El candidato a la gubernatura de Jalisco por el Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, presentó un denuncia ante la Procuraduría de Justicia del Estado por amenazas de muerte que, dijo, recibió uno de sus hermanos, además de que aseguró que en los últimos días su familia ha sido blanco “de hostigamiento y acoso”.
Dijo que la “guerra sucia” en las elecciones estatales llegó a un límite, luego de que su hermano fue amenazado de muerte por celular, su familia hostigada, sus hijas fotografiadas al salir de la escuela, investigan sus propiedades y empresas, “pero el exceso es una acusación de lavado de dinero del narcotráfico”.
El aspirante responsabilizó de los ataques a “Aristóteles Sandoval, aspirante del PRI-PVEM, y a Raúl Padilla, ex rector de la UdeG”.
Sin embargo, dijo que por supuesto espera que el asunto se encajone, “ya que no tengo fe en las instituciones de justicia, pero es para dejar antecedente de la ‘guerra sucia’ y de dónde viene”.
En conferencia de prensa, dijo que el domingo por la noche su hermano recibió una llamada a su celular donde se le amenaza de muerte, llamada que provino de un número privado.
El aspirante del PRI-PVEM, Aristóteles Sandoval, continuó con mítines en colonias populares y llegó a Santa Eugenia, en Tonalá, donde lamentó que “las personas de la tercera edad no tengan apoyos en protección, salud y empleo”, por lo cual prometió tener programas especiales y exigir que se apliquen los de las dependencias federales. Enfatizó que al llegar a la gubernatura reforzará y creará nuevos apoyos a las clases más necesitadas, porque ese es el estilo del nuevo PRI.
Insistió que se tendrá un fuerte apoyo a la educación, con becas y transporte gratuito a los estudiantes, para que se alejen de las drogas y de la delincuencia.
El candidato panista Fernando Guzmán al reunirse con líderes cristianos en esta ciudad prometió continuar con un gobierno laico de llegar a la gubernatura, para “no asumir ninguna religión en particular ni imponer ninguna religión, el Estado debe ser laico y respetuoso, pero no ser un Estado antirreligioso porque el laicismo no es antirreligioso, debe ser laico y neutral”.
Los dirigentes indicaron a Guzmán Pérez que frecuentemente a las comunidades cristianas los diversos candidatos a puestos de elección popular les piden su voto, pero cuando llegan al poder los dejan a un lado para ocupar puestos públicos, ya que les dan preferencia a personajes que profesan la religión católica.
El aspirante insistió en su respeto al gobierno laico. Reiteró que impulsará la creación de empleos con la constitución de instituciones financieras estatales con crédito a la palabra, para impulsar los micronegocios, además de crear más escuelas de educación media y superior.
Germán Ramos corresponsal, EL Universal, 5 de junio.
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