Saldré a dar los resultados que tenga en mano: Valdés Zurita

Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del IFE, aseguró que la noche del primero de julio “voy a salir a dar los resultados que tenga en la mano”. Agregó, entre otros muchos puntos tocados en una reunión de trabajo realizada con el Comité Editorial de este diario, que espera para estos comicios una participación superior al 60 por ciento de la lista nominal de electores.

A la reunión con Valdés Zurita asistieron directivos y colaboradores de Crónica. En ella, el árbitro electoral explicó con detalle los seis retos fundamentales que tiene enfrente el instituto que preside. Estos son los puntos principales de lo comentado.

El Consejero Presidente del IFE dijo que el primer reto ha sido la actualización del padrón y de la lista nominal de electores

Valdés Zurita comenta que, al cierre, se espera una lista nominal de aproximadamente 79 millones de electores. De ellos, 52 por ciento son mujeres y 14 millones votarán por primera vez para presidente de la República. Hace notar que estos jóvenes no conocen elecciones organizadas por otra institución que no sea el IFE y no conocieron las “elecciones de antes”, los cataloga como “hijos de la transición” y comenta que será muy interesante ver su comportamiento electoral, que puede definir rumbos.

También hace hincapié en que, al no aceptarse ya como válida la credencial con terminación 03, se pudo empezar una depuración necesaria de la lista nominal. Ya no están en ellas personas que fallecieron y quienes emigraron de manera definitiva. Esto hace más confiable las elecciones.

El segundo gran reto que abordó Valdés Zurita es el del nuevo modelo de comunicación política a partir de las reformas del 2007, que incluye la prohibición de compra-venta de espacios de radio y televisión y de la promoción de logros de gobierno.

Al respecto, el Consejero Presidente  hace, de entrada, una aclaración pertinente. De acuerdo con los tiempos asignados al Estado, lo más que puede ver o escuchar un ciudadano son 96 impactos de 30 segundos al día, y eso “si está viendo televisión sin parar, de las seis de la mañana hasta la medianoche”. Cada canal transmite 48 minutos en total: 41 para la promoción de los partidos y siete para la del IFE.

A la pregunta sobre las reticencias de algunos concesionarios y la posibilidad de incumplimiento, así como las críticas a la “espotización”, Leonardo Valdés ve las cosas de manera positiva.

Primero señala que las pautas son enviadas con 20 días de anticipación a los medios, con colores que definen a los partidos y coaliciones “el sarape de Saltillo, le llamamos”, y hasta el momento llevan un cumplimiento de parte de concesionarios y permisionarios de más de 98 por ciento. A continuación pondera que, a pesar de que no hayan estado de acuerdo con la legislación, los concesionarios se han portado de manera institucional y responsable.

Por otra parte, Valdés Zurita afirma que, aun con sus limitaciones, la promoción de la elección dará mayores frutos de participación que, aunados a la existencia de elecciones locales concurrentes y a la depuración de la lista nominal, que inflaba el número de votantes posibles, puede hacer que en 2012 la tasa de participación electoral supere el 60 por ciento, revirtiendo tendencias.

El tercer reto al que hizo referencia es el de la capacitación electoral, que requiere el concurso de más de un millón de ciudadanos.

Luego de explicar los métodos de insaculación de los posibles funcionarios de casilla, Leonardo Valdés centra su atención en la llamadas “secciones electorales de atención especial“, que son aquellas en las que, por diversas razones, se puede entorpecer el correcto desarrollo de la jornada electoral. El número de estas casillas ha crecido respecto a 2009 en términos generales, y también aquellas en las que la atención especial se debe a la violencia, “que van desde aquellas en las que una banda le exige una caguama al capacitador, hasta allí donde el crimen organizado instala un retén falso”. Son cerca de cuatro mil, el seis por ciento del total.

Se le preguntó al Consejero Presidente acerca de amenazas del crimen organizado u otros para la seguridad de los candidatos.

La respuesta es que, de acuerdo con la ley, los candidatos presidenciales pueden solicitar protección, que brindan miembros con licencia del Estado Mayor Presidencial. Hasta el momento lo han hecho Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri. Agrega que el IFE gestionó que dicha protección pudiera extenderse a candidatos a diputados y senadores. Hasta el momento sólo la ha solicitado un candidato del PAN, en Michoacán.

El cuarto reto es crucial, por la experiencia reciente: la oportunidad y credibilidad de los resultados electorales.

Aquí Valdés Zurita es enfático. Opina que “una buena parte de la crisis que se vivió en 2006 pudo haberse evitado”. Da, al respecto, dos ejemplos clave. Uno es el tema del conteo rápido. Explica que el de 2006 se diseñó muy bien, y fue certero, pero se permitió pocas semanas antes de la elección una addenda que permitiera considerar que las elecciones estaban demasiado cerradas como para dar a conocer los resultados. Leonardo Valdés explica que la lógica de “elecciones demasiado cerradas” es válida para encuestas de salida, no para un conteo como el del IFE. Y concluye, tajante, que la noche del primero de julio “voy a salir a dar los resultados que tenga en la mano, sean los que sean”. No creará un vacío de silencio.

El otro ejemplo es que hace seis años se permitió que, por cualquier detalle, hasta por una falta de ortografía, se considerara “inconsistente” un acta y no se incluyera en el PREP. Explica que ahora se incluirán en el PREP todas las actas numéricamente consistentes y va a haber transparencia para tener acceso a las que no lo son.

Finaliza señalando que, en caso de que la distancia entre los punteros obligue a recuentos, “estamos preparados para abrir 145 mil paquetes si es necesario, y contarlos en cinco días”.

El quinto reto es la fiscalización de los recursos.

Aquí de nuevo, Valdés Zurita trae novedades. La creación de una unidad técnica autónoma, que audita ingresos y gastos de los partidos, y que puede mandar auditores a los eventos de campaña. Es enfático en señalar que no se va a tolerar la entrada de dinero del crimen organizado y, a pregunta expresa sobre posibles señalamientos del gobierno en ese sentido, responde “si el gobierno tiene evidencias de que hay malosos metidos en el proceso, que vaya y los agarre”. Su tema es evitar que entren los dineros.

Sobre el sexto reto, antes de terminar la reunión, Valdés Zurita comenta que se ha avanzado en el voto de los mexicanos en el extranjero: ahora esperan 60 mil, el doble que hace dos años, y a mitad del costo.


Guillermo Ortega Ruiz, Reforma, 3 de abril.

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