'Primero, soy mujer, es una obvia diferencia'

Ya avanzado el encuentro, una intervención en la tercera ronda de preguntas roba la atención de los empresarios presentes.

"Yo opino que ya debes de desligarte de Calderón y decirnos: ¿por qué eres diferente a Calderón?", señala un hombre desde una de las mesas dispuestas en el salón del hotel Nikko.

En la comida con integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana, la candidata presidencial del PAN ha dado un discurso que terminó con aplausos de pie de los más de 220 dueños de empresas, entre ellos su padre, Arnulfo Vázquez.

Como ha ocurrido en al menos un par de escenarios más, uno de los asistentes ha tomado el micrófono para decirle que ha rescatado su voto y cuestionarle por qué esa Josefina no es la que permea en la campaña.

Vázquez Mota asegura que ya tiene muchos días en esta faceta, admite que tuvo un arranque complicado y dibuja, por primera vez, la línea que la separa del Presidente de la República, a quien hace seis años coordinara la campaña.

"¿En qué soy diferente al Presidente Felipe Calderón?", repite la pregunta del hombre que le dijo estar seguro que, a diferencia del Presidente, a ella no le van a "temblar las faldas" para atrapar a los pillos.

"Bueno, primero, soy mujer, y esa ya es una obvia diferencia, pero creo que particularmente en algunas agendas, por ejemplo en materia de seguridad, yo he reiterado que no voy a pactar con el crimen organizado".

"Tsss", se escucha desde una mesa al fondo.

Vázquez Mota se explica: "Y el Presidente también lo ha hecho con valor y decisión", subraya, "pero también me parece, y ya lo he dicho, que tenemos que fortalecer urgentemente el combate al lavado de dinero. Y si es necesario, crear una instancia especializada para lograrlo, y también acompañar a las víctimas con toda fuerza y la sensibilidad del Estado".

En la agenda de la candidata, la comparecencia ante la Coparmex no está presupuestada como una aduana difícil. Fue aquí donde Vázquez Mota dio algunos de sus primeros pasos en la vida pública.

Uno de los empresarios le ha dicho: "bienvenida a tu casa".

Antes de dar acceso a los reporteros, la panista ha estado una hora en privado con los empresarios, quienes degustaron un menú de sopa de cinco hongos con esencia de epazote, filete de res con costra de hierbas finas, y de postre bomba de manzana y maracuyá y pastel de cereza Velver. La carta de bebidas incluye tequila, vodka, ron y vino tinto y blanco.

"Quiero un México sin cacicazgos", retoma Vázquez Mota para continuar con las diferencias entre ella y Calderón.

Y recurre a una de sus cartas favoritas: la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo.

"Ya me enfrenté a uno de ellos y nunca me rendí y nunca me supedité, y me siento muy orgullosa que como Secretaría de Educación solamente fui servidora pública de todos ustedes y de sus hijos.

"Y eso me hace sentir muy fuerte y me hace sentir muy libre para tomar las decisiones que el País necesita", agrega.

Adereza su discurso con acusaciones de nexos con el crimen organizado contra el ex Gobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, y la amenaza del regreso al totalitarismo que, asegura, representa el PRI.

"No estoy hablando de peculado", puntualiza, "estoy hablando de lavado de dinero, que en pocas palabras significa que son parte del crimen organizado".

Pasan de las 17:00 horas. A tres horas de haber empezado, la reunión termina. Panistas y empresarios salen contentos.

"Nos fue bien", se palmean la espalda, "ya vamos apretando".


Osvaldo Robles, Reforma, 24 de mayo.

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