrador demandó a su estructura concentrar el trabajo proselitista, en los próximos tres meses, en los votantes indecisos.

Al tomar protesta como candidato del partido Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República, el perredista advirtió que no será una campaña fácil, pues, argumentó, lucharán contra una ola mediática a favor de otro de los contrincantes, por lo que la única manera de hacerle frente a esa publicidad, aseguró, es que sus redes lleven un mensaje personalizado al mayor número de gente.

Así, ante un Teatro Metropólitan lleno, la instrucción fue que los militantes de los partidos de izquierda y sus simpatizantes se conviertan en un medio de comunicación.

"La campaña no se va orientar única y exclusivamente a mensajes publicitarios, porque no está en venta un producto, no se va a poner al mercado una mercancía, esto no es un asunto publicitario, mediático.

"La campaña nuestra, sin dejar de atender lo que tiene que ver con los medios de comunicación, va a sostenerse principalmente en la labor, en la tarea que lleven a cabo los ciudadanos libres y conscientes, para convencer a quienes todavía no deciden por quién van a sufragar en julio (...) Estos tiempos difíciles, aciagos y al mismo tiempo de definiciones", apuntó.

Rodeado de dirigentes nacionales del Movimiento Ciudadano, PRD y PT, reparó en que esta no será una campaña de él, sino de todos, por ello, previno, quienes militan en las filas de las fuerzas progresistas están obligados a emplearse a fondo y dedicar su cuerpo y alma a convencer a los mexicanos de que su proyecto es la opción.

En los 24 minutos de su discurso, las palabras que predominaron fueron "persuadir" y "convencer", e incluso, el propio tabasqueño afirmó que debía insistir en ese llamado, por la elección del 1 de julio, que como pocas en la historia de México, será decisiva.

López Obrador aseguró que aunque existen cuatro candidatos, será una lucha entre dos proyectos, el que él representa y el que "encargan" los otros tres abanderados, dijo sin mencionar sus nombres.

"No está de más subrayar que más de lo mismo es aceptar tácitamente que continúe la política económica que beneficia a un pequeño grupo, a costa de la inseguridad, la pobreza y el sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos (...) más de lo mismo es aceptar que continúe la violencia, es darle el visto bueno a la corrupción política y es terminar de condenar a nuestros hijos y nietos a un futuro miserable, de penurias y temores", aseveró.

En medio de los gritos "¡Obrador!" "¡Obrador!", el aspirante presidencial justificó que el mensaje a los ciudadanos de todas las clases sociales y corrientes de pensamiento es que el cambio verdadero está en sus manos.

En la lista de instrucciones que dio a quienes acudieron al Metropólitan está explicar a los ciudadanos que el cambio que él representa significa honestidad, desterrar la corrupción, que habrá seguridad, justicia, crecimiento económico, generación de empleo y habrá oportunidades de trabajo y de estudio.

Argumentó que en la campaña que se haga al ras de la tierra también debe quedar claro que López Obrador llama a la reconciliación, y que él no es un político con doble discurso o doble moral.

Si el discurso cala en los ciudadanos, dijo el tabasqueño, está convencido de que por más que sus adversarios salgan más en la televisión, el triunfo será de su movimiento.


Érika Hernández, Reforma, 12 de marzo.