CARACAS (Agencias).— Venezuela dio ayer el último adiós al fallecido presidente Hugo Chávez con el traslado de su cuerpo desde la Academia Militar al Cuartel de la Montaña desde el que intentó un golpe de Estado en 1992, entre promesas y el juramento de su heredero político, Nicolás Maduro, de que volverá como presidente a verle.
En un recorrido más breve del que hace nueve días lo llevó del Hospital Militar, donde falleció, a la Academia, Chávez fue trasladado en una caravana funeraria tras una jornada de discursos y lágrimas de miles de seguidores que una vez más acudieron a rendir tributo al hombre que gobernó desde 1999 y hasta el pasado 5 de marzo. Atrás quedaron nueve días de colas interminables de cientos de miles de personas llegadas desde todas las partes del país para ver al gobernante apenas un par de segundos tras hacer colas que llegaron a superar las 24 horas.
El gobierno descartó definitivamente la idea de embalsamar el cuerpo, tras recibir el informe de una comisión médica rusa que señaló que para practicar el procedimiento, el cuerpo del mandatario debía ser trasladado a Rusia y permanecer allí al menos siete meses. Así lo informó el ministro de Comunicaciones Ernesto Villegas, vía Twitter.
La oposición mantuvo silencio a cuanto acontecía en la capital. Por su parte, Maduro, presidente encargado de Venezuela, afirmó que ha comenzado la marcha sin Chávez pero con él al frente. “Aquí estamos llegando a este punto del camino donde llegamos con usted al frente y hoy iniciamos la marcha sin usted presente, pero con usted al frente”, indicó.
Acompañado por el presidente boliviano Evo Morales, el único dignatario extranjero que estuvo en el acto, Maduro indicó que “para siempre” el “comandante supremo” estará al frente de las “grandes causas de la patria venezolana, de la patria latinoamericana, de la patria caribeña”. “Dentro de un mes exactamente le juro venir aquí con mis compañeros y compañeras con sus hijos, el 15 de abril (un día después de las presidenciales), vamos a amanecer aquí, comandante, ya el pueblo habrá decidido, sólo le pido a Dios que le dé luz a nuestro pueblo y fortaleza a nosotros para cumplir sus órdenes”, agregó, sin dudar que ganará la contienda.
Maduro puso así fin a a la ceremonia de despedida de los restos de Chávez, que transitaron en una caravana fúnebre por la ciudad hasta llegar al Cuartel de la Montaña, hoy museo militar, lugar donde el gobernante estableció su puesto de comando en la fallida intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez. Morales destacó que Chávez no era un dictador, pues no imponía criterios, y le pidió que siga siendo “fuente de inspiración” para sus seguidores.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) rindió ayer un homenaje a Chávez, en el que se destacó su aportación a la unidad y la integración latinoamericanas y su empeño en luchar contra la pobreza. El secretario general, José Miguel Insulza, encabezó los actos en honor a Chávez, a quien definió como un “huracán” que “dejó su huella en todos nosotros”.
EL Universal, 16 de marzo.
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