“Hasta los licenciados van al norte”


Cuando Alejandro Álvarez Gómez llegó a Pensilvania como migrante escuchó de sus paisanos: “Antes era muy fácil conseguir trabajo, ahora está muy difícil”, le dijeron. Dos días después de su arribo a Estados Unidos empezó a laborar en un rancho ganadero.
Con apenas 15 años de edad, Álvarez Gómez dejó su casa en la comunidad tojolabal Plan de Ayala para aventurarse en una travesía de 15 días; siete de éstos lo realizó en vehículo en un trayecto de más de 2 mil 500 kilómetros y ocho a pie en el desierto desde Altar, Sonora.
Los 25 mil pesos que leprestó a su padre un lugareño los repartió entre los de la migra de México y el traficante, pero dos años después logró ahorrar hasta 230 mil pesos, los cuales mandó a su familia para comprar un predio, un auto y construir una casa.
Fue en Lancaster, Pensilvania, donde Alejandro encontró trabajo en un rancho ganadero, donde percibía 800 dólares por quincena, pero debía pagar 450 dólares de renta. Si quería ganar 200 dólares más debía trabajar 24 horas seguidas y descansar únicamente 24.
“Es un trabajo muy duro. Te ensucias mucho con el estiércol de las vacas. Ahí hay hasta licenciados, muchos de Michoacán y Puebla, estaban trabajando porque en sus tierras no tienen oportunidades”, dice el joven tojolabal.
El poblado donde vive Alejandro se ubica en Las Cañadas, una de las zonas más pobres de Chiapas, de donde han partido decenas de jóvenes para emprender la búsqueda de empleo en la industria de la construcción, como jardineros y en agricultura.
El primer tojolabal que decidió irse a Estados Unidos fue hace más de 20 años, fue Juan Álvarez, un indígena “que ya es finado”.
Pero debido al reforzamiento de las medidas migratorias del gobierno estadounidense, las agresiones de los grupos armados en la frontera norte y las, cada vez, “reducidas” fuentes de empleo han provocado de que de los 15 o 20 tojolabales que habían migrado, ahora sólo permanecen en los Estados Unidos entre dos o tres.
Fredy Martín Pérez corresponsal, El Universal, 20 de mayo.

0 Responses to "“Hasta los licenciados van al norte”"