Ven con apatía proceso comicial en Tabasco


VILLAHERMOSA. Indiferencia y desencanto. Eso es lo que expresan la mayor parte de los pobladores del estado a sólo seis días de las votaciones. Son escasas las viviendas que exhiben propaganda política en sus fachadas y ventanas. En las calles hay pocos espectaculares que promocionan a los candidatos y de vez en cuando se escuchan los altavoces de los vehículos que llaman a votar por uno u otro aspirante. 
En algunas esquinas, los militantes entregan propaganda, pero pocos automovilistas bajan sus ventanas para recibirla. El próximo domingo los tabasqueños renovarán gubernatura, alcaldías y diputaciones. Al menos eso dice el calendario electoral y las noticias, porque el ambiente electoral está apagado. 
De política se habla poco en los parques y supermercados. Se conversa más sobre el calor y las lluvias. Las únicas movilizaciones que sacaron a los simpatizantes a las calles fueron el cierre de campaña del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y el último acto político en esta ciudad del candidato priísta al gobierno del estado, Jesús Alí de la Torre. Aún así, las personas hablaron más del caos vehicular que generaron ambos mítines que de los eventos o los candidatos en sí. 
El Instituto Federal Electoral (IFE) sitúa a Tabasco entre los estados donde ha aumentado el abstencionismo. En el proceso electoral de 2006, 31.78% de los tabasqueños no sufragaron. En las elecciones intermedias, 59.43% no votó. 
En los comicios del próximo domingo ya hay gente convencida de no acudir a las urnas. Rosalía Espinosa, una mujer bolera del centro del municipio de Cárdenas, dice: “Yo hasta hace una semana estaba muy entusiasmada con que iba a votar por el PRD para el cambio, pero mi pastor me dijo que Andrés Manuel vino a decir que va a legalizar el aborto y yo no estoy de acuerdo con eso ni con que se casen los homosexuales, así que mejor no voy a votar ¿para qué?. Nadie me gusta para presidente ni gobernador”. 
Don Rufino, que en dos comicios fue funcionario de casilla en Cárdenas, dice: “Yo todavía hace seis años fui por mis familiares y me los llevé a todos a votar, pero cuando vi que se armaban los balazos porque se robaron una urna los del PRI, ya ni ganas nos quedaron”. 
Los 25 mil jóvenes que viven aquí destacan también en las estadísticas nacionales pero por ocupar el tercer lugar en porcentaje de personas que no estudian ni trabajan, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública y el INEGI. Los integrantes de “#YoSoy132” también salen a las calles y los automovilistas suelen expresarles su apoyo.
Liliana Alcántara y Roberto Barboza, EL Universal, 26 de junio.

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