Apedrean maestros y normalistas a SNTE

CHILPANCINGO.- Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) se sumaron ayer a la manifestación de estudiantes normalistas que protestaron por la liberación de dos policías ministeriales, presuntos autores materiales de la muerte de dos de sus compañeros, en diciembre de 2011.

Ayer los dirigentes de la CETEG no participaron en la movilización. En entrevista telefónica, Minervino Morán, vocero del magisterio disidente, afirmó que no se están escondiendo y que harán frente a órdenes de aprehensión que hay en contra de él y del secretario general, Gonzalo Juárez, incluso por la vía legal mediante un amparo. Pero reiteró que las movilizaciones continuarán “con diversas modalidades”.

“Si el gobernador intenta detener a la dirigencia, eso va recrudecer más las movilizaciones, la confrontación, y se van a polarizar las cosas”, advirtió el también coordinador de la Zona Centro del movimiento.

Morán refirió que aun cuando ambas partes han señalado que el diálogo está agotado debe buscarse una salida al conflicto en Guerrero, que pudiera ser por medio de la intermediación de la Secretaría de Gobernación o de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación.

Al preguntarle si reprobaba los actos vandálicos contra las sedes del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, Morán dijo que éstos fueron “acciones radicales o excepcionales” que tuvieron su origen en la indignación por la burla que hizo el Congreso al movimiento, que por segunda ocasión rechazó sus propuestas de reforma.

Gonzalo Juárez no dio entrevistas y Morán sólo respondió por teléfono. En la mañana estuvieron en el plantón, pero después de las 15:00 horas fueron llevados a otro sitio, por seguridad.

Jornada de protestas

Tras colocar en la Procuraduría General de Justicia Estatal dos coronas de flores blancas con los nombres de Jorge Alexis Herrera y Gabriel Echeverría, normalistas muertos el 12 de diciembre de 2011, la marcha pasó por las instalaciones de la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde con piedras y palos rompieron tres ventanales del edificio de la cafetería.

“Avancen compañeros, esa no es la acción. Venimos sólo a acompañar a los de Ayotzinapa”, dijo un maestro por medio de un altavoz. Pero algunos profesores arremetieron con tubos contra la reja del inmueble.

Al pasar por la Ciudad Judicial, el contingente impidió el paso de los trabajadores. Desde lejos, los funcionarios escuchaban las consignas en contra del gobernador Ángel Aguirre, y el reclamo de justicia de los estudiantes normalistas.

La última parada fue en el Centro Estatal de Readaptación Social de Chilpancingo, donde los policías ministeriales estuvieron recluidos casi 16 meses, y liberados por falta de pruebas. De ahí normalistas y cetegistas regresaron a su plantón.

Tras los disturbios de ayer, la sesión del Congreso del estado fue suspendida por seguridad. El recinto fue blindado con cientos de policías estatales antimotines que se apostaron desde la noche del miércoles en el inmueble.

Mientras tanto, aumentó la presencia de la Policía Federal en esta capital. En la Autopista del Sol, a la altura de Iguala, instalaron retes de revisión de autos y camiones de pasajeros. En la caseta de Palo Blanco, un retén del Ejército vigilaba a las unidades que salían de la capital.

El Comité Directivo Estatal del PRD acordó este jueves no interponer denuncia penal contra la CETEG, tras los destrozos en la sede.

En Morelos, el gobernador Graco Ramírez aseguró que en las protestas de maestros en Guerrero hay una estrategia vinculada con la presencia de guerrilla, policías comunitarias y grupos de vandalismo político.

Alberto Morales enviado, El Universal, 26 de abril.