Entregan al Senado propuestas de reforma para la ley de víctimas

Organizaciones sociales de apoyo a las víctimas del delito entregaron ayer al Senado una propuesta de reforma a la vigente Ley General de Víctimas.

En reunión con los senadores en una de las salas del recinto legislativo, Alejandro Martí, de la organización SOS; Javier Sicilia, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, y María Elena Morena, de Causa Común, entregaron la propuesta de reforma a los senadores Emilio Gamboa, del PRI; Miguel Barbosa, del PRD, y Roberto Gil, del PAN.

Martí expresó que el marco legal debe ser cada vez más robusto, integral y constitucional, y destacó que las organizaciones han insistido en la necesidad de contar con una Ley de Víctimas, para las víctimas, que garantice su operatividad, en donde se amplíen los efectos benéficos para todos y se eviten inconsistencias, logrando que las autoridades cumplan cabalmente con su responsabilidad.

“Los ciudadanos no siempre hemos estado de acuerdo en los ‘cómos’, pero el objetivo siempre ha sido el mismo: un México más seguro y más justo, donde las víctimas sean cada día menos y en el que se reconozca plenamente la dignidad de la persona y el dolor de ellas ante hechos delictivos”.

Dijo que la ley no tiene patronos, no tiene titulares, ni creadores, sino que “es una ley de todas las víctimas en este país. La unión de ciudadanos y de activistas, rechazamos completamente el titularismo y los protagonismos”.

En tanto, Morera dijo que las reformas harán viable a la ley y mencionó que una de ellas es la de precisar a quién se resarcirá económicamente el daño, pues “no hay ningún país del mundo que pueda resarcir el daño a todas las víctimas”, y mencionó que en primera estancia están las víctimas por violación a los derechos humanos y las víctimas de la delincuencia organizada, definidas por los delitos de alto impacto, como el asesinato o la pérdida de libertad.

Destacó que aún falta la reglamentación de la ley.

Por su parte, Sicilia enfatizó que la ley y las reformas no son improvisadas, “decir eso es en nombre de un grave y preocupante Alzheimer social insultar el sufrimiento y la lucha de miles de víctimas y de ciudadanos que hemos trabajado en su elaboración”.

Blanca Estela Botello, La Crónica, 20 de febrero.