Ven poco probable anular la elección

Los académicos que participaron ayer en el último foro "2012, año de elecciones, año de reflexiones", organizado por el Colegio de México, consideraron que sería casi imposible que el IFE o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidieran anular la elección en la que Enrique Peña Nieto y el PRI salen victoriosos.

El problema, apuntó Sergio Aguayo, es que es muy complicado presentar pruebas que sean tomadas en cuenta por los magistrados electorales.

"Difícilmente el Trife va a revertir la elección, el Trife es muy exigente en las pruebas que demanda y difícilmente van a poder presentar las pruebas para revertir", afirmó Aguayo.

José Antonio Crespo agregó que aún y acreditando la compra de votos, ésta debería repetirse en al menos el 25 por ciento de las casillas de la elección, con pruebas contundentes, para que el tribunal decidiera tomar cartas en el asunto.

"La ley lo que permite es que la elección se anule cuando se comprueba que hubo irregularidades en el 25 por ciento de las casillas", apuntó.

En el tema de la inequidad de la contienda y el gasto excesivo en la campaña priista, la sanción prevista por la ley no incluye la anulación de la elección, apuntaron.

Crespo apuntó que si bien Elba Esther Gordillo es especialista en la compra y coacción del voto, las redes de René Bejarano en el PRD capitalino no se quedan tan atrás.

Lo que sí es positivo, consideró Roger Bartra, investigador de la UNAM, es que con el resultado electoral el PRI no tendrá mayoría en ninguna de las dos cámaras legislativas y tendrá que negociar forzosamente con los demás partidos para sacar adelante su agenda legislativa.

"Las elecciones colocaron al PRI en la incómoda posición de tener que negociar al no tener mayoría absoluta", apuntó el investigador.

María Amparo Casar, investigadora del CIDE, detalló que la siguiente será la sexta ocasión en la que el Presidente de la República no cuenta con una mayoría legislativa, algo que, dijo, es normal en países como Estados Unidos y que se trata de un fenómeno positivo para la democracia por el equilibrio de fuerzas.


José David Estrada, Reforma, 5 de julio.