...Y toman precauciones perredistas

A diferencia de Enrique Peña Nieto, del PRI, y Josefina Vázquez Mota, del PAN, el aspirante a la Presidencia de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, sí ha estado en todas las entidades que tienen más problemas de inseguridad y una presencia importante de cárteles del crimen organizado.

Sin embargo, entre las medidas implementadas, el tabasqueño y su equipo viajan a esas zonas siempre de día y cuando cae el sol procuran estar ya volando de regreso o en el aeropuerto.

El tabasqueño ha estado en Tamaulipas, Coahuila, Durango, Zacatecas, Nuevo León, Sinaloa y Chihuahua, entidades que juntas acumulan el 60 por ciento de las más de 12 mil muertes relacionadas con la violencia desatada por la llamada guerra al narcotráfico ocurridas en 2011, según el Ejecutómetro elaborado por REFORMA.

Cada vez que le preguntan por su seguridad, Andrés Manuel López Obrador responde que él no tiene nada qué temer, pero en sus visitas a las entidades con mayor presencia del crimen organizado, su equipo de seguridad prende las alertas y recibe mensajes de políticos locales que le piden prudencia y atención.

"Nos preocupan los enemigos de Andrés Manuel porque ya está muy arriba en las encuestas reales, no en las maquilladas, entonces le pedimos que se cuide más para que no vaya a sufrir un atentado", contó un candidato que habló con él durante la gira que hizo el tabasqueño en Chihuahua el 28 de abril.

"Son mafiosos muchos de ellos, los potentados, y nos preocupa su seguridad. Nada más le pedimos que se cuidara más porque son muy cabrones. Se escuchan 120 mil asesinados, uno más, es nomás uno. Puede ser él, puedo ser yo, o usted".

Cuestionado específicamente sobre estas advertencias, López Obrador no responde claramente. "Nosotros sostenemos que no hacemos mal a nadie y el que lucha por la justicia no tiene nada que temer", ha dicho el tabasqueño.

En Durango, López Obrador había dicho que a pesar del peligro, le pedía a los candidatos de su coalición hacer campaña en todos lados.

Gloria González acudió al mitin que dio a las 16:00 horas en calle de Torreón. Ella vive en Gómez Palacio y fue candidata del PT a la alcaldía de ese municipio duranguense.

"Aquí es como si hubiera un toque de queda a las 7 de la noche. A la gente las asaltan saliendo del trabajo. A la policía le llamas porque te robaron y nunca van. No tenemos vida", afirmó antes de incorporarse a la manifestación.

Como huyendo del toque de queda, López Obrador y su comitiva dejaron la Laguna justo al anochecer.

 
 
Imposible hacer campaña
 
Dos días después de la visita a Durango, la comitiva del candidato aterrizó en Aguascalientes por la mañana y emprendió un camino de dos horas hasta Fresnillo, Zacatecas.

En el trayecto el convoy se encontró con varios de militares. En el límite entre los dos estados, lo que parecía ser una caseta de peaje resultó un punto de revisión automatizada, con múltiples cámaras apuntando hacia los vehículos y sus ocupantes, ante la quieta vigilancia de los soldados.

"Han utilizado al estado pues como, yo no sé si por la impunidad o la complacencia, como un refugio de las organizaciones delictivas", dijo el candidato a senador David Monreal, cuyo hermano Ricardo es el coordinador general de la campaña del tabasqueño.

"Hacia acá hacia el sur se habla de pueblos completamente posesionados por estas organizaciones. No se puede hacer campaña, es muy complejo", aseguró.

El candidato dijo la semana pasada que a donde va palpa el sentir del pueblo mientras camina hacia el templete junto a la muchedumbre en las plazas públicas que visita.

"Voy saludando en todo el recorrido, (...) es muy afectuoso, pero me sirve mucho para escuchar a la gente, recojo los sentimientos de la gente, me dicen no sé cuantas cosas", afirmó el jueves pasado tras su visita a Texcoco.

Más allá de los breves intercambios de palabras en el apretadero y la gritadera de los mítines, durante sus giras López Obrador habla sólo con candidatos, empresarios, agricultores o personas cercanas a su movimiento.

 
 
Sin más escoltas
 
Audomaro Martínez, General retirado y responsable de la seguridad de López Obrador desde la anterior campaña presidencial, asegura que en las plazas más calientes no incrementan el número de escoltas y que no recurren a camionetas blindadas porque sirven de poco cuando alguien está determinado a asesinar.

La calma y normalidad que quiere transmitir, contrasta con lo que ocurre en los mítines o los traslados.

En el hotel de Chihuahua al que llegó el candidato -y sólo por un par de horas, mientras iniciaba su mitin-, los seis escoltas vigilaban cada rincón. No se despegaban de la puerta de su habitación y hacían rondines por los pasillos, la recepción y la calle.

"Hay en todo el país miedo e inseguridad, temor por la violencia. Es muy lamentable que esto pase en el país, en los estados del norte, pero también en Veracruz todo lo que está sucediendo es muy lamentable", comentó López Obrador.

"En estos estados está el Ejército y la Marina, hay patrullaje en las calles y sin embargo sigue habiendo asesinatos. Por eso tiene que cambiar la estrategia".

 
 
 
En zonas de riesgo

Algunos de los estados con mayor cifra de narcoejecuciones que ha visitado Andrés Manuel López Obrador.


(Número de ejecutados) 



Chihuahua:1,940*
Nuevo León:1,782
Sinaloa:1,411
Durango:948
Tamaulipas:675
Coahuila:594
Zacatecas:152
Baja California:142



*Fuente: Ejecutómetro 2011


José David Estrada, Reforma, 17 de mayo.

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