'Hereda' la revolución

El último deseo de Hugo Chávez antes de partir a Cuba para operarse de cáncer, fue que el vicepresidente Nicolás Maduro, de 50 años, estuviera al frente del Gobierno de Venezuela.

De adolescente, Maduro militó en la Liga Socialista y en la década de los 90, siendo chofer de autobuses, se desencadenó su futuro: fue líder sindical del Metro y conoció a Chávez.

En 1999 estuvo en la Asamblea Nacional Constituyente, presidió el Parlamento en 2006, y renunció al cargo para convertirse en Canciller, puesto que lo consolidó como un buen negociador. En 2012, fue nombrado vicepresidente. Sus allegados lo describen como un hombre que tiene un lado espiritual. Junto con su pareja, Maduro solía viajar a India para recibir consejos de un gurú.

Maduro fue uno de los pocos que estuvo al lado de Chávez en Cuba, durante sus últimos días. Justo eso, sus lazos con La Habana, en donde se formó como líder sindical, se consideran un punto a su favor. Desde que fue juramentado como Presidente encargado, Maduro ha enfatizado su origen humilde.

Reforma, 12 de marzo.

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