El candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, ofreció desde ahora sentarse a dialogar con sus contrincantes Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, de las izquierdas, en caso de ganar las elecciones del 1 de julio próximo, para crear un México unido, y conversar con ellos sobre sus proyectos y la posibilidad de integrar estos a su plan sexenal de trabajo.
El candidato tricolor expuso lo anterior luego de la firma del Plan de la Concertación Mexicana, que reúne a los ex dirigentes nacionales del PAN y del PRD, Manuel Espino y Rosario Robles, así como a académicos, políticos y sociedad civil, quienes sumaron su apoyo al ex gobernador del Estado de México en su camino hacia Los Pinos.
Durante el evento, uno de los oradores, el ahora senador independiente René Arce, fundador y ex militante del PRD, aclaró que "el apoyo a Peña Nieto no es incondicional, ya que (el priista) deberá cumplir durante su gobierno requisitos indispensables como el respeto a la diversidad de ideas y a las libertades de expresión y de manifestación, además de ejercer un gobierno democrático", planteó.
Dicho Plan, en su manifiesto, según leyó frente a Peña Nieto, la ex perredista Robles Berlanga, afirma que "en el sexenio actual inició un proceso de regresión autoritaria y se permitió el empoderamiento del crimen organizado, dejando al país asolado por la violencia, a la deriva en lo social y lo económico".
En este mosaico político "inédito", como le llamó el propio aspirante priista, Peña Nieto aseguró que "aquí no estamos volteando ni a la izquierda ni a la derecha; estamos viendo de frente, queremos ver hacia el futuro, queremos construir desde el presente un mejor futuro para la nación, independientemente de las más legítimas deferencias políticas e ideológicas", resaltó.
Ahí, el candidato señaló que apenas se conozcan los resultados de la elección del 1 de julio, deberá comenzar un proceso de unidad y reconciliación nacionales, y dijo que en caso de que sea él quien obtenga el triunfo, dará inicio a esa etapa en forma inmediata.
Posteriormente, en rueda de prensa, el político mexiquense aseguró a este respecto y a pregunta expresa, que estaría dispuesto a sentarse a dialogar con sus adversarios en esta contienda, pero no solo con ellos (Vázquez Mota y López Obrador), sino con todos los sectores, organizaciones que compartan y no su proyecto de nación.
En los jardines de un restaurante capitalino, Peña Nieto ofreció ayer un discurso dedicado prácticamente a resaltar la importancia de privilegiar las coincidencias sobre las divergencias, el respeto a las diferencias, pero sobre todo a la unidad , resalto.
La ex dirigente nacional del PRD, Rosario Robles, presentada en el evento como "analista política", fue la encargada de dar lectura al Plan de Concertación Mexicana que reconoce, de manera inicial que "el proceso de transición se estancó en la alternancia porque se trivializó y se desprestigió aún más política".
Antes, Manuel Espino, ex líder nacional del PAN, subrayó que "la alternancia ganada en el 2000 sólo representó un cambio de siglas y dijo que la firma del Plan de Concertación Mexicana obliga a todos, incluso y en primera instancia a Enrique Peña Nieto, sobre quien el grupo plural depositó su confianza hacia el México presente y futuro.
El candidato tricolor expuso lo anterior luego de la firma del Plan de la Concertación Mexicana, que reúne a los ex dirigentes nacionales del PAN y del PRD, Manuel Espino y Rosario Robles, así como a académicos, políticos y sociedad civil, quienes sumaron su apoyo al ex gobernador del Estado de México en su camino hacia Los Pinos.
Durante el evento, uno de los oradores, el ahora senador independiente René Arce, fundador y ex militante del PRD, aclaró que "el apoyo a Peña Nieto no es incondicional, ya que (el priista) deberá cumplir durante su gobierno requisitos indispensables como el respeto a la diversidad de ideas y a las libertades de expresión y de manifestación, además de ejercer un gobierno democrático", planteó.
Dicho Plan, en su manifiesto, según leyó frente a Peña Nieto, la ex perredista Robles Berlanga, afirma que "en el sexenio actual inició un proceso de regresión autoritaria y se permitió el empoderamiento del crimen organizado, dejando al país asolado por la violencia, a la deriva en lo social y lo económico".
En este mosaico político "inédito", como le llamó el propio aspirante priista, Peña Nieto aseguró que "aquí no estamos volteando ni a la izquierda ni a la derecha; estamos viendo de frente, queremos ver hacia el futuro, queremos construir desde el presente un mejor futuro para la nación, independientemente de las más legítimas deferencias políticas e ideológicas", resaltó.
Ahí, el candidato señaló que apenas se conozcan los resultados de la elección del 1 de julio, deberá comenzar un proceso de unidad y reconciliación nacionales, y dijo que en caso de que sea él quien obtenga el triunfo, dará inicio a esa etapa en forma inmediata.
Posteriormente, en rueda de prensa, el político mexiquense aseguró a este respecto y a pregunta expresa, que estaría dispuesto a sentarse a dialogar con sus adversarios en esta contienda, pero no solo con ellos (Vázquez Mota y López Obrador), sino con todos los sectores, organizaciones que compartan y no su proyecto de nación.
En los jardines de un restaurante capitalino, Peña Nieto ofreció ayer un discurso dedicado prácticamente a resaltar la importancia de privilegiar las coincidencias sobre las divergencias, el respeto a las diferencias, pero sobre todo a la unidad , resalto.
La ex dirigente nacional del PRD, Rosario Robles, presentada en el evento como "analista política", fue la encargada de dar lectura al Plan de Concertación Mexicana que reconoce, de manera inicial que "el proceso de transición se estancó en la alternancia porque se trivializó y se desprestigió aún más política".
Antes, Manuel Espino, ex líder nacional del PAN, subrayó que "la alternancia ganada en el 2000 sólo representó un cambio de siglas y dijo que la firma del Plan de Concertación Mexicana obliga a todos, incluso y en primera instancia a Enrique Peña Nieto, sobre quien el grupo plural depositó su confianza hacia el México presente y futuro.
Otros firmante del plan de concertación
Entre los firmantes, además de quienes hablaron en el evento, destacan Lía Limón, ex panista; Ramón Sosamontes, ex militante del PRD; los ex presidentes del Partido Socialdemócrata Alberto Begné y Jorge Carlos Díaz Cuervo, la periodista Tere Vale, Carlos Salomón Cámara, vocero del ex presidente Ernesto Zedillo, Carlos Gutiérrez Núñez, empresario minero de Durango, y Mario Ramírez Salas, guerrillero en los años 70 y miembro del Comité de la Verdad en la Guerra Sucia.
Luciano Franco, La Crónica, 6 de febrero.
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