Colombia vive marea blanca por la paz

BOGOTÁ (Agencias).— Vestidos con camisas blancas, en su mayoría, unos 300 mil de colombianos, según la policía, un millón, según una organización promotora del evento, marcharon ayer en las calles de al capital colombiana y otras ciudades, en una muestra de apoyo al proceso de paz del gobierno con la guerrilla de las FARC y el fin del conflicto armado, en la convocatoria más plural que recuerda este país y que contó con la presencia del presidente Juan Manuel Santos, ex guerrilleros y grupos de izquierda.

La marcha de ayer 9 de abril, fecha consagrada como el día nacional de la memoria y solidaridad con los afectados por el conflicto en la Ley de Víctimas, vigente desde enero de 2012, se convirtió en una de las más grandes manifestaciones en Bogotá desde febrero de 2008, cuando millones de colombianos se lanzaron a las calles en todo el país en protesta contra el secuestro y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Aunque se realizaron marchas similares en otras localidades del país, la asistencia fue mucho menor a la de la capital, donde participaron unas 200 mil personas, de acuerdo con la Policía Nacional. En Medellín, segunda ciudad colombiana, la concurrencia fue inferior a las dos mil personas, según medios. Sin embargo, según el Fondo de Prevención y Atención de Emergencias (FOPAE) de Bogotá, 900 mil personas participaron desde el principio hasta el fin de la marcha, mientras otras 150 mil lo hicieron de forma intermitente a lo largo del recorrido, lo que suma más de un millón de personas en las calles de la capital.

Los únicos ausentes en esta marcha, apoyada hasta por las FARC, fueron los sectores más ultraconservadores, que ven la opción militar como la única salida al conflicto armado que vive Colombia, y algunos opositores al gobierno, que consideraron la manifestación como un acto electoral de Santos.

Lo cierto es que policías, soldados, víctimas del conflicto, defensores de derechos humanos y políticos enterraron las discrepancias cosechadas por décadas y unieron sus voces en apoyo a las negociaciones que iniciaron el gobierno de Santos y las FARC en noviembre pasado.

“El conflicto armado no tiene futuro. Llevamos demasiados años derramando sangre”, dijo Santos a The Associated Press en una parte del recorrido a pie que comenzó temprano en un monumento al lado del Ministerio de Defensa y que se extendió unas 40 cuadras hasta el centro de la ciudad.

“Cada cual se está expresando a su manera a favor de la paz, esa paz que debe ser para cualquier sociedad un objetivo sublime”, subrayó el mandatario en otras declaraciones, luciendo una camiseta blanca con la leyenda azul que decía “Mi aporte es creer”.

La ex senadora Piedad Córdoba y el congresista Iván Cepeda también participaron en las movilizaciones, que coincidieron con los 65 años del asesinato del líder político del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, que es considerado como el evento que marcó el inicio de la violencia política en el país. “La paz no tiene reversa, la paz está en marcha por las calles del país, por las calles de Bogotá”, señaló Córdoba.

Integrantes del movimiento Puro Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, expresaron su rechazo a esta iniciativa.

Uno de los integrantes de este grupo, Francisco Santos, ex vicepresidente y primo del actual mandatario del país, alertó en declaraciones a RCN Radio de que este acto alienta la impunidad y la legitimación de la guerrilla: “Soy un escéptico, qué le voy a hacer”, afirmó.

En Madrid, decenas de colombianos marcharon en apoyo al acto colombiano y para reclamar mayor participación de la sociedad civil. La Organización de Estados Americanos (OEA) se solidarizó con la marcha colombiana con un sencillo acto en su sede en Washington, en el que se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la violencia en aquel país.

El Universal, 10 de abril.