Tiene chavismo muchos rostros

CARACAS.- Para un líder que no tuvo inconvenientes en anunciar que se proponía gobernar hasta 2030, luce natural que nunca haya invertido energías en preparar a sus reemplazos. Por algo su régimen se llamó y tal vez quiera seguir denominándose "chavismo": más que en una idea, se concentra en torno a una personalidad.

Debió llegar el 8 de diciembre de 2012 para que Hugo Chávez admitiera en alocución pública algo de lo que, apenas horas o días antes, tuvo que persuadirse a sí mismo: el cáncer le propinaba la derrota que la política jamás pudo.

Como en cualquier régimen personalista, Hugo Chávez ha tenido un círculo de confianza al que sometió con astucia a una noria de delicados equilibrios y sucesivas fases de caída en desgracia y rehabilitación. Las pruebas de lealtad y paciencia, antes que templarlos, fueron desgastando a los embriones de delfín que rodearon al caudillo.

El resultado es que, en lugar de haber un primogénito claro, los herederos de Chávez se reparten un legado de medianías donde no despunta un hombre fuerte que haga valer sus derechos sobre los demás.

Por el contrario, el poder se fragmenta en cuotas que diferentes jefes de facciones buscan potenciar mediante alianzas que se antojan frágiles, aglutinadas por la convicción provisional de que, por separado, cada quien tendría mucho que perder.

Tal minusvalía incluye a Nicolás Maduro. Quedó ungido como sucesor porque la gravedad de Chávez coincidió con un momento de ascenso de su propia estrella. A ello se sumó la bendición de los Castro en Cuba, cuya apuesta permanente es la de garantizar en Venezuela la máxima combinación posible de viabilidad del Gobierno en Caracas con obediencia a las exigencias de La Habana.

Como en una versión criolla del Anuario de Gotha, la nobleza chavista queda integrada hasta nuevo aviso por hombres medio fuertes pero, eso sí y ante todo, hombres; parece que el régimen, que se jacta de contar con mujeres en cargos claves de los poderes del Estado -las del Tribunal Supremo y el Consejo Nacional Electoral, o la Fiscalía General de la República, por ejemplo-, todavía no vence su misoginia congénita a la hora de conceder poder real.

Entonces, ¿quién es quién en el chavismo?

Los seis funcionarios que componían la guardia pretoriana del Presidente son: Nicolás Maduro, vicepresidente y ex Canciller; Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional; Elías Jaua, Ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Arias Cárdenas, Gobernador del estado Zulia; Rafael Ramírez, Ministro de Petróleo y Minería y Adán Chávez, hermano de Hugo Chávez y Gobernador del estado Barinas.

Ewald Scharfenberg, Reforma, 6 de marzo.

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