Con la navaja bien afilada

Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota hicieron mancuerna y, durante dos horas de debate, atacaron los puntos débiles del mexiquense Enrique Peña Nieto.

La candidata del PAN y el candidato de las izquierdas decidieron ignorarse entre sí, dejaron atrás viejas rencillas y enfilaron baterías contra el puntero en las encuestas.

Lo exhibieron como mal Gobernador del Estado de México, le recordaron la corrupción de su tío Arturo Montiel, la misteriosa muerte de la niña Paulette, la deuda millonaria de Humberto Moreira en Coahuila, el padrinazgo de Carlos Salinas, su acuerdo con las televisoras y sus compromisos incumplidos.

Peña pudo evitar que lo arrinconaran en una esquina, respondiendo a casi todas las críticas; contraatacó en la defensa y hasta soltó sus propios ganchos al hígado de sus rivales. En un momento dado, denunció que el PAN y el PRD se habían puesto de acuerdo para tratar de descarrilarlo.

"Parece insuficiente el tiempo para responder a quienes parecen haberse puesto de acuerdo, nuevamente", dijo, "vienen con la navaja bien afilada".

En medio de ese intercambio, Gabriel Quadri fue el único que dedicó la mayor parte del tiempo a responder las preguntas que se le formularon, e hizo ver en seis ocasiones cómo los "políticos de siempre" se atacaban en lugar de hacer propuestas.

Al final, en las cuatro salas dispuestas en el World Trade Center para que los candidatos metieran hasta 50 invitados cada uno se escuchó, casi al unísono, la expresión "ganamos".

 
ATAQUES DESDE EL ARRANQUE
 
Peña, pese a su papel de puntero, inició a la ofensiva y, en su primera intervención, denunció que en la última década México y su economía han tenido el "peor desempeño" de los últimos 80 años. Habló de los 12 millones de pobres generados en las administraciones panistas y de la violencia exacerbada en el sexenio de Calderón.

Andrés Manuel López Obrador planteó en su mensaje inicial su teoría del grupo que se apoderó de México desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y, sin especificar quiénes forman ese grupo, aseguró que es el responsable de los malos gobiernos.

Y después soltó la primera frase memorable de la noche: "en ese grupo tienen yates de lujo de 2 mil millones de pesos, que equivalen a 17 mil Tsurus".

Vázquez Mota usó su primera réplica para lanzar un primer ataque a Peña Nieto, advirtiendo de entrada que "hablar con la verdad no es dividir a México", como reza el spot del candidato priista.

La candidata del PAN se dijo sorprendida de que Peña hable de competitividad, cuando el Estado de México, afirmó, se hundió en los niveles de competitividad durante su gestión como Gobernador.

Peña Nieto respondió a ese golpe, como lo haría con los más de diez que le fueron asestados durante la noche, negando las afirmaciones de sus rivales y desplegando su propia ofensiva.

En el intercambio salieron a relucir los priistas Carlos Salinas, Arturo Montiel, Humberto Moreira y su ex tesorero en Coahuila Javier Villarreal (hoy prófugo de la justicia). Pero también los perredistas René Bejarano y Julio César Godoy, presunto aliado de La Familia michoacana a quien el PRD le otorgó fuero como diputado cuando era perseguido por la PGR.

 
EQUIVOCAN LAS GRÁFICAS
 
En la tercera de las 12 preguntas, López Obrador se refirió al "fraude del 2006", pero sólo para enderezar una nueva diatriba contra el PRI. Dijo que "el grupo que se apoderó de México" usa lo mismo al PAN que al PRI, y advirtió que "hoy que el PAN ya no les funciona" quieren imponer a Peña Nieto.

Peña reviró: "si la televisión hiciera presidentes, usted sería Presidente", le dijo a AMLO, a quien acusó de haber dado mil millones de pesos en contratos a las televisoras en su gestión al frente del Gobierno del Distrito Federal, lo doble de lo que según él se contrató durante su administración en el Estado de México.

López Obrador negó el dato y presumió un documento que acredita que Peña pagó a las televisoras 600 millones de pesos sólo en su primer año de gestión.

Pidió a los televidentes no permitir el regreso del PRI, quiso tocar madera, pero el atril era de plástico, y aún así advirtió: "no nos dejemos apantallar, nos pueden llevar al despeñadero".

Después, el tabasqueño habló del ex Gobernador Montiel, quiso mostrar una foto, "de esas que no se ven en la televisión", pero se le acabó el tiempo y, en lugar de la imagen de Peña y Montiel, la pantalla mostró a la moderadora haciendo la siguiente pregunta.

En otra ronda, López Obrador mostró a tiempo una foto de Salinas con Peña Nieto, pero de cabeza.

Peña traía sus propias láminas: una era la portada del diario Crónica con la famosa foto del 2004 que muestra a Bejarano acomodando billetes con ligas en un maletín.

Tampoco supo ponerla a cuadro; pues la mostró por su costado derecho fuera del espacio en el que se vería en las pantallas de los televidentes.

AMLO no dejó pasar el derechazo, aseguró que su ex secretario de Finanzas Manuel Ponce sigue en la cárcel y que Bejarano también la pisó. "Usted, en cambio, fue secretario de administración de Montiel, y aquí está".

En otra lámina, que tampoco se vio a cuadro, Peña Nieto mostró una nota periodística de abril del 2011, en la que supuestamente se comprueba que la panista Josefina Vázquez Mota estaba en Hidalgo un día en el que pasó lista como diputada y en el que cobró su dieta.

Peña usó la misma estrategia de Ernesto Cordero en los debates entre precandidatos del PAN, en diciembre y enero pasados, y cuestionó en cuatro ocasiones a Vázquez Mota por su inasistencia en la Cámara a la hora de las votaciones. La responsabilizó, con ese argumento, de la falta de acuerdos en las reformas estructurales.

"Usted habla del valor de la verdad, y entonces ¿por qué esta deshonestidad?", cuestionó el priista a la candidata hasta en tres ocasiones.

Vázquez Mota respondió vagamente y, ante la insistencia de su rival, terminó invitándolo a que presente "ante las instancias correspondientes" su queja sobre su desempeño como legisladora.

Luego contraatacó mencionando a Moreira y al ex tesorero que endeudó a Coahuila, y dijo que para que un político pueda combatir al crimen organizado primero necesita no formar parte de él.

Casi al final, Vázquez Mota sacó el as que traía bajo la manga: el de la niña Paulette que, en marzo del 2010, murió en su propia casa sin que la Procuraduría mexiquense pudiera aclarar el caso.

"Primero nos conmovimos y luego nos horrorizamos al ver cómo se manipuló el proceso, cómo no se informó nunca a la sociedad", dijo.

Peña Nieto tampoco dejó pasar ese golpe y, en uno de sus turnos, le reprochó a la panista medrar políticamente con el luto de una familia.

"Josefina, qué lamentable que quiera usted revivir su campaña con la muerte de una niña", le dijo.

Y después, él hizo su propia invitación a la candidata del PAN: la emplazó a visitar juntos los más de 600 compromisos cumplidos en el Estado de México y detener la campaña panista en la que se le acusa de mentiroso y de no cumplir.

"Aprecio mucho la invitación, pero eso no quiero para México: alguien que pida que se le venga a revisar la tarea. Los hechos hablan por sí mismos", respondió la panista.

"Si no quiere usted revisar la tarea, no la califique, porque los mexiquenses ya lo hicieron y ganamos la elección con 65 por ciento", reviró el priista.

Así hubieran seguido dos horas más, pues los candidatos iban armados con más trapos sucios de sus rivales. Pero el tiempo se agotó.

Terminado el debate, muchos cibernautas daban por ganadora del debate a la edecán Julia Orayen, que con sus curvas y escote robó cámara al repartir los papelitos para definir el turno que correspondería a cada candidato.

No hubo un claro ganador o un claro perdedor, pero pasadas las 22:00 horas los cuatro aspirantes a la Presidencia se fueron del WTC rumbo a sus respectivos festejos.

 
 
 
 
ASÍ LO DIJO
 
"Usted (Enrique Peña), en cambio, fue secretario de administración de Montiel, y aquí está".

Andrés Manuel López Obrador


Ernesto Núñez, Reforma, 7 de mayo.

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