Se retirará el Ejército cuando vuelva la paz

El Ejército no puede todavía regresar a los cuarteles, se requiere una policía nacional. No se puede combatir sólo a grandes capos de los cárteles, hay que ir por los mandos medio.



11 DE 12: SEGURIDAD


ENRIQUE PEÑA NIETO

Presencia del Ejército en las calles: ¿sirve o estorba?


El Ejército tendrá que regresar a los cuarteles, pero en este momento es inviable sin cambios institucionales de fondo.

Por otra parte, militares y marinos han realizado una tarea subsidiaria, con poca certidumbre jurídica. En ese contexto, han sido verdaderos patriotas, muy valientes. Y precisamente porque es necesaria su participación, les ayudaría mucho contar con un marco jurídico claro que incluso establezca criterios temporales a su participación.

Todos los mexicanos les tenemos un profundo aprecio por su activa participación en situaciones de emergencia y en otras donde su contribución ha sido decisiva. Debemos preservar ese respeto y admiración.

Lo que necesitamos es mayor eficacia contra el crimen. La estrategia actual ha tenido un enfoque erróneo basado casi exclusivamente en el uso de la fuerza pública. Debemos redefinir las prioridades de esta lucha a partir de una nueva Estrategia Nacional para Reducir la Violencia, que se concentre en reducir el número de homicidios, secuestros, extorsiones y trata de personas, bajo los siguientes principios: fortalecer la prevención del delito y la participación comunitaria, profesionalizar y mejorar la eficacia del sistema de justicia, focalizar las acciones del gobierno federal para recuperar el control y reconstruir el tejido social, y construir una verdadera política de Estado con alcance transexenal. Todo, con el debido soporte presupuestario y la adecuada coordinación entre ámbitos y niveles de gobierno, con un claro liderazgo del gobierno federal.




Se persigue a los cárteles, pero no les merman sus recursos. ¿Cómo resolverlo?


Hay que fortalecer el combate al lavado de dinero mediante mejores controles de los sistemas financieros, la compra de bienes muebles e inmuebles, el registro de propiedad, así como el rediseño de las unidades de inteligencia financiera.



Se capturan capos, sus relevos son más violentos. ¿Cómo romper el ciclo?


Teniendo una estrategia para desmantelar a los mandos medios y no sólo a los grandes capos, particularmente sus brazos armados. Se debe de priorizar el combate al tráfico de armas, así como la investigación de homicidios, para que los responsables de éstos sean detenidos y castigados lo antes posible, disuadiendo con ello la violencia.

De igual forma, es necesario implementar una política nacional de prevención, atendiendo las causas del delito y no sólo sus consecuencias, brindando oportunidades para los jóvenes y la población más vulnerable, poniendo especial énfasis en el crecimiento económico. Lo fundamental es abrir las puertas de la oportunidad y cerrar las de la criminalidad.




Legalizar drogas y/o tenencia de armas: ¿solución o espejismo?

En lo personal, no creo que sea la solución. Aunque no estoy cerrado a que se debatan alternativas. Este es un tema en el que los propios especialistas no se han puesto de acuerdo.

Lo que sí es cierto es que esta opción, para ser viable, exige de un consenso transnacional que actualmente no existe. Lo ideal sería lograr un consenso mundial, pero si éste no es posible, al menos debe haber un consenso regional que incluya a Estados Unidos.




EU: tráfico y consumo sin violencia generalizada. México: tráfico y consumo victimizando a la población. ¿Por qué?


Hay varios factores que explican este fenómeno. Uno de ellos es la debilidad institucional de los cuerpos policiacos en México, frente a policías más profesionales y científicas en Estados Unidos. Otro es la diferencia entre ambos sistemas de justicia. Por último, y más importante, es la estrategia que se implementó en México para combatir el fenómeno del narcotráfico. En Estados Unidos y en Europa la prioridad es combatir la violencia y los delitos que más dañan a la sociedad. Comparto esta prioridad.

Diversas razones explican el aumento inicial de la violencia en México, a principios de este siglo. Por ejemplo, se cerró la ruta de drogas de Sudamérica hacia Estados Unidos por El Caribe, lo que motivó que éstas se introdujeran al mercado norteamericano a través de México. Aunado a esto, México se inundó de drogas cuando los productores empezaron a pagar en especie a los traficantes de México, viéndose estos obligados a venderlas en territorio nacional para obtener su ganancia. Empezaron entonces a enfrentarse los distintos cárteles mexicanos con el objetivo de controlar los mercados de drogas en el país, así como las rutas hacia Estados Unidos.

Es por esto que propongo una Estrategia Nacional para Reducir la Violencia, enfocada a disminuir el número de homicidios, secuestros y extorsiones, los delitos de mayor impacto que está padeciendo nuestra sociedad. No tendremos tregua contra quienes atenten contra la vida, la libertad y el patrimonio de nuestros ciudadanos. El nuevo enfoque será proteger al ciudadano




JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA

Presencia del Ejército en las calles: ¿sirve o estorba?


La seguridad es, sin duda, la principal preocupación de las familias mexicanas. Ofrecerle la certeza a la ciudadanía y las familias mexicanas de que pueden vivir en paz y tranquilidad es la principal responsabilidad a la que debe abocarse el nuevo gobierno. Para lograrlo, se requiere de una política de Estado con los recursos suficientes y con una estrategia integral de combate y sometimiento a la ley de los grupos del crimen organizado.

Reitero que en la tarea por dar tranquilidad y paz a nuestras comunidades vamos a enfocarnos en los delitos que más lastiman a las personas: la extorsión, el secuestro, el robo y los homicidios.

Debemos responder a la exigencia de los ciudadanos de que los delitos sean castigados, sea quien sea el responsable y sea quien sea el político que lo encubra.

Yo no pactaré con los criminales.

Lo que ha fallado hasta ahora en materia de seguridad en México han sido algunos gobernadores que no han podido o no han querido enfrentar a los delincuentes con policías más fuertes y confiables. Los estados más violentos son o han estado gobernados hasta muy recientemente por el PRI.Por ejemplo, en San Luis Potosí hasta ahora se ha realizado el control de confianza a menos del 7% del personal de sus policías. En el Estado de México es el 11% y en Veracruz 14%.

Por eso voy a crear la policía nacional formada por al menos 150 mil policías.

En los casos en que las autoridades locales gobernadores no cumplan con dar seguridad a sus poblaciones y no realicen la certificación de las policías por miedo o por corrupción, la policía nacional estará ahí para proteger a los ciudadanos.

Y los recursos de seguridad pública que ahora se van inútilmente a esos estados serán para financiar las operaciones de la Policía Nacional en ese estado.




Se persigue a los cárteles, pero no les merman sus recursos. ¿Cómo resolverlo?


Para detener el accionar de los cárteles y delincuentes, debemos atacar su principal instrumento de operación, los recursos financieros y materiales que han conseguido con su actuar ilícito. Por ello, me comprometo a hacer de la lucha contra el lavado de dinero un instrumento central del combate a la delincuencia. Impulsaré la investigación de las cuentas bancarias de los delincuentes y de quienes los apoyan. Realizaré investigaciones exhaustivas a negocios para evitar que sean utilizados para lavar dinero.

Esto será posible mediante la introducción de la Cédula de Identidad Nacional, que se ligará al sistema Bancario y al Registro Público de la Propiedad para poder seguir la ruta del dinero de los delincuentes. Promoveré la aprobación de la Ley contra el Lavado de Dinero y mejoraré el diseño institucional y capacidades de la Unidad de Investigación contra el Lavado de Dinero. Asimismo, impulsaré mecanismos para agilizar la extinción de dominio para que los criminales y quienes los ayudan pierdan los bienes que han adquirido como producto del crimen


Se capturan capos, sus relevos son más violentos. ¿Cómo romper el ciclo?


La respuesta debe ser integral:

I. Reconstruyendo el tejido social de los mexicanos.

II.Generando oportunidades de educación y sobre todo empleo.

III. Regenerando la conciencia cívica del ciudadano y haciendo hincapié en la del delito.

IV.Imponiendo mayores penas a los narcotraficantes y desmitificando su labor.

Me comprometo a impulsar una nueva etapa en la lucha contra la inseguridad y el crimen organizado en todos los rincones del país, actuando en distintos frentes simultáneamente.




Legalizar drogas y/o tenencia de armas: ¿solución o espejismo?



El problema del tráfico ilegal de drogas y la violencia y criminalidad asociados no es un asunto que tenga una solución nacional. De nada sirve despenalizar las drogas en un país cuando en la gran mayoría de las naciones en el mundo o en la región se prohíbe su producción, tráfico y consumo. Despenalizar las drogas sólo tendrá efecto cuando se asuma como un asunto multilateral y se despenalice en los principales centros de consumo.

De nada serviría legalizar el consumo de drogas en nuestro país sin una concientización efectiva de los mexicanos sobre el consumo de estas sustancias.

Por ende, y por el momento, es sólo un espejismo.



EU: tráfico y consumo sin violencia generalizada. México: tráfico y consumo victimizando a la población. ¿Por qué?


En México el crimen organizado y los narcotraficantes penetraron la estructura social y el andamiaje institucional del país. Cuando el deterioro en ciertas regiones del país exigió un mayor involucramiento del gobierno federal, se hizo evidente el tamaño del reto.

Para transitar hacia un México con paz y seguridad, propongo: 

Participación ciudadana, condición para consolidar la paz y la seguridad. Se requiere promover una política nacional de participación ciudadana en la seguridad y pacificación del país. Son los ciudadanos organizados quienes junto a los policías pueden identificar y actuar de forma temprana contra potenciales actividades delictivas.

Una policía nacional que cuide a los ciudadanos. La seguridad de los ciudadanos no puede esperar a que estados y municipios resuelvan las dificultades que enfrentan con sus policías locales. Estableceré una policía nacional de por lo menos 150,000 policías federales que permitirá reducir la violencia, apoyar a las entidades federativas que están en situación crítica y recuperar territorios que están dominados por los criminales.

Capacitación policial y formación de policías. Fundaré tres grandes academias de capacitación policial, con la participación de las universidades de mayor prestigio y los académicos más calificados del país.

Haré de la lucha contra el lavado de dinero un instrumento central del combate a la delincuencia.

Promoveré ante el Congreso la instauración de la cadena perpetua a políticos, que hayan ayudado, y se hayan beneficiado de ello, a las organizaciones criminales. Y no hay mejor política de prevención de la criminalidad, que la educación. Es imprescindible que nuestros jóvenes permanezcan en las aulas y no en las calles. Con este fin, haré efectiva la obligatoriedad de la Educación Media Superior y duplicaré el número de b




ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

Presencia del Ejército en las calles: ¿sirve o estorba?


El Ejército y la Marina son baluartes de nuestra soberanía nacional. Hoy día, estas instituciones están sometidas a un desgaste frente a los ciudadanos al ser utilizadas en tareas de seguridad pública para las que no están preparadas. El Ejército y la Marina, que son pueblo uniformado, sólo deben ser usadas en funciones que mandata expresamente la Constitución.

En las actuales condiciones de falta de coordinación de los cuerpos de seguridad pública en el país, deficiente control, aptitud y competencia profesional, la presencia de las fuerzas armadas suple a la policía donde ésta ha sido severamente rebasada o infiltrada por el crimen organizado.

En mi carácter de Presidente de la República tendré reuniones diarias con el gabinete de Seguridad, todas las dependencias trabajarán en forma coordinada, habrá mando único y acciones conjuntas con autoridades estatales y municipales. Habrá una sola oficina de inteligencia. El combate al crimen organizado es más un asunto de inteligencia que de fuerza.

Se creará una nueva Policía Federal, nacional, eficaz, disciplinada, honesta y comprometida realmente con la sociedad. Su formación estará basada en la enseñanza de valores cívicos y morales y en el aprendizaje de técnicas de excelencia policiaca. Esta nueva policía gradualmente se irá haciendo cargo de las tareas que hoy llevan a cabo el Ejército y la Marina, cuyos integrantes tienen que regresar a sus cuarteles.

El Ejército debe salir de las calles con honores, con el reconocimiento público al deber cumplido en una etapa en la que su presencia se volvió imprescindible en muchas regiones del país para garantizar la paz y la seguridad públicas



Se persigue a los cárteles, pero no les merman sus recursos. ¿Cómo resolverlo?


Es imprescindible combatir con inteligencia las fuentes de financiamiento y lavado de dinero del narcotráfico y crimen organizado a gran escala. Se le seguirá la pista al blanqueo de dinero, en la red financiera de México y del mundo, así como en empresas nacionales y extranjeras.

Para que su combate sea efectivo, es necesario reconocer que los grandes flujos de recursos pasan por los sistemas financieros instituidos en los ámbitos nacional y global.

Se requiere la conformación de unidades de inteligencia financiera especializadas en todos los ámbitos y en los tres niveles de gobierno, que cuentan con los instrumentos legales para allegarse de la información y puedan actuar en el aseguramiento de los bienes financieros vinculados a la economía criminal.

Es necesario sellar las fronteras al flujo de recursos provenientes del tráfico de drogas, personas, armas, dinero y mercancías.

Se solicitará con firmeza al gobierno estadounidense que se abstenga, y que por ningún motivo, se hagan en nuestro territorio labores de inteligencia, que se introduzcan armas o dinero sucio a nuestro país.




Se capturan capos, sus relevos son más violentos. ¿Cómo romper el ciclo?


El contubernio de autoridades y policías con la delincuencia organizada es factor determinante de este círculo perverso. En la lucha contra la corrupción crearemos los mecanismos políticos, jurídicos y judiciales para mantener el control de las autoridades y de las corporaciones policiales y ministeriales que combaten a la delincuencia.

En el ámbito policial, un enfoque alternativo, es concentrar inteligencia y controlar la acción policíaca en el combate a los delitos violentos y de mayor impacto, los que más agravian a la sociedad y desarticular las bandas intermedias.

El problema de la inseguridad va más allá de lo policial, presupone un buen Gobierno; una necesaria política de participación ciudadana que promueva la cultura de la denuncia, combata la impunidad y genere condiciones favorables a la convivencia social.

El gobierno dejará de ser, por autoritarismo o por omisión, el principal violador de los derechos humanos. Habrá atención y apoyo a familiares de víctimas asesinados, desaparecidos por la llamada guerra contra el narcotráfico o por la represión gubernamental.

La reconstrucción del tejido social formará parte fundamental de una estrategia de seguridad ciudadana. En síntesis: para garantizar la tranquilidad y la paz, para serenar al país, lo primero es que haya oportunidades de trabajo, que haya bienestar, atención a los jóvenes y que no se permita la corrupción en el gobierno. Así vamos a garantizar la tranquilidad y la paz para todos los mexicanos.




Legalizar drogas y/o tenencia de armas: ¿solución o espejismo?


Legalizar drogas: 

La legalización de las drogas es un tema de gran controversia a nivel mundial, que requiere antes que nada una amplia y abierta discusión en el país en los ámbitos político, académico y social.

Sin esta reflexión como sociedad, y de las conclusiones que de ella pudieran desprenderse, en el contexto geopolítico actual, es absolutamente inviable una determinación unilateral de México para legalizar las drogas.

Algunos aspectos que debemos considerar antes de tomar una decisión son: objetivos; producción, venta; exportación; impacto económico, social, en la salud; y consecuencias internacionales.

El uso de drogas en nuestro país para consumo individual está regulado. El tema debe verse como un asunto de salud pública y de educación. Quienes las consumen no son considerados delincuentes; no así la producción, distribución y comercialización.

Se establecerá un sistema nacional de salud para la atención de las adicciones, que atienda el grave problema de la drogadicción, con énfasis en la prevención, la rehabilitación y la reincorporación fraterna a la familia y a la sociedad.

La proliferación de armas no es una alternativa a la crisis de inseguridad. Eso sólo escalaría el conflicto y exacerbaría la violencia. México tiene la responsabilidad de controlar sus propias aduanas para impedir el tráfico ilegal de armas. Hay que combatir la posesión ilegal de armas de fuego, con los mecanismos y procedimientos al alcance del Estado y por el convencimiento a la sociedad. Impedir el ingreso de armas de fuego de otros países, mediante los acuerdos bilaterales y multilaterales, con retenes efectivos y frenos reales en las fronteras



EU: tráfico y consumo sin violencia generalizada. México: tráfico y consumo victimizando a la población. ¿Por qué?


Existe un alto grado de violencia en Estados Unidos como resultado del tráfico y el consumo de drogas. La violencia persiste tanto en las redes de venta al menudeo y en las decenas de miles de bandas, distribuidas en todo el territorio de la Unión Americana. La violencia macro o en gran escala no se manifiesta, al entrar la droga muy pronto a las áreas de comercialización, distribuidas en todos los estados sin excepción, en donde la colusión con autoridades también se da en forma muy importante.

En México se privilegió la captura o muerte de los capos, sin atender con la suficiente contundencia la estructura de los cárteles y las estrategias que permitieran su desmantelamiento.

La deficiente atención al desarrollo juvenil, la carencia de oportunidades personales de crecimiento e inclusión social, ha permitido que las bandas de crimen organizado tengan un semillero en diferentes regiones del territorio nacional. Estados Unidos y México tienen condiciones y estrategias diferentes. El actual combate al narcotráfico en nuestro país ha provocado una terrible tragedia que ha lastimado a decenas de miles de familias. En lugar de guerra, necesitamos una estrategia de paz basada en el bienestar y la participación de la gente.




NOTA: Las respuestas de cada candidato se publican íntegras y tal como fueron entregadas a Grupo Reforma. El único requisito del ejercicio fue que la longitud de cada respuesta fuera de un máximo de 1,900 caracteres.

 Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, Reforma, 24 de mayo.

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