Sufre Peña en la Ibero

Enrique Peña Nieto se salió del área de confort en la que se había movido durante su campaña, y encontró ayer un ambiente hostil en la Universidad Iberoamericana, en donde tuvo que esconderse de algunos alumnos que protestaban por su presencia, y salir a paso veloz en medio de gritos de rechazo.

La visita del candidato de la coalición Compromiso por México se dividió en dos fases:
 
Un diálogo que se prolongó más de una hora, en el que respondió 20 preguntas -casi todas críticas-, y que transcurrió en medio de una guerra de porras y abucheos afuera del auditorio José Sánchez Villaseñor del Campus Santa Fe.

La segunda fase fue su huída ante los ánimos crispados de un grupo de alumnos que, organizados con dos días de anticipación, lo persiguieron por algunos pasillos gritándole "¡fuera, fuera!" y lo obligaron a cancelar su entrevista con Radio Ibero 90.9 y a salir corriendo de la universidad.

 
 
El diálogo
 
El equipo de Peña preparó su visita a la Ibero con antelación. Primero cambió la fecha en la que originalmente acudiría a los diálogos organizados dentro de un programa denominado "Buen Ciudadano Ibero". Así, en lugar de acudir el 25 de abril, acudió ayer, en viernes, un día en el que se reduce significativamente la presencia de estudiantes, pues la mayoría de las clases en la UIA se concentran de lunes a jueves.

Desde antes de las 8:00 horas, los grupos @ectivistas y eje (enlace de jóvenes con Enrique) arribaron a la Ibero -algunos transportados en autobuses-, para ser los primeros en ingresar al auditorio, donde la conferencia daría inicio a las 10:00 horas.

Los simpatizantes de Peña se distinguían por portar cartulinas en las que se leía, de un lado el hashtag #ContigoHastaLosPinos, y del otro la dirección de la página www.ectivismo.com.

El madruguete molestó a algunos estudiantes que ya no pudieron entrar al auditorio -con capacidad para 450 personas-, a pesar de haber llegado desde las 8:30 horas.

Personal de seguridad de la Ibero se quejó, además, de que el equipo de Peña metió a decenas de personas que no estaban en la lista original de invitados del candidato, algunos prestándose los pins que los identificaban como miembros de su staff.

Aún así, pudieron entrar al auditorio unos cien alumnos que, desde antes de que llegara Peña Nieto, manifestaron su repudio con letreros pintados sobre folders. Fernando Esquivel y Jesús Enríquez, por ejemplo, levantaron carteles en los que se leía "ni un aplauso a este asesino", "EPN: México no te quiere" y otro que simplemente rezaba: "te odio".

Afuera del auditorio se concentraron más de 800 alumnos, entre los que resaltaba un grupo de jóvenes que levantaban sobre sus cabezas cartulinas con letreros hechos a mano: "asesino", "no más feminicidios", "la Ibero no vota EPN" y "somos estudiantes no comerciables". También llevaban consigo caras de Salinas pintadas sobre papel bond, copetes de Peña teñidos de rojo y una manta en la que se leía "Todos somos Atenco".

Separados de ellos, había decenas de ciberactivistas del PRI con sus cartulinas rojas impresas profesionalmente.

Peña llegó a las 10:15 horas y pasó enfrente de ambos grupos, lo que desató una primera guerra de gritos y rechiflas.

Dentro del auditorio, lo primero que hizo Peña después de saludar fue exaltar "el ánimo de efervescencia" que encontró a su llegada a la casa de estudios.

Pidió respeto para poder exponer su visión del país y advirtió: "podrán algunos estar de acuerdo o no, y quienes no lo estén, espero aunque sea un poco, poderles convencer. Y si no, tampoco pasará nada".

Peña expuso sus propuestas en seguridad, economía y educación. Ofreció que en su sexenio todos los jóvenes tendrían acceso a la preparatoria, elevar la cobertura de educación universitaria del 30 al 45 por ciento y dotar de computadoras a 4.2 millones de alumnos de quinto y sexto grados de primaria.

Prometió elevar la calidad educativa y lanzó desde la Ibero un mensaje al SNTE: "el sindicato magisterial tiene participación para velar por los intereses y derechos laborales de sus agremiados, no para intervenir en la política educativa del país. Esa corresponde, sólo y exclusivamente, al Estado".

Tras 20 minutos de exposición, se le plantearon cinco rondas de cuatro preguntas, en su mayoría incómodas.

Peña -cuyo equipo presume como si fuera un logro el que ya pueda debatir y enfrentar cuestionamientos espontáneos, sin trastabillar como lo hizo en la Feria del Libro de Guadalajara- respondió con soltura y hasta con desenfado.

Endureció el rostro cuando se le cuestionó por la deuda que dejó Humberto Moreira en Coahuila; cuando la estudiante Ximena Muñoz le preguntó si seguiría el modelo económico implantado por Carlos Salinas "y ha dejado 50 millones de pobres", o cuando Adrián Arroyo le pidió decir cómo le va a hacer para que en el país no haya la baja competitividad, los feminicidios y la incidencia delictiva del Estado de México.

Encaró también a José Miguel Barberena, que le preguntó qué valores difundiría como Presidente "si hoy se promueve como un producto de la mercadotecnia y no como un verdadero político".

No le preguntaron por sus tres libros preferidos, pero sí por los tres sindicatos que considera más poderosos, y respondió a botepronto: el de los maestros, el de los petroleros y el de la CFE.

Afuera los ánimos se caldeaban, pues la diputada priista Carolina Viggiano decidió encarar a los jóvenes que portaban la manta de Atenco y una cartulina con la palabra "AMLOVE".

"¿Para qué lo invitan, si lo van a insultar?", les preguntó la también esposa del gobernador Rubén Moreira.

"No son estudiantes, son operadores de López Obrador", acusó la priista, quien se identificó como coordinadora de enlace con la sociedad civil de la campaña de Peña Nieto.

Coordinados con Viggiano, los @ectivistas del PRI se colocaron delante de los antipeñistas con sus cartulinas rojas, y trataron de opacarlos gritando "¡Peña Presidente!".

Dentro, el priista se envalentonaba. Pedía a los asistentes bajar sus letreros ("ya los leí", les dijo), y se reía de las caras de Salinas que de vez en cuando emergían entre las butacas.

Antes de despedirse, el candidato decidió improvisar: "me falta la de Atenco".

Dicho esto, justificó el uso de la fuerza pública en mayo del 2006, por la que hubo decenas de denuncias por abusos y violaciones a los derechos humanos.

"Fue una decisión que asumo personalmente, para restablecer el orden y la paz, lo hice en el uso legítimo de la fuerza que corresponde al Estado", añadió, y salió por la puerta de atrás del auditorio.

 
 
La huída
 
Las autoridades de la Ibero y el equipo de seguridad del candidato lo condujeron por un pasillo hasta la explanada, y de ahí a la cabina de Ibero 90.9.

Al descubrir que habían sido burlados, los alumnos inconformes corrieron hasta la escalinata de la explanada, pero ya no lo alcanzaron y desde ahí gritaron consignas: "¡Fuera, fuera!", "¡se ve, se siente, Enrique delincuente!".

Un zapato voló en medio del alboroto, pero no le alcanzó a dar.

Peña llegó hasta la puerta de la cabina de radio, en el segundo piso del edificio P; pidió un momento para ir al baño y tuvo que bajar un piso, donde fue descubierto por algunos alumnos. Permaneció encerrado en el baño,
según relató el conductor de Ibero 90.9 que en ese momento anunciaba la cancelación de la entrevista.

Al salir, Peña deliberó unos minutos con su jefe de escoltas, el capitán del Estado Mayor Presidencial Gustavo Cuevas. Tres veces le preguntó por donde salir, mientras un grupo gritaba: "Atenco no se olvida".

En el estacionamiento de profesores y empleados lo esperaba una Suburban negra blindada.

Para llegar a ella, Peña tuvo que caminar más de 100 metros, perseguido por "la prole" que le gritaba "cobarde". Aceleró el paso al llegar al estacionamiento, sus escoltas y guardias de la Ibero corrieron detrás de él, protegiéndolo.

El priista se colocó atrás de la camioneta, volteó a ver a sus detractores y se despidió de ellos levantando la mano derecha con el pulgar en alto.

Mientras, los alumnos seguían gritándole consignas.

 
 
 
 
Confrontado

Peña Nieto se vio prácticamente sitiado por opositores en la Ibero. 

10:15 hrs. Contesta 20 preguntas en el auditorio. Al final, reivindica su actuación en el caso Atenco, lo que sube la tensión. Sale por la puerta trasera del auditorio. 

11:40 hrs. Se dirige al edificio P, donde está Radio Ibero. Su equipo decide suspender la entrevista por la presencia de estudiantes y planea su salida afuera de un baño. 

12:15 hrs. Peña sale del edificio P, camina unos 100 metros perseguido por estudiantes hasta el estacionamiento, sube a su camioneta y sale por la puerta 5. 
 
 
 
Pulso Twitter
 
Peña defendió la pluralidad tras salir de la Ibero.


Ernesto Núñez, Reforma, 12 de mayo.

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