Indigestan el desayuno en Tres Marías

TRES MARÍAS, Mor.- La improvisación propició ayer otra falla en su campaña, que obligó a la abanderada presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, a interrumpir un desayuno por la molestia de los comensales ante el tumulto.

Sólo había programado dar el banderazo al volanteo que realizaron jóvenes panistas de Morelos y el DF en la caseta de la autopista México-Cuernavaca.

Vázquez Mota llegó a la caseta de peaje a las 10:09 horas, luego de un trayecto de casi tres horas para debido al tráfico por la salida de vacacionistas.

Tras una breve conferencia, recorrió el área de baños y comidas aledaña a la caseta, recibió felicitaciones y se tomó fotos.

Acompañada de los jóvenes panistas -quienes llevaron una batucada, globos y silbatos para amenizar el evento-, Vázquez Mota repartió algunos volantes.

"Confío en ti, ojalá ganes", le dijo Sandra Pazarín.

A las 10:30 horas, abordó de nuevo el "Pinabús" y decidió comer quesadillas con su familia, fuera de programa.

La prensa fue convocada cuando el autobús de la candidata ya había partido.

Al llegar al restaurante "El Sinaí", Vázquez Mota se sentó con su esposo, Sergio Ocampo, y su hija, María José, y las candidatas a senadoras Rosi Orozco y Dolores del Río.

Cuando daba las primeras mordidas a una quesadilla de tinga, reporteros, fotógrafos y camarógrafos entraron al restaurante para captar la imagen.

Su irrupción incomodó a una familia que desayunaba.

Incluso una mujer aventó un limón y pellizcó a una fotógrafa, mientras que otro comensal insultó a una reportera.

El coordinador de giras, Alberto Esquer, recibió el reclamo del encargado del local.

"Son mis clientes. Afuera, por favor, después de pagar. Ya estuvo bueno", demandó el responsable del establecimiento.

Vázquez Mota se apresuró a comer su quesadilla y ya no probó el refresco de frambuesa.

Se levantó de su silla y se acercó a la familia que exigía el retiro de los enviados de medios.

La candidata panista trató de calmar a los comensales. Explicó que los periodistas hacían su trabajo, pero la gente exigía que no tomaran fotos.

"¡Cómo es posible. No controlas a la gente que traes!", les reclamó una mujer.

Vázquez Mota pidió a los reportero salir del restaurante.

Pero los comensales amenazaron con demandar al personal de prensa si algún medio publicaba fotos de ellos.

"Y su campaña se va a ir para abajo", le dijo la misma mujer que afirmó ser abogada, enfurecida y al borde del llanto.

La candidata se dirigió hacia el local de "Antojitos Doña Tere", donde entabló una conversación con Cristián Nicolás, una joven de 20 años que hace quesadillas para pagar sus estudios.

"Esperamos que tengas la convicción de que por ser mujer las cosas cambien. Yo estudio la universidad y no tenemos las oportunidades. Se las dan a los que tienen experiencia o los que tienen palancas", dijo la joven.

Vázquez Mota le platicó que cuando fue Secretaria de Educación Pública entregó muchas becas por mérito y esfuerzo.

"¿Y a los trabajadores del SME?", cuestionó la joven.

"Primero quiero escucharlos y dialogar con ellos. Como primero voy a dialogar con todos los mexicanos", respondió.

"¿Diálogo únicamente? ¿No tienes propuestas aún?", insistió Cristián.

Vázquez Mota reiteró que primero debe haber diálogo con los afiliados del SME.

Con una quesadilla de requesón en la mano, la panista se retiró y abordó el "Pinabús" de regreso al Distrito Federal.

"¡Chepina Presidenta!" gritaban los jóvenes panistas para contrarrestar a los locatarios de Tres Marías que lanzaban: "¡Ni un voto al PAN!".


Claudia Salazar, Reforma, 6 de abril.