“Jaliscienses confían en mi experiencia”


Para nada se muestra como un candidato derrotado, aun cuando ninguna encuesta le favorece. Al contrario, Fernando Guzmán espera que el domingo 1 de julio, los ciudadanos que siempre han apoyado al PAN, pero también los indecisos, al llegar a la casilla lo lleven a ser el cuarto gobernador consecutivo del PAN en Jalisco.
El abogado capitalino avecindado hace más de 30 años aquí asegura que los jaliscienses no apoyarán al viejo régimen del PRI, que representan sus adversarios Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro, aun cuando ahora está en las izquierdas “que nada representa”. Observa que entre ellos se hacen “guerra sucia” y que al PAN no le toca, ni la hace. “Ellos están en un deslinde que avergüenza al final de la contienda, que como en el barco que se hunde, saltan las ratas conforme sube el agua”.
Guzmán hace menos las versiones de que la mala administración del gobierno actual de Emilio González, con su embriaguez pública y su sonora mentada de madre a sus detractores le desfundó su candidatura. Rápido se defiende: “En la boleta no va a estar el gobernador Emilio, quizá por la mente de algunos electores pase el recuerdo de la mentada, pero en la mayoría de los votantes estará el resumen positivo del actual gobierno”.
Más envalentonado, Guzmán insiste que el PAN ha demostrado que está para ganar elecciones, no encuestas, tal como se ha visto en las tres anteriores elecciones para gobernador, donde antes de las votaciones se tenían a candidatos azules perdedores y resultaron al contrario, triunfadores.
Acepta que no podrá recuperar todos los municipios de la zona metropolitana, pero sí Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco, tanto por tener buenos candidatos como por las malas administraciones priístas y de la izquierda, que sólo provocaron más delincuencia y desgobierno.
Sin embargo, Fernando se detiene para hacer una evaluación más real. “Tenemos una elección que se plantea muy competida, donde los candidatos Alfaro, Aristóteles y Guzmán comparten al tercio las posibilidades de ganar, pero esto sólo en la metrópoli. En el interior es una elección de dos, donde Alfaro no tiene presencia, no tiene fuerza, por eso la competencia está entre el PRI y el PAN. Aun con estos escenarios se va a resolver el 1 de julio con un triunfo para nosotros”.
Insiste que los electores jaliscienses no le darán la espalda, aunque las encuestas lo desdibujan. “Saben que nuestra opción está más vinculada a los valores a las familias, que plantea como prioridad la seguridad y el empleo como fuerza para impulsar el futuro de Jalisco, ahí se va a decidir el voto en las personas que confían en nuestra experiencia, lo cual nos da ventaja”.
Forzadamente acepta que los 18 años en el poder en Jalisco desgastó al PAN, pero insiste en que hay avances y resultados, como es la lucha contra la pobreza y la inseguridad, porque no se tienen las condiciones de otros estados, donde aclara que en su mayoría los gobierna el Revolucionario Institucional, como en Nuevo León y Tamaulipas. Insiste que hay honestidad, que permite al ciudadano apoyar al PAN, porque sabe que deja en buenas manos a su estado, a su casa y a sus hijos.
El Universal, 18 de junio.

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