El candidato de la oposición a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, exigió ayer un recuento “voto a voto” ante el estrecho margen de los resultados electorales del domingo y calificó como “ilegítima” la proclamación del oficialista Nicolás Maduro como ganador de los comicios.
Un día después de las elecciones anticipadas que Venezuela vivió tras el fallecimiento en marzo pasado del presidente Hugo Chávez, Capriles convocó a movilizaciones en las calles para exigir “en paz” que se cuente el 100 % de los votos, mientras el poder electoral criticaba que se pretenda volver a un “vulnerable escrutinio manual”.
Capriles, que se negó a reconocer los resultados oficiales a la espera de una auditoría, obtuvo un total de 7,298,491 votos, un 48.97 % del total de sufragios, indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE), 265,256 votos por debajo de Maduro, quien consiguió el respaldo de 7,563,747 venezolanos (50.75 %).
“Ayer [por la noche del domingo] se nos dijo que había la disposición, no solamente que había la disposición sino que [el gobierno] iba a asumir el compromiso frente al país de contar voto a voto, ¿qué cambió en las últimas horas?”, se preguntó.
“Que sea verificado”. “Estoy diciéndole al pueblo que aquí ha pasado algo, que el pueblo tiene derecho a que su voto que ejerció ayer sea verificado, sea contado voto a voto”, declaró Capriles, quien pidió que nadie se salga del “camino democrático” y de la paz.
El líder opositor, que se dijo dispuesto a “conducir la situación de crisis que hay en el país”, convocó a un “cacerolazo” en rechazó al acto “ilegítimo” de proclamación de Maduro como ganador de las elecciones, quien gobernó Venezuela desde 1999.
Auditoría electrónica. Desde el oficialismo aceptaron realizar una auditoría electrónica de los votos, pero rechazaron la posibilidad de que se abran las cajas para revisar cada papeleta.
La oposición asegura que los votos físicos no coinciden con los electrónicos, pero la jefa del CNE, Tibisay Lucena, dio a entender que el reclamo no era procedente.
“No estamos pidiendo más nada que esas cajas que llevan los papelitos ahí se cuenten uno por uno, y con los cuadernos de votación. Dígame, ¿hay algún problema con eso?”, se quejó Capriles.
Mientras tanto, militares vigilaban las urnas con los votos en medio de denuncias de destrucción de los comprobantes y la pérdida de cajas.
EU y OEA apoya conteo. La Organización de Estados Americanos (OEA) ofreció a Venezuela un equipo de especialistas electorales, exhortando a los dos bandos al diálogo para calmar los ánimos en el país.
Por su parte, la Casa Blanca, que casi no mantiene relaciones con el Gobierno venezolano, también dijo que una auditoría de los resultados sería un paso “necesario, importante y prudente”.
El CNE fustigó las declaraciones del exterior durante el acto de proclamación de Maduro. “Quiero aprovechar la oportunidad para rechazar categóricamente las declaraciones del Departamento de Estado y del secretario general de la OEA, es un acto injerencista que busca intervenir la soberanía electoral”, dijo Lucena.
Un día después de las elecciones anticipadas que Venezuela vivió tras el fallecimiento en marzo pasado del presidente Hugo Chávez, Capriles convocó a movilizaciones en las calles para exigir “en paz” que se cuente el 100 % de los votos, mientras el poder electoral criticaba que se pretenda volver a un “vulnerable escrutinio manual”.
Capriles, que se negó a reconocer los resultados oficiales a la espera de una auditoría, obtuvo un total de 7,298,491 votos, un 48.97 % del total de sufragios, indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE), 265,256 votos por debajo de Maduro, quien consiguió el respaldo de 7,563,747 venezolanos (50.75 %).
“Ayer [por la noche del domingo] se nos dijo que había la disposición, no solamente que había la disposición sino que [el gobierno] iba a asumir el compromiso frente al país de contar voto a voto, ¿qué cambió en las últimas horas?”, se preguntó.
“Que sea verificado”. “Estoy diciéndole al pueblo que aquí ha pasado algo, que el pueblo tiene derecho a que su voto que ejerció ayer sea verificado, sea contado voto a voto”, declaró Capriles, quien pidió que nadie se salga del “camino democrático” y de la paz.
El líder opositor, que se dijo dispuesto a “conducir la situación de crisis que hay en el país”, convocó a un “cacerolazo” en rechazó al acto “ilegítimo” de proclamación de Maduro como ganador de las elecciones, quien gobernó Venezuela desde 1999.
Auditoría electrónica. Desde el oficialismo aceptaron realizar una auditoría electrónica de los votos, pero rechazaron la posibilidad de que se abran las cajas para revisar cada papeleta.
La oposición asegura que los votos físicos no coinciden con los electrónicos, pero la jefa del CNE, Tibisay Lucena, dio a entender que el reclamo no era procedente.
“No estamos pidiendo más nada que esas cajas que llevan los papelitos ahí se cuenten uno por uno, y con los cuadernos de votación. Dígame, ¿hay algún problema con eso?”, se quejó Capriles.
Mientras tanto, militares vigilaban las urnas con los votos en medio de denuncias de destrucción de los comprobantes y la pérdida de cajas.
EU y OEA apoya conteo. La Organización de Estados Americanos (OEA) ofreció a Venezuela un equipo de especialistas electorales, exhortando a los dos bandos al diálogo para calmar los ánimos en el país.
Por su parte, la Casa Blanca, que casi no mantiene relaciones con el Gobierno venezolano, también dijo que una auditoría de los resultados sería un paso “necesario, importante y prudente”.
El CNE fustigó las declaraciones del exterior durante el acto de proclamación de Maduro. “Quiero aprovechar la oportunidad para rechazar categóricamente las declaraciones del Departamento de Estado y del secretario general de la OEA, es un acto injerencista que busca intervenir la soberanía electoral”, dijo Lucena.
La descarada parcialidad de la televisión chavista
Para tratar de convencer a las masas de la “incuestionable” victoria de Maduro en las elecciones del domingo, la televisión estatal venezolana, como casi todas las del país controladas por el chavismo, ilustró la diferencia entre uno y otro candidato, con un gráfico absolutamente desproporcionado a favor del heredero de Chávez.
El gráfico es otro ejemplo de lo que denunció la oposición durante la campaña: que todos los recursos del Estado, empezando por el tiempo de emisión concedido a uno y otro candidato, fue tan desequilibrado que acabaron siendo las elecciones menos imparciales de la historia.
El gráfico es otro ejemplo de lo que denunció la oposición durante la campaña: que todos los recursos del Estado, empezando por el tiempo de emisión concedido a uno y otro candidato, fue tan desequilibrado que acabaron siendo las elecciones menos imparciales de la historia.
La Crónica, 16 de abril.
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