Ahora, los desafíos

CARACAS.— El presidente venezolano Hugo Chávez deberá comenzar a administrar su victoria del domingo, de cara a los severos retos que tiene por delante: la economía de la nación y su propia salud.

Por su parte, a la oposición también se le plantean dos grandes desafíos: encarar la elección de gobernadores de diciembre próximo y conservar la unidad, ahora que encontró un liderazgo en Henrique Capriles.

Pese a haber registrado su mejor resultado en unas presidenciales, a la oposición sólo le alcanzó para constituirse en una suerte de contrapoder del chavismo, “para canalizar ese descontento que se vio en algunos sectores populares de las propias filas del gobierno”, explicó la analista María Teresa Romero.

“Por primera vez, Chávez deberá compartir la escena política. No puede obviar esos más de 6 millones de votos que le votaron en contra. Ahora, el trabajo de la oposición es saber mantener la unidad detrás de la figura de Capriles”, explicó Romero, politóloga de la Universidad Central de Venezuela.

“La oposición aún debe terminar de consolidar su unidad y su discurso”, sostiene Diego Arria, ex precandidato en las elecciones primarias de febrero .

“El chavismo tiene por delante un verdadero desafío que es lidiar con la enfermedad del presidente y la posible sucesión” y eso es algo “para lo que el país y, por supuesto, la oposición deben estar preparados”, agrega.

Pero lo más urgente que tiene por delante el gobierno es “el problema económico, cuya solución no puede esperar, era para ayer”, explica el economista Asdrúbal Ontiveros.

“A mí me preocupa ese 10%. Me preocupa que sea malinterpretado por el gobierno y lo use como excusa para profundizar el control de la economía, a través del Estado”, sostiene Ontiveros.

Para su colega Orlando Ochoa, de la Universidad Católica Andrés Bello, Chávez deberá “enfrentar su propia herencia de desequilibrios macroeconómicos. El desequilibrio inflacionario, el cambiario y el fiscal, cuyo déficit público es del 17% del PIB”.

“En ese contexto, está obligado a devaluar. Sólo tiene que ponerle fecha y forma a la devaluación. O la hace de manera drástica para frenar el déficit y una deuda global de 215 mil millones de dólares (contando el pasivo de PDVSA) o la hace gradual para no sacrificar los ingresos de los sectores populares. Pero de todas formas no es un escenario alentador para el gobierno”, explicó Ochoa.

Por primera vez en una década, la oposición logró preocupar seriamente al chavismo y encontró un líder. “Fue una elección de un grupo de partidos contra un Estado petrolero, pasaron de cuatro millones de votos en el 2006 a más de seis millones, y eso se debe al trabajo de la campaña”, resume el analista Tulio Hernández.

“El gran desafío de la oposición ahora es consolidar la unidad, ir a las elecciones con una tarjeta única y reforzar el liderazgo de Capriles, si lo que se quiere es avanzar para alcanzar el poder“, concluyó Hernández.

José Vales corresponsal, El Universal, 9 de enero.