Hay suficientes opciones para ver la confrontación, opina el PRI

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo ser respetuoso del derecho de las personas a ver o no el próximo domingo el debate entre los candidatos presidenciales, aunque al mismo tiempo ha diseñado toda una estrategia a escala nacional para difundirlo, y convocará a militantes y simpatizantes a congregarse en sus sedes nacional y estatales durante la transmisión y después de ésta.

Incluso se tiene previsto que al término del encuentro el candidato priísta, Enrique Peña Nieto, se traslade a las oficinas nacionales del tricolorpara saludar y festejar con sus seguidores el resultado del intercambio.

Personajes ligados a la oficina de campaña del aspirante presidencial comentaron ayer que Peña Nieto se encuentra de buen ánimo y hasta impaciente por llegar a la cita con sus adversarios, para la cual, aseguraron, ha centrado su preparación en cómo argumentar y defender sus propuestas y compromisos de campaña.

Agregaron que el aspirante presidencial no ha contratado asesores especiales para esta ocasión, y que todo su entrenamiento lo ha hecho acompañado de sus coordinadores de campaña y políticos de confianza como Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong.

Según el líder nacional priísta, Pedro Joaquín Coldwell, no se han cuantificado los puntos que podría representar en las encuestas la participación de su candidato en el debate.

Sin embargo, admitió, todo dependerá de la manera en que se lleve a cabo (...) Me parece que se ha hecho una campaña para efectos de considerar a nuestro candidato en el debate en condiciones de desventaja, pero quienes dicen esto no conocen la biografía política de Peña Nieto, quien durante su campaña para gobernador del estado de México participó en ejercicios de este tipo y lo hizoexitosamente.

A propósito de la negativa de Tv Azteca a transmitir el debate, el líder del tricolor expresó en conferencia de prensa que éste se emitirá en siete canales de televisión, suficientes –dijo– para que los ciudadanos que deseen verlo lo hagan, y agregó que se debe respetar el derecho de quienes no quieran observar el encuentro.

México afortunadamente no tiene un régimen político de pensamiento único, donde las personas sólo pueden oír o ver programas de radio y televisión que el caudillo quiere que vean, apuntó.

Si se impusiera la lógica de ordenar su transmisión en todos los canales televisivos, añadió, también al rato nos pedirán que se cierren los cines y los teatros para obligar a la gente a ver el debate. Los mexicanos son mayores de edad y quienes tengan interés de ver el debate tendrán suficientes opciones, insistió.

Ayer, a lo largo de todo el día, en un hotel del poniente de la ciudad se realizó una sesión de evaluación de los primeros 30 días de campaña del ex gobernador mexiquense.

Ahí, de acuerdo con participantes en la reunión, el equipo del PRI se mostró satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento.

Hemos ganado la batalla del ánimo, aseguran que expresó el coordinador Luis Videgaray, quien sin embargo habría insistido en que es muy alentador el arranque de la campaña, pero no hemos ganado nada.

Mientras, en la sede nacional deltricolor y luego de presentar la nueva coordinación de seguimiento a programas federales y contención política con el fin de vigilar la adecuada aplicación del presupuesto de la política social, el senador Joaquín defendió una vez más el manejo de las prerrogativas económicas en la campaña de Peña Nieto.

El PRI, aseveró, es el único partido que ha abierto anticipadamente su contabilidad al Instituto Federal Electoral.

Vemos con gran insistencia cómo desde el PAN y el PRD nos lanzan acusaciones, pero en los hechos ellos no han hecho nada similar. Y se pueden hacer las investigaciones que quieran, estamos tranquilos, dentro de los márgenes de la ley. Mantendremos esa línea de conducta.

Lamentó el desperdicio de espots por parte de los otros candidatos presidenciales, al grado que en los del PAN, hablan más de Peña Nieto que de la propia diputada Vázquez Mota. ¡Es increíble!

Rosa Elvira Vargas, La Jornada, 4 de mayo.