Detonan comicios el efecto “chapulín”


A tres meses del proceso electoral al que están convocadas 14 entidades del país, entre funcionarios, diputados locales, alcaldes y miembros de cabildo cunde el síndrome del chapulín político. 
Ante la premura por alcanzar un lugar entre las candidaturas posibles de sus partidos —que les permitará continuar en las listas del erario— dejan incompletos sus periodos como funcionarios en sus estados. 
Tan sólo en las últimas dos semanas, congresos estatales, cabildos y gabinetes han visto partir, en algunos casos, a casi 50% de sus integrantes titulares para unirse a una emigración que los llevará a un nuevo espacio para “servir a la sociedad”. 
Entre los primeros en unirse a este éxodo destaca Fernando Castro Trenti, quien el pasado 5 de febrero solicitó licencia a su cargo como diputado federal para contender por la candidatura del PRI a la gubernatura de Baja California. Tras una pugna interna con Jorge Hank Rohn, ayer Trenti rindió protesta oficial. 
De acuerdo con José Antonio Crespo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), este es un proceso “natural” en los políticos que están “haciendo carrera”.  
“Quienes están en el Congreso o en una alcaldía están haciendo carrera política, aunque hay muchos políticos que de manera efímera entran a la política, están tres años y regresan a sus actividades. Pero los políticos profesionales van haciendo carrera política. Si esperan a terminar, quedan fuera de la carrera. Por eso es natural que renuncien, porque además coincide con el siguiente cargo que quieren ocupar para continuar con su carrera”, indicó José Antonio Crespo. 
Congresos, a la mitad 
La semana pasada, el Congreso de Sinaloa tuvo un momento histórico: quedó integrado con sólo 13 diputados titulares y 27 suplentes. Algo positivo dejó el éxodo: por primera vez el sector femenil ocupó 40% de las 40 curules del órgano legislativo. 
Un total de 18 legisladores de 41 que integran el Congreso de Puebla irá al proceso electoral estatal, esto significa que 44% de los diputados abandonaron su curul. 
Ante la ola de licencias, el presidente del Congreso poblano, Mario Riestra, consideró que el fenómeno de los chapulines terminaría con la reelección legislativa y se evitarían estas desbandadas. 
Algo en lo que coincidió Crespo, al señalar que “si hay reelección harían carrera parlamentaria. Por ejemplo: se presentan a la reelección sin renunciar y así hacen carrera política y dependería de los electores. 
“Pero al no haber reelección en México, como en otras democracias del mundo, pues es natural que salten de un cargo a otro”, dijo. 
En la misma semana, 14 diputados tlaxcaltecas de 32 solicitaron licencia. En Quintana Roo, de 25 diputados, 17 dejaron las curules; 14 van por una postulación. 
El Congreso de Aguascalientes autorizó la semana anterior licencia a ocho diputados locales. El pleno legislativo de Veracruz autorizó a 13 legisladores locales abandonar su puesto. En este caso, el número de legisladores pasó de 50 a 47, pues los suplentes de tres legisladores no podrán asumir la curul. 
Pero no sólo los legisladores buscan una oportunidad. El éxodo de alcaldes, funcionarios municipales y regidores se acentuó por la euforia electoral, la semana anterior. 
Un total de 12 munícipes y ocho regidores de Veracruz se separaron del cargo; la mayoría buscará una de las 30 diputaciones estatales. Cinco ediles de Sinaloa se sumaron a la desbandada; en Culiacán, 13 miembros de la comuna dejaron su puesto. 
El cabildo de Benito Juárez, con cabecera en Cancún, Quintana Roo, perdió más de la mitad de sus regidores originales, pues solicitarán licencia 11 de 15. En el municipio de Puebla, ocho integrantes de la comuna migraron. Además, al menos cuatro miembros del gabinete del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, renunciaron a sus cargos. 
Profesionalizar políticos 
El investigador del CIDE consideró que el fenómeno de los chapulines tiene un lado positivo, pues los legisladores que hacen carrera política generan “políticos profesionales”. 
“Es preferible tener políticos profesionales que aficionados que vayan cambiando cada tres años o cuatro”, sostuvo el especialista del CIDE. 
Lo malo, consideró, es que al no haber reelección tienen que cambiar de un cargo a otro sin terminar el cargo previo para el que fueron electos. 
“Y como los nuevos cargos no dependen del electorado sino básicamente de sus dirigencias partidistas, entonces tienen poco compromiso con el electorado porque para el siguiente cargo para el que van a saltar, el electorado es distinto, no es el mismo y entonces no rinden cuentas realmente de lo que hicieron”, subrayó. 
Un ejemplo es el caso del presidente municipal de Sinaloa de Leyva, Saúl Rubio, quien adquirió combustible para autos oficiales por más de un millón de pesos en negocios de su familia y gastó en alimentos y “música en vivo” 560 mil pesos a pesar del frágil estado financiero del ayuntamiento. 
“Es un político que salta de un cargo a otro independientemente de que lo haya hecho mal. Así se rompe el vínculo con la ciudadanía de rendir cuentas. Tenemos, entonces, políticos profesionales pero que no rinden cuentas. Con la reelección eso podría mejorar significativamente”, sostuvo José Antonio Crespo. (Con información de Xóchitl Rangel, Silvia Hernández, Adriana Varillas, Irma Mejía, Javier Cabrera, Édgar Ávila y Luigi Rivera)
Antonio Bautista y corresponsales, El universal, 8 de abril.

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