Haciendo la tarea para mejorar la educación

Incremento y mejoras en la aplicación del gasto educativo, capacitación y evaluación a los maestros, y la politización de la educación en México... Éstas son sólo algunas de las asignaturas
 
 
 
UNO DE 12: EDUCACIÓN
 
ENRIQUE PEÑA NIETO
 
Alto gasto educativo y en la cola de pruebas internacionales: ¿cómo cambiarlo?

Necesitamos realizar importantes esfuerzos en diversas áreas, que van desde ampliar las coberturas, mejorar las instalaciones y dotarlas de equipamiento, hasta la calidad de la educación y la capacitación de los profesores. En este sentido, ya he firmado algunos compromisos específicos y a lo largo de mi campaña firmaré otros.

La meta es incrementar la calidad y la equidad educativa.

Para alcanzar esta meta necesitamos:
 
1.- Escuelas de tiempo completo con jornadas de ocho horas de duración, con alimentos nutritivos, habilidades artísticas y deportivas, para niños y jóvenes.

2.- Escuelas dignas: luz, agua, baños, mobiliario, equipo e instalaciones en buen estado para las escuelas de todas las comunidades indígenas del país.

3.- Alcanzar la cobertura universal en educación media superior.

4.- Otorgar becas educativas y fortalecer los albergues para niñas y jóvenes indígenas para promover su acceso, permanencia y conclusión de todo el ciclo escolar.

5.- Que más jóvenes asistan a la universidad: aumentar a 45% la cobertura en educación superior.

6.- Becas para que los niños y jóvenes no abandonen la escuela por falta de recursos.

7.- Ampliar y actualizar el equipamiento de la Red Nacional de Bibliotecas y la instalación de nuevos instrumentos digitales que faciliten el acceso al conocimiento.

8.- Dotar de Mochila Completa a los niños de escuela primaria pública, con libros de texto y útiles escolares.

9.- Computadora portátil con acceso a internet para los niños de quinto y sexto de primaria.

10.- Seguro de accidentes escolares para alumnos de preescolar, primaria y secundaria.

 
Maestros reprueban y siguen dando clases. ¿Qué hacer?

Capacitación permanente y evaluación periódica de los maestros con base en el avance educativo de sus alumnos, para mejorar la calidad en la enseñanza.

Vales educativos para acceder a escuelas privadas, promoviendo competencia y eficacia: ¿se puede?

La prioridad debe ser mantener el respaldo del Estado a la Educación gratuita y de calidad. Queremos que las escuelas públicas estén a la altura o por encima de la calidad que ofrecen las escuelas privadas. Tienen que ser igualadores sociales, de lo contrario, la propia educación sería una fuente de desigualdad.

 
La descentralización abrió la puerta a una doble negociación sindical: estatal y federal. ¿Qué plantea?

- Concluir la descentralización educativa e involucrar a las autoridades estatales en las negociaciones federales.

 
La líder magisterial es pieza clave... en la política. ¿Qué opina?

- La respeto como dirigente magisterial.

 
 
 
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA
 
Alto gasto educativo y en la cola de pruebas internacionales: ¿cómo cambiarlo?

Lo primero y más importante es que en la educación debe haber menos política y más calidad.

La afirmación de "alto gasto educativo" debe matizarse. Como porcentaje del PIB, México invierte en la educación pública alrededor de 4.9%, mientras que otros países como Noruega, Suecia o Finlandia (que muestran un alto logro) invierten 9.0, 6.8 y 6.1%, respectivamente.

La educación pública en México sigue teniendo problemas de financiamiento para impulsar proyectos estratégicos (como las escuelas de tiempo completo). Además, México tiene una composición del gasto que destina una proporción reducida (alrededor de 10%) a la inversión en tecnologías de información y comunicación, la innovación educativa e infraestructura y equipamiento, mientras que el promedio en los países OCDE es de casi 40%.

Respecto a la prueba PISA que aplica la OCDE, México ocupó en 2009 el lugar 48 de 65 países. Para cambiar esta situación, he propuesto una verdadera revolución educativa que transforme al sistema en uno que desarrolle las capacidades y competencias más que la transmisión de conocimientos.

Esta revolución educativa tiene como pilar tener mejores maestros. Y por eso vamos a alinear la contratación, capacitación y formación continua, evaluación y estímulos única y exclusivamente a criterios de calidad, mérito, desempeño y resultados de logro de los alumnos.

Algunas de estas acciones las inicié siendo Secretaria de Educación Pública. Por primera vez en la historia del sistema educativo mexicano, los profesores fueron contratados a partir de un concurso nacional y a través de la Alianza por la Calidad de la Educación que propuse al SNTE, se sentaron las bases para el resto de las acciones.

 
Maestros reprueban y siguen dando clases. ¿Qué hacer?

Estoy convencida de que es necesario que la evaluación sea en la educación básica un proceso universal, obligatorio y periódico.

Por eso, me comprometo a iniciar la evaluación del desempeño de todos los docentes y directores de escuelas cada año a partir del ciclo escolar 2014-2015.

Es necesario instrumentar (como lo hicimos bajo mi gestión con la Educación Media Superior) un amplio programa de capacitación docente para poder acelerar y masificar los procesos de profesionalización de las maestras y maestros para permitir el desarrollo de las competencias y habilidades que requieren nuestros niños y jóvenes.

Con base en este esfuerzo, iniciaré la certificación obligatoria realizada por organismos e instituciones independientes de todos los docentes frente a grupo en el ciclo 2014-2015, con 24 meses para capacitación previa.

También crearé el Sistema Nacional de Información Educativa, que será una base de datos pública que integre todos los resultados de pruebas de desempeño académico y de calidad docente.

Una pieza fundamental de este sistema será que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa se transforme en una entidad independiente para garantizar su total credibilidad.

Además, seguiré sometiendo a concurso todas las plazas docentes: plazas nuevas, vacantes definitivas y promociones. Siendo secretaria de Educación Pública se inició por primera vez en la historia del sistema educativo mexicano, el concurso nacional para la asignación de plazas docentes en el cual se inscribieron poco más de 120 mil aspirantes. Este primer concurso nacional fue acompañado por Transparencia Mexicana y construí acuerdos con las autoridades educativas estatales para el compromiso de someter a concurso nacional sus plazas vacantes.

Me comprometo a proponer al Poder Legislativo que estas iniciativas pasen a formar parte de la Ley General de Educación.

Vales educativos para acceder a escuelas privadas, promoviendo competencia y eficacia: ¿se puede?

Los vales educativos apuntan a apoyar la demanda de educación.

Representan un subsidio para financiar la operación de instituciones educativas, incluida las particulares. La preocupación que despierta en las instituciones públicas este tipo de esquemas es que su eventual aplicación implicaría que el subsidio para financiar los vales provendría del propio presupuesto destinado al ramo educativo.

Conviene aclarar que todavía es insuficiente la evidencia dirigida a demostrar la contribución de los vales educativos a la mejora del sistema educativo en aquellos países de América Latina que los aplican. En Chile, donde se instauró en 1980, continúa el debate sobre si el sistema de vales ha rendido o no los efectos esperados.

La distribución de los mismos recursos entre una mayor cantidad de actores provocaría en los hechos a una caída del gasto educativo per cápita. Esto podría afectar la calidad de los programas educativos.

No se ha demostrado que los vales sean la mejor respuesta para aumentar la calidad de la educación, y no resuelven el problema del financiamiento de la educación. Lo que debe preocuparnos y me comprometo a hacer es en desaparecer la brecha entre la educación privada y pública, de modo que los mexicanos puedan estar seguros que cualquier escuela en la que estudien sus hijos le ofrecerá la mejor calidad posible.

 
La descentralización abrió la puerta a una doble negociación sindical: estatal y federal. ¿Qué plantea?

- Uno de los efectos no deseados y mal calculados del Acuerdo de Modernización de la Educación Básica es que propició que se desarrollaran dos espacios de negociaciones de sus salarios y prestaciones.

Uno a nivel federal, con las autoridades educativas federales, y otro con las autoridades estatales, de quienes derivan prestaciones adicionales.

Esta doble negociación es improcedente, nada la justifica y debe desaparecer. Resulta urgente construir un acuerdo entre el gobierno federal y los gobiernos estatales que la regulen de manera transparente. Desafortunadamente, en aras de alianzas políticas locales, que no responden a las necesidades educativas, varias entidades han aceptado y hasta propiciado esta doble asignación de recursos, subordinando la operación educativa a los intereses de las organizaciones gremiales.

En la plataforma que propongo para gobernar a México, señalo la necesidad de concluir el proceso de descentralización educativa hasta incrementar la autonomía de gestión de los centros escolares con la participación de la sociedad civil organizada y de los padres de familia. En el mundo, todos los sistemas educativos exitosos tienen como uno de sus principales instrumentos la descentralización.

Por ello propongo concluirla en el marco de un federalismo moderno y participativo.

 
La líder magisterial es pieza clave... en la política. ¿Qué opina?

- Una de mis principales propuestas es lo que he llamado la "despolitización de la educación". Entiendo que los principios que deben regir el desarrollo de acciones y programas y la consecuente asignación de recursos en el terreno educativo, deben fundamentarse únicamente en la calidad, la pertinencia, el mérito, el desempeño de los docentes y su formación continua, los resultados de logro de los alumnos, la transparencia y la rendición de cuentas. Los maestros, directores de centros escolares y funcionarios educativos no deben ser nombrados en función de su militancia política, sino de sus méritos y desempeño.

En este marco, institucionalizaré y haré transparentes todas las dimensiones de la relación entre la SEP y el SNTE. Me aseguraré que las decisiones educativas no tengan otro fin más que el mejorar el acceso y la calidad.

 
 
 
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
 
Alto gasto educativo y en la cola de pruebas internacionales: ¿cómo cambiarlo?

Según datos oficiales, el gasto en educación en 2011 fue de 909 mil millones de pesos. De esos, 195 mil 400 millones se refieren al gasto privado y 145 mil 800 millones al gasto que aportan las entidades federativas. Podría parecer mucho, pero en realidad no lo es.

De acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de 2011, en México el gasto público en educación alcanzó el 6.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), comparado con el 10.5 por ciento de Costa Rica, el 9.5 por ciento de Argentina o el 16.2 por ciento de los Estados Unidos.

Si se observa cómo se distribuye ese recurso, el panorama no es mejor. Por ejemplo, el gasto por alumno en Educación Media Superior en México es 38 por ciento menor al de Argentina y menos de la mitad que en países como Suecia o el Reino Unido.

A nivel de educación superior la situación no es mejor. En materia de educación en México gastamos poco y gastamos mal.

El asunto de la calidad es, en efecto, preocupante. Las pruebas internacionales muestran que cerca de la mitad de los alumnos mexicanos de 15 años no han desarrollado las capacidades mínimas necesarias en matemáticas, en ciencias y lo que es más grave aún, en lectura. Estos resultados reflejan la crisis del modelo educativo mexicano.

Por eso he propuesto transformar de fondo el sistema educativo mexicano, empezando por el modelo pedagógico. Hay que enseñar a nuestros estudiantes a pensar no a memorizar sin entender. Ahí está la clave.

Vamos a incrementar la inversión en educación, pero vamos a mejorar también la distribución de esos recursos. Vamos a transparentar el gasto en educación, y que sean los padres de familia los que nos ayuden a evaluar periódicamente las condiciones en las escuelas así como el cumplimiento de los maestros.

Creo en la evaluación como un instrumento de superación no de exclusión.

 
Maestros reprueban y siguen dando clases. ¿Qué hacer?

La evaluación es necesaria en todas las políticas públicas, y la de educación no es la excepción. Pero la evaluación no es un fin en sí mismo, es un medio cuyo fin es mejorar la calidad, la pertinencia y la eficiencia del proceso educativo. Lo que está mal es que una evaluación sesgada sirva a intereses personales o de grupo.

Una evaluación objetiva, independiente, rigurosa, debe servir para identificar deficiencias y proponer alternativas de solución.

Por eso he propuesto la creación de un Consejo de Evaluación de la Educación. Será, por ley, autónomo, conformado por ciudadanas y ciudadanos que sean expertos en la materia. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa, que era una buena idea, no ha funcionado porque no tiene independencia. Está cooptado por la SEP.

Voy a invitar a las maestras y a los maestros del país a que se sumen y participen en el proceso de transformación de la educación en México. Vamos a evaluar el proceso en todos los niveles. Los que salgan bien evaluados serán estimulados; a los que les vaya mal en la evaluación, los vamos a invitar a que se capaciten mejor, a que superen sus deficiencias pero sin amenazas.

Hay que ir generando estándares mínimos de calidad.

Al mismo tiempo, habrá que trabajar tenazmente en las escuelas normales. Que las nuevas generaciones de maestras y maestros tengan cada vez un mejor nivel académico, técnico, pedagógico, pero también ético. La tarea del maestro es la más noble de todas. Hay que dignificarla. Dotarlos de mejores recursos, capacitarlos, estimularlos y también, por supuesto, evaluarlos.

El problema es que se ha desvirtuado la evaluación educativa.

Se evalúa para excluir a maestros y alumnos. Queremos lo opuesto: evaluar para incluir. Quienes no alcancen a cumplir los requisitos mínimos de la evaluación, podrán prepararse mejor, resarcir sus deficiencias y volver a evaluarse. Eso es lo que vamos a hacer.

Vales educativos para acceder a escuelas privadas, promoviendo competencia y eficacia: ¿se puede?

La idea de los vales educativos, los famosos "vouchers", es una estrategia para avanzar en la privatización de la educación.

No obstante, parte de una premisa falsa: que la educación privada es buena y la pública es mala. La realidad es otra. Hay escuelas privadas y públicas, buenas y malas. Así lo muestran todas las evaluaciones serias en México y en el mundo.

No estoy en contra de la educación privada de buena calidad, que la paguen los que pueden. Estoy en contra del fraude educativo, de escuelas privadas sin calidad, que son un gran negocio pero que nada aportan al desarrollo del país.

Vamos a fortalecer la educación pública, gratuita y de calidad, desde el nivel preescolar hasta el posgrado, garantizando equidad para el ingreso y calidad en el proceso.

El tema de los "vales educativos" puede ser atractivo en ciertos sectores de la sociedad, pero ni siquiera los Estados Unidos lo ha adoptado como política pública.

Queremos escuelas públicas de calidad para las clases populares, para que la educación vuelva a ser un instrumento real de movilidad social.

La educación pública es la única forma de garantizar la libertad de creencias que es fundamental en el proceso formativo.

Hay que educar a nuestros niños y jóvenes en un ambiente de libertad, de respeto a la diversidad religiosa, étnica, sexual, ideológica, etc.

Estoy a favor de la competencia y de la eficacia. El Estado hará su parte para competir con los mejores. Las escuelas privadas encontrarán condiciones de respeto y libertad para que hagan su mejor esfuerzo. La educación es un mecanismo fundamental para abatir las desigualdades, pero también servirá para promover valores fundamentales que tanta falta nos hacen: la justicia, la libertad, la igualdad frente a la ley, para desarrollar una conciencia autónoma capaz de entender y mejorar el entorno social y cultural en el que vivimos.

 
La descentralización abrió la puerta a una doble negociación sindical: estatal y federal. ¿Qué plantea?

- México es un país diverso, multiétnico y pluricultural y el federalismo es el camino para fortalecer nuestra vida democrática.

Por eso creo en el federalismo educativo. ¿Cómo es posible que aún haya más de cinco millones de analfabetas? ¿Cómo es posible que una gran mayoría de las etnias del país sigan al margen del sistema educativo? Tiene que haber estrategias locales y regionales de educación para poder atender específicamente esos rezagos, dentro de una estrategia nacional. La rectoría del Estado debe fortalecerse, sin menoscabo de los programas locales, comunitarios.

La educación es tarea de todos, no sólo de las autoridades federales, estatales o municipales; lo es por supuesto también del magisterio, de los padres de familia, de los egresados de los diversos niveles educativos; de los empresarios y de los sindicatos; de los trabajadores y de la gente del campo, porque todos aspiramos a que nuestros hijos tengan acceso a una educación de calidad.

Hay un problema que ha dado lugar a una negociación poco transparente, llena de prebendas que nadie fiscaliza. Seremos respetuosos de los derechos sindicales, pero no vamos a subordinar la política educativa del país a los intereses de ninguna organización sindical.

El Estado en un esquema federal tiene que aprender a colegiar las decisiones. Las grandes políticas educativas sólo podrán fortalecerse y ejecutarse con eficacia si son decisiones colegiadas: entre el Ejecutivo y el Legislativo, que es el que aprueba los recursos; entre el magisterio y la sociedad, que es la beneficiaria del servicio.

Hay que profundizar el federalismo educativo, establecer los lineamientos generales que apuntalen la rectoría del Estado y tener espacios reglamentados para atender necesidades y elaborar programas comunitarios, locales y regionales, que cumplan con el propósito fundamental de ampliar la cobertura y mejorar la calidad.

 
La líder magisterial es pieza clave... en la política. ¿Qué opina?

 
- Personalizar el grave problema de la educación en México es un error. Circunscribirlo a una persona es no entender la compleja trama en la que estamos inmersos. Yo quiero ser muy claro desde un principio: una cosa son las organizaciones sindicales, que tienen derechos y también obligaciones, y otra, la responsabilidad del Estado, que es con la sociedad, no solamente con un grupo o con una organización. Siempre habré de respetar los derechos sindicales y honrar las obligaciones que el Estado tiene para con ellos. Pero la lógica sindical, no es necesariamente igual a la lógica académica. Y la educación obedece sobre todo a la vida académica. La educación es asunto no sólo de conocimientos, sino también de ética, de virtudes, de actitudes, de asumir que la vida conlleva, a través del proceso educativo, a un principio de autorrealización. Hay que educar ante todo para la libertad y no para complacer a alguien, sea quien fuere. Eso no lo vamos a permitir.

No veo cómo una sola persona pueda ser un obstáculo para avanzar en la transformación educativa que he propuesto. Si el asunto es político, usaremos la política para que no sea un obstáculo. Si lo que hay es corrupción, la denunciaremos y la combatiremos; si lo que prevalece es la incompetencia, la subsanaremos con capacitación y programas remediales; si el obstáculo es la ineficiencia, revisaremos mecanismos y programas, estableceremos objetivos claros, susceptibles de ser alcanzados y evaluados. Ahora bien, si lo que habremos de enfrentar es una combinación de todo lo anterior, desplegaremos entonces todas nuestras estrategias, algunas de las cuales me han dado la oportunidad de enunciar en este breve cuestionario, y convocaremos a la sociedad para tener su respaldo, incluidos, por supuesto, los medios de comunicación. La educación será una prioridad de mi gobierno y nadie podrá impedirlo.



Reforma, 14 de mayo.

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