Peña pide el voto para devolver la paz al país

Enrique Peña Nieto pidió a los mexicanos su voto de confianza en las elecciones presidenciales del próximo domingo para devolver a México “la paz, tranquilidad, seguridad y crecimiento”; afirmó que en esta disputa electoral “no habrá derrotados porque el único ganador será México”, y vaticinó que el 1 de julio su triunfo “será contundente e inobjetable”.

Al cerrar su campaña rumbo a Los Pinos en el Distrito Federal, ante unas 100 mil personas reunidas en el Estadio Azteca, Peña Nieto ofreció dejar atrás “las prácticas de la vieja política” y dijo que su confianza está puesta “en ganar para transformar a México, en ganar para derrotar al miedo, a la falta de crecimiento y a la inseguridad”, señaló.

En el día 87 de su campaña, Peña Nieto dijo a sus seguidores que su voto “es por la paz y la libertad de todos los mexicanos, el voto por nosotros es un voto por un México incluyente y sin pobreza, el voto por el cambio con rumbo es por más educación y de calidad para todos”, afirmó.

Propuso “un nuevo camino para México, de paz, progreso y crecimiento”; dijo que su proyecto representa un cambio seguro y con estabilidad, e insistió en que desea ganar “para ejercer un gobierno democrático y sin exclusiones.

Se dijo muy motivado para llegar a la meta: “Cumplí mi palabra. Ofrecí una campaña de ideas, propuestas y de compromisos, y eso es justamente lo que he venido haciendo. En todo momento hicimos una campaña propositiva, que respeta a la sociedad mexicana, que respeta la ley, que conoce a las instituciones y promueve la unidad de todos los mexicanos, subrayó.

Añadió que el suyo es “un proyecto moderno que promueve y respalda los valores democráticos e impulsa la transparencia y rendición de cuentas; sabemos competir, ganar y también sabemos gobernar en democracia”, enfatizó.

Destacó que entre los proyectos en disputa, uno representa “más de lo mismo, inseguridad, violencia, desempleo y más pobreza para México” (dijo en relación al PAN), mientras que el otro “es el del populismo autoritario, que no rinde cuentas, que no respeta las reglas y desprecia las instituciones (señaló sin mencionarlo por su nombre al PRD)”.

Dijo que los mexicanos “ya no quieren más de lo mismo y menos dar un salto al vacío; la gran mayoría de los mexicanos apoyan nuestro proyecto, un proyecto incluyente, comprometido y democrático, un proyecto responsable, con rumbo y liderazgo.

Afirmó que en el PRI “llegamos fuertes y unidos; llegamos con la seguridad de que vamos a triunfar el 1 de julio y estamos a tan sólo una semana de ganar la Presidencia de la República”, sostuvo al señalar que en su recorrido de casi tres meses de campaña por todo el país pudo apreciar “el brillo en la mirada de los niños indígenas, quienes se alegran con las cosas sencillas de la vida.

“Pude sentir la fortaleza de espíritu de las personas con discapacidad y valorar la sabiduría de los adultos mayores; compartí con miles de jóvenes su entusiasmo y optimismo de que viene un mejor futuro para México”, finalizó.

Sin embargo, dijo que en este trayecto pudo ver también “los rostros de dolor de las víctimas de la violencia y la impunidad, pude sentir la angustia de quienes han perdido su empleo, de las amas de casa que batallan porque el dinero no les alcanza; pude palpar la inaceptable pobreza en pleno siglo XXI que padecen aún millones de familias mexicanas”, indicó.

Afirmó que tiene claro que quien aspira a ser presidente de la República tiene la obligación de escuchar y gobernar con todos y para todos: “En esta elección no habrá derrotados, porque con el proyecto que encabezo, todo México va a ganar”, garantizó.


Luciano Franco, La Crónica, 25 de junio.