FARC libera a diez policías y soldados tras 12 años


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron ayer a los últimos diez uniformados que mantenía en su poder desde hace más de 12 años a una misión humanitaria, un gesto que el presidente Juan Manuel Santos consideró “muy importante” pero “insuficiente” para iniciar un proceso de paz con la guerrilla.
Los rebeldes entregaron a los seis policías y cuatro militares que estuvieron prisioneros entre 12 y 14 años, a una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el grupo civil mediador Colombianos y Colombianas por la Paz, que los recogieron en un helicóptero del gobierno brasileño en algún punto de la selva entre los departamentos de Meta y Guaviare.
Los liberados son los militares Luis A. Beltrán, Luis A. Arcia, Luis A. Moreno y Robinson Salcedo; y los policías César Augusto Lasso, José Libardo Forero, Wilson Rojas Medina, Jorge Romero, Carlos Duarte y Jorge Trujillo. Todos ellos fueron secuestrados en cuatro ataques guerrilleros entre 1998 y 1999.
Los ahora ex cautivos fueron recibidos en el aeropuerto de Villavicencio (110 km al sur de Bogotá) por un equipo médico que los llevó a un salón privado donde se reunieron con sus familiares más cercanos.
La entrega de los diez últimos rehenes en una sola tanda fue sorpresiva ya que el operativo de rescate estaba previsto a celebrara en dos jornadas, ayer y mañana.
“Fue una decisión de las FARC que, por lo que sea, decidieron entregarlos a todos, lo cual agradecemos sobre todo en nombre de las familias”, dijo el representante del CICR en Colombia, el español Jordi Raich.
Estos son los últimos rehenes uniformados que las FAR tenían en cautiverio, según informes de la propia guerrilla.
El presidente Santos consideró que “esta liberación y sobre todo el compromiso de las FARC de no volver a secuestrar a civiles es un gesto que valoramos en toda su dimensión”, en alusión al anuncio hecho la semana pasada por las FARC de acabar con el secuestro como “arma de guerra”.
“Sin duda es un paso en la dirección correcta, un paso muy importante, pero no es suficiente”, dijo Santos en un discurso televisado en la que reclamó a la guerrilla la libertad también a todos los rehenes civiles.
Santos subrayó que “en el momento en que el gobierno considere que existen las suficientes condiciones y garantías para que se inicie un proceso que llegue a la terminación del conflicto, el país lo sabrá”.
El mandatario condicionó la aceptación a un diálogo de paz con la guerrilla a la que pidió abandonar atentados, secuestros y el reclutamiento de menores.
La semana pasada las FARC plantearon un diálogo directo al presidente Santos y anunciaron su renuncia al secuestro de civiles con fines de financiamiento.
En febrero se cumplió una década del fracaso del último proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina con casi medio siglo de lucha armada y que actualmente tendría entre sus filas a unos 9 mil combatientes, según cálculos oficiales.
Desde 2008, la ex senadora Piedad Córdoba, líder de Colombianos y Colombianas por la Paz, ha mediado en la liberación de 30 rehenes políticos o policías y militares, que las FARC mantenían secuestrados por su valor de “canjeables” a cambio de cientos de sus guerrilleros presos.
Otros rehenes políticos o de la fuerza pública han sido rescatados en operativos militares, entre ellos la ex candidata presidencial colombiano-francesa, Ingrid Betancourt, en 2008. También hubo secuestrados que lograron escapar y otros muertos en cautiverio.
La cúpula católica expresó ayer su satisfacción por las liberaciones y clamaron por el fin del secuestro.
“Los obispos de Colombia nos unimos a la alegría que invade a quienes han sido liberados y a sus familiares y amigos, y a los colombianos que no perdemos la esperanza del retorno a la libertad de todos los secuestrados”, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, Rubén Salazar.
También consideró que “la liberación unilateral de los secuestrados es un primer paso necesario para iniciar procesos de diálogo y concertación, que permitan al país terminar con el flagelo de la guerra fratricida y avanzar por los senderos de la paz”.
► Piden por los demás secuestrados
La alegría de los familiares de los cuatro militares y seis policías entregados ayer por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contrastó con la tristeza y la incertidumbre de los parientes de varios cientos de civiles que siguen en poder del grupo rebelde.
Con pancartas y fotos de cientos de secuestrados por las FARC, un amplio número de sus familiares se concentró afuera de la base militar Catam, para protestar contra el secuestro extorsivo.
Entre los manifestantes estaba la señora Leonor Carreño, quien aseguró que su hermano tiene más de 20 años cautivo de las FARC.
“No sé qué pasa con el presidente Juan Manuel Santos que discrimina de esa manera a los civiles. Se debe trabajar por la liberación de todos ellos porque son seres humanos” dijo a la prensa.
El asesor de Paz y Reconciliación de la alcaldía de Medellín, Jaime Fajardo Landaeta hizo una campaña para presionar a las FARC para que liberen a todos los secuestrados civiles que están en su poder. La Fundación País Libre dio a conocer una radiografía del secuestro de civiles entre 2002 y 2011, cuya cifra subió a dos mil 678 casos, de los cuales siguen en poder de los guerrilleros 405 personas en cautiverio. (Notimex/Bogotá)
Agencias/Bogotá, Milenio, 3 de abril.

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