Resaca panista

Caras largas, silencio que sólo interrumpe algún fierro que cae al piso en el desmantelamiento de la parafernalia que habría servido para el festejo. Frustración.

Es el día después de la mayor derrota electoral en la historia moderna del PAN y en su sede nacional la herida es tan grande como la brecha en los resultados entre Josefina Vázquez Mota, y Enrique Peña Nieto.

El golpe es difícil de digerir. El recuento de los daños va desde perder la Presidencia hasta convertirse la tercera fuera a política en el Congreso.

Desde muy temprano trabajadores treparon al enorme marco que hace la fachada del edificio para bajar las enormes mantas que decían "Josefina Presidenta".

En el tercer piso, al que sólo se sube después de pasar por una puerta de cristal custodiada por guaruras y que aún está tapizada con una fotografía de Vázquez Mota en un mitin, Gustavo Madero atiende no menos de 20 solicitudes de entrevistas.

En el desfile de reporteros por su despacho el dirigente nacional repite una y otra vez que la derrota es mayúscula, que la situación grave, que se alejaron de la confianza de los ciudadanos, que debe venir la reflexión.

En la terraza del mismo piso quedaron sobre la mesa las bebidas para el que sería el festejo más íntimo del día de la elección, el preparativo para una celebración que en realidad muchos sabían no se daría.

En la planta baja, las salas lounge colocadas en el Auditorio Manuel Gómez Morín para la celebración de la clase política ya fueron retiradas.

También concluye el desmantelamiento de las carpas en la explanada, donde sería el tercer festejo para colaboradores del equipo de campaña.

En la Sala de Prensa, los reporteros de la fuente debaten entre lo que estaba presupuestado y lo que causó sorpresa.

"Ya sabían que perderían todo", asegura alguien.

Los empleados están inquietos, los primeros rumores de un recorte de personal tras la derrota empiezan a correr. El Comité Ejecutivo Nacional es un monstruo que seguramente se alimentaba de muchas de las prerrogativas del partido.

Del pasillo, un trabajador se lleva los banners con las fotografías de Vázquez Mota con la leyenda "Presidenta 2012-2018".

Pronto, en meses tal vez, desaparecerá del lobby otra fotografía: la de Felipe Calderón, el Presidente que regresó el poder al PRI, con la banda presidencial.


Osvaldo Robles, Reforma, 3 de julio.

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