Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada: AMLO

Arropado por un Zócalo lleno de los contingentes del movimiento progresista y simpatizantes, Andrés Manuel López Obrador cerró su campaña donde se comprometió a no divorciarse del pueblo de México una vez que llegue a la Presidencia de la República y menos a fallarle al país, pues eso, dijo, sería una canallada.

“No se preocupen, no les voy a fallar, no voy a traicionar al pueblo de México, soy muy consciente de mi responsabilidad histórica, no es sólo un asunto político, tiene que ver con los afectos; sería una canallada fallarles, no lo voy a hacer nunca…”, lo que arrancó gritos de “Presidente, Presidente”.

Con la ausencia de su eventual secretario de Educación, Juan Ramón de la Fuente, López Obrador prometió estar a la altura de las circunstancias que requiere el país y aseguró que están dadas las condiciones inmejorables para ganar la Presidencia de la República este domingo, pues aseveró que habrá de obtener “muchos votos” de priistas y panistas e incluso de algunos dirigentes de esos partidos que se sumaran a los millones de ciudadanos para su causa.

López Obrador presumió a su gabinete, y  arropado por  sus huestes a diferencia del segundo debate, ahora si nombró a Adolfo Hellmund, su eventual secretario de energía involucrado en el presunto pase de “charola” por seis millones de dólares a igual número de empresarios para la campaña del tabasqueño.

Dijo que no será un presidente subordinado a ningún grupo de interés  y solo tendrá “como amo, al pueblo de México”.

Recalcó que en su gobierno no habrá perseguido políticos, ni exiliados y aseguró que habrá respeto para sus adversarios.

“No habrá perseguidos ni destierros, no buscamos venganza sino justicia, no tenemos rencores pues sólo queremos la transformación de México”, aseguró.

López Obrador aseveró que ganará las elecciones presidenciales y presumió su encuesta, donde, dijo, va tres puntos arriba del priista Enrique Peña Nieto, pero pidió a sus simpatizantes no confiarse y llevar a votar a toda su  familia además de vigilar las casillas “para consumar la transformación de México”.

En ese sentido aseguró que de ganar la Presidencia del país, ya no habrá mas guerra en México, ni más violencia o muertos por la lucha contra la delincuencia organizada.

En mi gobierno, dijo, ya no habrá más muertos por la violencia ni violaciones a los derechos humanos, pues dejaremos atrás los odios y resentimientos.

“Ya no habrá un gobierno sectario ni un comité al servicio de una minoría”.


Alejandro Páez y Blanca Estela Botello, La Crónica, 28 de junio.