Porra aérea

REYNOSA, Tamps.- Andrés Manuel López Obrador realizó ayer un improvisado "mitin" a 36 mil pies de altura.

Durante 10 minutos, el candidato de la izquierda dialogó en voz alta con pasajeros de un avión comercial, quienes le echaron una porra en pleno vuelo.

A las 13:40 horas, López Obrador abordó en el Aeropuerto capitalino el vuelo AM2596 de Aeroméxico con destino a Reynosa, Tamaulipas.

Tomó el asiento 6C, junto a su vocero, César Yáñez, y frente a su coordinador de seguridad, el General Audomaro Martínez.

A las 14:15 horas, el pasajero Rubén Núñez, quien se identificó como contratista de Pemex, se levantó de su asiento y recorrió el pasillo diciendo: "Vamos a organizar una porra para López Obrador, sale".

Los demás pasajeros lo miraron con incredulidad y casi ninguno asintió, pero el hombre de 61 años regresó a su asiento -a dos filas del candidato- y lanzó la porra desde su asiento: "¡A la bio, a la bao, a la bin, bon, ban, Obrador, Obrador, ra, ra ra"!, gritó él y al menos otros siete pasajeros.

El abanderado del Movimiento Progresista volteó hacia los porristas, agradeció el gesto y comenzó a hablar a petición de éstos.

"Gracias, son días muy difíciles, tenemos que entregar buenas cuentas a las nuevas generaciones, nuestros hijos, nuestros nietos, que cuando menos no nos reclamen que no hicimos nada cuando se estaba destruyendo el País.

"Por eso es nuestro movimiento, vamos muy bien porque aun cuando hay un grupo, por cierto no muy grande, de personas que no quieren que haya los cambios porque a ellos, aunque le vaya mal al País, le vaya mal al pueblo, siempre les va bien. Aun con eso, hay despertar ciudadano porque la gente ya no aguanta esta situación tan terrible", explicó.

Para entonces, al menos una decena de representantes de medios se habían acercado al candidato para grabar el diálogo.

López Obrador reconoció que los jóvenes están despertando en este proceso electoral y que ha tenido buena respuesta en su "peregrinar", a pesar del apoyo televisivo que recibe su contrincante, el priista Enrique Peña Nieto.

Parecía que el peculiar mitin terminaría ahí, pero el diálogo entre López Obrador y los pasajeros continuó.

María Teresa, enfermera de 54 años de edad, confesó que le ha costado trabajo volver a creer en él después de la campaña negra de 2006, ya que en su trabajo le dijeron que si llegaba a la Presidencia, éste le iba a quitar uno de sus terrenos para que ahí vivieran los más necesitados.

"Hubo esa campaña de desprestigio para meter miedo en 2006 de que quien tuviese un terreno se iba a invadir o se le iba a expropiar, o que quien tuviese dos casas se le iba a dejar nada más una. En fin, una serie de mentiras. Nosotros somos respetuosos de los derechos ciudadanos de la propiedad", respondió López Obrador a la pasajera.

Recordó que cuando fue Jefe de Gobierno nunca invadió un terreno ni el GDF promovió invasiones.

"Hay gobiernos que quitan y hay gobiernos que dan. Yo encabecé un gobierno que le daba a la gente, a todos, y aspiro a ser Presidente de todos, de ricos y de pobres", añadió.

En su réplica, la mujer dijo al tabasqueño que tiene un reto titánico por delante si gana la Presidencia, porque mientras el PAN no ha hecho mucho en dos sexenios, el regreso del PRI a Los Pinos, dijo, sería lo peor.

"Sabe qué, señora, ya no quiero que sigamos con esta conversación porque todos estos señores son mirones profesionales, ese es su trabajo, son de los medios de comunicación", dijo el aspirante antes de recibir un aplauso y terminar el diálogo.

López Obrador llegó a Reynosa a las 15:11 horas.


Antonio Baranda enviado, Reforma, 23 de mayo.

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