Candidato entre carnitas y sorpresas

LEÓN, Gto.- La visita del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, de la coalición Compromiso por México, resultó ayer una sorpresa para los albañiles del Fraccionamiento Urbivillas del Roble y otros asistentes a la comida con que conmemoraron el Día de la Santa Cruz.

Varios de los albañiles se enteraron el mero día que estaría Enrique Peña Nieto, luego de que tuvieron que pasar sus pertenencias por filtros de revisión.

"Sí, fue lo que me sorprendió. Y la verdad no se me hace justo, es una fiesta para nosotros. Y es más la comida que están haciendo para el candidato y no para nosotros, no se me hace justo", cuestionó Francisco Arana, quien instala puertas y ventanas en las pequeñas casas de este residencial.

Las pocas mujeres resultaron ser las más entusiasmadas por la visita. Llegado el momento, no dejarían ir la oportunidad de retratarse con él, a diferencia de los hombres que sólo le estrechaban la mano con cortesía.

"No sabíamos que venía, pero a las 9:00 nos dijeron que Peña Nieto estaría aquí y nos emocionamos, ¡está guapísimo, me voy a tomar una foto!", comentó Alejandra Arenas, "aunque voy a votar por Josefina, por ser mujer".

De las 40 mesas instaladas para la ocasión, no todas eran de trabajadores del fraccionamiento Urbivillas del Roble, localizado a las afueras de la ciudad de León. Tres camiones vinieron desde Irapuato con diversos empleados de Urbi, la empresa constructora, una de las más beneficiadas con permisos inmobiliarios en el Estado de México, donde gobernó el hoy candidato presidencial.

A las 11:30, una hora antes de que llegara el candidato, se ofició una misa por la Santa Cruz. Cuando terminó, la siguiente sorpresa de los trabajadores fue que sólo les sirvieron refrescos y al pedir una cerveza o un pulque la respuesta fue: "después de la comida".

En una de las mesas, departían varios jóvenes encargados de la plomería de las casas, no mayores de 30 años, junto con doña Mary, de limpieza. Ellos ganan alrededor de mil 500 pesos a la semana; ella, sólo 800, con jornada de 8:00 a 18:00 y sólo una hora de comida.

- ¿Qué le van a decir al candidato?- se les pregunta.

- ¡Una porra!, responde, alegre, doña Mary.

- Que nos aumente los sueldos- repone Arturo Hernández -a los compañeros que vienen de Sinaloa, con eso no les alcanza para sus familias.

La mesa está dividida entre los que los que lo apoyan abiertamente y los que más bien no creen en los políticos.

-Tiene que ganar. Lo vamos a apoyar pa' que nos apoye él, ¡que no se apoye en nosotros!- bromea Aarón Márquez.

- '¡Les voy a hacer un puente!'- imita Hernández a los políticos. -Pero no tenemos río, '¡Yo les voy a hacer el río!'- continúa, despertando risas de todos.

Llegó Peña Nieto y, como es costumbre, se detuvo en cada mesa a saludar a los presentes. Hubo que esperar otros 20 minutos para que por fin sirvieran las carnitas.

El candidato sólo se comió un taco y dejó a la mitad un segundo de chicharrón y carnitas. Dio un discurso de poco más de 15 minutos y firmó su compromiso del día ante más de 400 albañiles que en su mayoría no lo escuchaban.

El mismo Peña Nieto comentó que los había visto tristes porque les faltaban sus "chelas" y su "piquete", así que más le iban a aplaudir cuando se fuera.

No ocurrió así, apenas unas mesas lo despidieron con euforia, los demás se quedaron esperando las cervezas y como nunca llegaron, el festejo terminó.

 
 
 
La propuesta 
 
Compromiso por México
 
Ante albañiles, ésta fue la oferta del candidato
 
· Entregar pensión a todas las personas mayores de 65 años de edad
· Atender a 4.5 millones de personas de esa edad en adelante, que no tienen ingresos
· Políticas públicas viables y responsables, no populistas
· Una campaña de seriedad y de respeto con toda la sociedad mexicana


Ixtaro Arteta y Jorge Escalante corresponsal, Reforma, 4 de mayo.

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