Lo de Soriana, un montaje: el tricolor


La dirigencia nacional del PRI afirmó que los videos, testimonios y la información de las cientos de personas que abarrotaron tiendas Soriana para hacer válidas las tarjetas que habría distribuido el tricolor a cambio del voto por Enrique Peña Nieto son un monumental montaje, y por ello presentará una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).
Los adversarios les pusieron playeras, les tomaron fotos, llevaron reporteros y camarógrafos a una tienda Soriana. Es una representación teatral; el PRI nunca distribuyó esas tarjetas y no son simpatizantes reales, expresó el vocero del partido, Eduardo Sánchez, durante una conferencia de prensa.
Cuando se le preguntó por qué el PRI presentará apenas la denuncia, pese a que el caso se conoció desde el pasado lunes, y por qué no mostró pruebas del supuesto montaje, un grupo de reporteros silbó y abucheó a quien formulaba la pregunta.
El martes pasado, en la conferencia de Andrés Manuel López Obrador, un grupo de sus seguidores que se coló a la misma increpó a reporteros que, según ellos, hicieron preguntasenvenenadas. Ayer, los gritos no provenían de simpatizantes priístas, porque éstos no tienen acceso, sino de los mismos representantes de otros medios.
A modo de respuesta fue proyectado un video con el fragmento de un discurso de López Obrador en el que convoca a los ciudadanos recibir lo que el PRI les dé, pero a la hora de sufragar ¡tengan su voto! También se incluyeron imágenes de despensas en bolsas con el logotipo del PRD.
Por su parte, el titular del área jurídica del partido, Raúl Cervantes, informó que se presentará una denuncia ante la PGR para que investigue la probable simulación de pruebas materiales. Sostuvo que el PRI solicitará que intervenga la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales (Fepade) para (probar) que todas las personas que aparecen, que son los que entrevistan, los inducen a decir que este tipo de tarjetas las entregó el PRI.
Según Sánchez, con el caso de las tarjetas no sólo se quiere manchar la elección, sino insultar a la gente al llamarlos muertos de hambre que dan su voto a cambio de una despensa.
Aun cuando las tarjetas se distribuyeron en el estado de México, Sánchez afirmó que se acarreó a personas a una tienda en la delegación Iztapalapa, donde es claro quién es la fuerza política con más presencia y semontó una representación con anaqueles vacíos y compras de pánico. Incluso, declaró: A mí no me dieron despensa para votar por Enrique Peña Nieto.
Cervantes trató de perfilar un ejemplo sobre el caso Soriana, pero cantinfleó: Es como si dijéramos que porque alguien tiene chequera, ya por eso alguien le depositó para tener voto.
Ambos priístas insistieron en que las micas están relacionadas con un esquema de beneficios negociado por la Confederación de Trabajadores de México. Y aun cuando se ha documentado que cientos de personas han hecho fila en las tiendas para validar el crédito, Cervantes dijo que, de haber una vinculación del intercambio, la empresa tendría que haber visto los últimos cuatro días un movimiento inusual a nivel nacional.
Enrique Méndez y Rosa Elvira Vargas, La Jornada, 6 de julio.

0 Responses to "Lo de Soriana, un montaje: el tricolor"