Cónclave vaticano, a prueba de tuits

CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).— Las leyes sobre la elección de un Papa prevén la excomunión para cardenales que, participando en el cónclave, envíen un mensaje a través de las redes sociales como Twitter o se comuniquen con extraños por cualquier otro medio.

Así lo informó ayer el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del Vaticano, Juan Ignacio Arrieta, quien explicó que la normativa establece “graves sanciones” para quienes difundan cualquier información sobre las votaciones en la Capilla Sixtina. “En todo caso los cardenales no podrán entrar al Cónclave con elteléfono celular, que sería confiscado”, dijo con ironía.

Calificó de “pesadas” las sanciones previstas en la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis” , el texto emanado en 1996 por el papa Juan Pablo II y que regula la elección de un Pontífice. “Hay más excomuniones latae sententiae (es decir, inmediata y automática) previstas en este documento que en todo el Código de Derecho Canónico”, comentó.

Ayer mismo, la página web de remates Golden Palace informó que un “Papamóvil” de los que usó Benedicto XVI para movilizarse será subastado el 20 de marzo, a un precio base equivalente a 1.5 dólares.

El dinero recaudado será destinado a causas benéficas.

“Quisimos rendirle tributo (al Papa) al dar la oportunidad a otros de ser parte de la historia”, dijo Richard Allen, vocero de Golden Palace, en declaraciones difundidas por el portal de noticias argentino Minuto Uno.

Benedicto XVI, quien dejará el cargo el 28 de febrero, designó y a Ettore Balestrero y León Kalenga como nuevos embajadores del Vaticano en Colombia y El Salvador en forma respectiva, informó la sala de prensa de la Sede Apostólica.

Balestrero, quien dirigía el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano salpicado por losescándalos, era el segundo del secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone y ocupaba el segundo máximo cargo en el Vaticano.

Medios italianos dijeron que Balestrero habría sido mencionado en un supuesto informe secreto que cardenales entregaron al Papa sobre la corrupción en el Vaticano. El portavoz vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, dijo que esa insinuaciones eran “absurdas y totalmente infundadas”.

El Universal, 23 de febrero.