La Suprema Corte concede amparo para liberar al joven mazahua que pasó 5 años en la cárcel

Después de más de cinco años en prisión con base en pruebas y testimonios amañados, el joven mazahua Hugo Sánchez Ramírez obtuvo su libertad.

Tras un año de analizar el caso, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia le concedió un amparo por el delito de secuestro, por el cual había sido sentenciado a 37 años seis meses de prisión.

Los ministros Arturo Zaldívar, José Ramón Cossío y Olga Sánchez apoyaron la ponencia del presidente de la sala, Jorge Pardo Rebolledo, la cual consideró las irregularidades en el proceso para concluir que había una duda razonada sobre la culpabilidad de Hugo, cuya historia fue seguida por Crónica en los últimos dos años.

Al final, con cuatro votos a favor, el máximo tribunal del país ordenó “la inmediata y absoluta libertad del quejoso”, que se consumará en las próximas horas.

“Aunque tarde, nos han hecho justicia. Ha sido una pesadilla que ya quisiéramos olvidar, pero quienes obraron mal en contra de mi hijo deberían ser castigados”, señaló doña Rosalba Ramírez, mamá de Hugo, quien anunció como prioridad una visita a la Villa de Guadalupe.

Simón Hernández, abogado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro —única instancia que respaldó a la familia y promovió los juicios de amparo—, apuntó: “En esencia se reconoce la inocencia del muchacho, y también que la acusación fue fincada en la discriminación por su condición étnica y económica”.

El único voto en contra fue el del conservador Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien tenía a su cargo el otro amparo por el ilícito de portación de armas militares, en el cual también propuso la negativa. Sin embargo, el resto de los integrantes de la sala reprocharon su postura y el asunto será turnado a otro ministro.

No obstante, esta decisión no afecta la liberación del indígena, quien cumplió ya en el penal de Santiaguito, Estado de México, la pena de cinco años de cárcel que había recibido por este delito.

“Fue mucho tiempo de dolor, de lágrimas, pero valió la pena esta batalla: nunca nos dimos por vencidos y por fin podremos abrazar a Hugo. Sé que en el país hay muchos encarcelados inocentes y le diría a sus familias que no los abandonen, que luchen hasta el final”, expresó Antonio Sánchez, el padre.

Hugo, de 23 años y quien combinaba las labores del campo con las de chofer de taxi antes de su arresto en el Estado de México, fue golpeado por policías del municipio de Villa Victoria durante más de cinco horas para admitir fechorías; además,  le montaron fotografías con la leyenda: secuestrador.

La detención se dio el 8 de agosto de 2007,  acusado del plagio de una pareja de adolescentes de la cual se diría después que inventó la historia para disfrazar su huida y evitar el regaño de los padres. Durante los careos, las supuestas víctimas pidieron perdón a la familia de Hugo porque admitieron estar confundidas y terminaron por reconocer que habían sido presionadas por agentes policiacos para incriminar al joven.

Tras la resolución en la Corte —que fue sorpresa para Hugo, pues no se le avisó de la sesión en la Corte— los padres anunciaron un agasajo de bienvenida, con nopales, papas con charales, mole verde y notas de violín, como se acostumbra en su comunidad, en el municipio de San José del Rincón.

Daniel Blancas Madrigal, La Jornada, 18 de octubre.