'Sería penoso que Papa recibiera a disidentes'

ROMA.- Una eventual reunión entre el Papa Benedicto XVI y disidentes durante su próximo viaje a Cuba sería un hecho penoso, según el Gobierno isleño, que, no obstante, aseguró que no se habían puesto condiciones a la visita del Pontífice.

"Nosotros no ponemos condiciones a Su Santidad, pero lógicamente para el pueblo cubano y para el Gobierno sería penoso que un grupo que no representan a nada, que son mercenarios, que actúan contra la nación cubana, fueran recibidos por Su Santidad", declaró a REFORMA Eduardo Delgado Bermúdez, Embajador cubano ante El Vaticano.

"El Papa puede tener un encuentro (con los disidentes), aunque, por supuesto, el fondo de eso sería una manipulación política. Esta visita no es política y no hay que politizarla", recalcó.

En esta línea, el diplomático indicó que la ocupación de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana, donde desde el martes permanecían 13 activistas del Partido Republicano de Cuba, una poco conocida organización opositora, es ilegal y una acción antirreligiosa.

Al respecto de la relación entre el Gobierno de Raúl Castro y la Iglesia católica local, que en 2010 medió para la liberación de varios presos políticos, dijo que en la actualidad el trato es mejor que en el pasado.

"(Con la Iglesia) estamos hablando el mismo idioma y no hay por qué no hablar el mismo idioma. Lo que persigue la revolución cubana es lo mismo que persigue la Iglesia católica", sostuvo el diplomático.

A diferencia de México, aseguró, lo que contribuye en la relación de Cuba con El Vaticano es que no ha habido históricamente una represión directa del Estado sobre la Iglesia.

"Por eso, en México hay un entramado político que limita la actividad de la Iglesia que no existe en Cuba", afirmó.

Indicó, además, que Cuba y El Vaticano estudian desde hace dos años la firma de un nuevo tratado para darle un estatus jurídico a la Iglesia católica en la Isla.

Dicho acuerdo regulará también el manejo de los bienes de la institución religiosa, aunque no incluirá la creación de escuelas católicas dado que está prohibido por la Constitución cubana.

Sin embargo, el Embajador desestimó que la Iglesia pueda influir en un relajamiento de la tensión que existe entre Cuba y Estados Unidos e incluso indicó que Washington presionó para que el Papa no fuera a la Isla.


Irene Savio corresponsal, Reforma, 16 de marzo.