Peña ofrece alianza a los trabajadores

El candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, demandó a los trabajadores unidad para el cambio, porque las crisis de los últimos años afectaron la vida de las familias mexicanas, y “el pobre desarrollo económico de México en estos 12 años dejó deterioro e impidió la creación de mayor empleo”.

Al reunirse junto con la candidata del tricolor al Gobierno del DF, Beatriz Paredes, con la representación del Congreso del Trabajo en la sede nacional del tricolor, Peña Nieto dijo que quiere ser “el presidente de los trabajadores”, y aseguró que durante su gobierno habrá condiciones de mayor seguridad para atraer más inversión productiva y que se detonen más empleos en México.

El ex gobernador del Estado de México ofreció hacer “una alianza permanente hoy como candidato y mañana como presidente de México”, que le permita, dijo, ser fiel intérprete de los anhelos, preocupaciones y necesidades de los trabajadores, y desde su gobierno impulsar las acciones que generen a los obreros mayor tranquilidad y beneficio.

Y sostuvo que “no es momento ya para que México siga viviendo sólo de los propósitos y de los buenos deseos, es momento de pasar a ejecutarlos con capacidad y experiencia probadas”.

Afirmó que el compromiso firme de su campaña rumbo a Palacio Nacional es atender la condición de pobreza que se ha agravado e incrementado en el país en los últimos cuatro años, para un saldo ya de más de 12 millones de mexicanos que han pasado a las filas de la pobreza.

Ofreció que de ganar las elecciones del 1 de julio entrante, el nuevo gobierno dará a los mexicanos “mayores opciones, opciones de empleo, de empleo de calidad, bien remunerado, que les permita vivir en mejores condiciones”, subrayó.

Ante líderes de viejo cuño como el líder del Congreso del Trabajo y de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, el dirigente de los trabajadores ferrocarrileros, Víctor Flores, y el también cetemista Abelardo Carrillo Zavala, entre muchos otros, el político mexiquense señaló que el  de 1 Mayo debe significar la oportunidad para tener muy presente que los trabajadores de México representan a una gran fuerza social dentro de nuestro país.

Una fuerza, añadió, que sin duda “debe ser motivo de aliento y de inspiración por la condición lamentable y de deterioro que hoy viven, para ocuparnos en acciones para que esta situación cambie”, señaló.

Peña Nieto subrayó que “no es momento hoy en la campaña política, ni mañana siendo presidente de México, para ser causa o provocar división entre los mexicanos; por el contrario, la experiencia de los últimos años, el cambio político que México ha experimentado, la consolidación y fortaleza de nuestra democracia, debe permitirnos ahora construir condiciones para que México cambie y esté mejor”, agregó.

En medio de una ensordecedora guerra de porras dentro y fuera del Auditorio Plutarco Elías Calles, el abanderado presidencial de la alianza PRI-PVEM se dijo convencido de la posibilidad real de alcanzar ese cambio, pero “esto no será posible si sólo lo hacemos detrás del escritorio, en medidas y en acciones unilaterales. Se trata de lograr el mayor acuerdo con la sociedad en general para definir lo que dé a México condiciones de mayor modernidad”, enfatizó.

Más tarde, Peña Nieto comió con la comunidad evangélica en México.


Luciano Franco, La Crónica, 2 de mayo.