Toman disidentes iglesia en Cuba

LA HABANA.- La visita de Benedicto XVI a Cuba, que se realizará del 26 al 28 de marzo, podría quedar marcada por la toma de una iglesia en La Habana por parte un grupo de disidentes que pide un encuentro con el Papa.

Pese a los avisos de las autoridades de que no permitirán consignas políticas de ningún tipo durante la estancia de Benedicto XVI en la Isla, ocho hombres y cinco mujeres, que, se presume, pertenecen al ilegal Partido Republicano de Cuba (PRC) ocupan desde la noche del martes la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad, templo ubicado en el Centro de La Habana.

Los disidentes reclaman que el Papa se reúna con la "sociedad civil independiente", libertad incondicional para presos políticos, cesar la represión contra la Oposición, acceso a la información sin censura y un aumento de salarios y pensiones a retirados.

En su página web, el PRC convoca a una huelga a nivel nacional y les pide a los cubanos salir a la calle a exigir sus derechos.

La Iglesia rechazó el acto, el cual calificó de ilegítimo e irresponsable.

"Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas. Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu festivo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba", expresa en un comunicado Orlando Márquez, vocero del Arzobispado de La Habana.

Según Márquez, otros grupos intentaron tomar templos en otras partes de Cuba, pero sin tener éxito.

"Se trata de una estrategia preparada y coordinada'', manifiesta el portavoz. "No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del Papa a Cuba''.

De acuerdo con el comunicado, el Canciller de la arquidiócesis de La Habana, Monseñor Ramón Suárez Polcari, trató infructuosamente de disuadir a los disidentes e incluso negociaron con el Gobierno para que no tomara acciones contra ellos.

Ayer, la iglesia tomada se encontraba semicerrada y sólo se permite el paso a los feligreses para ver una imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba. No había presencia policial ostensible en el lugar y las actividades en los alrededores se desarrollaban con normalidad.

El activista disidente Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que esperaba un "desenlace humano'', dado que la ocupación fue pacífica.

"No creo que la gente quiera perturbar (la visita, como sostiene la nota de la Iglesia)", comentó Sánchez. "Lo que muchos cubanos quieren es dar a conocer sus demandas. No me parece que haya mala fe en ellos''.

Benedicto XVI no tiene previsto encontrarse con disidentes durante su viaje ni con miembros de otras religiones o personalidades. Su agenda se concentrará en actividades oficiales y religiosas, incluyendo dos misas, una en Santiago y otra en La Habana.

En días pasados, grupos opositores como las Damas de Blanco pidieron a la Iglesia católica "un minuto" para hablar con el Papa y ofrecerle su visión sobre la situación de los derechos humanos en la Isla e informarle que "aún existen presos políticos".

En tanto, disidentes como el ganador del premio Sajarov 2010, Guillermo Fariñas, indicaron que la presencia de Benedicto XVI en la Isla "sería como enviar un mensaje a los represores de que pueden seguir haciendo lo que quieran".


Con información de agencias


Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 15 de marzo.