Maestros reviran con violencia

CHILPANCINGO. Como respuesta al dictamen que aprobaron los diputados locales, que anuló el decreto de reformas a la Ley Estatal de Educación (LEE) que envió el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, de común acuerdo con la Coordinadora Estatal de Educación (CETEG), los maestros disidentes rompieron a pedradas los 11 ventanales de la Biblioteca Sentimientos de la Nación del Congreso local, lanzaron huevos y jitomates a su fachada principal, con todo y la presencia de unos 150 policías antimotines estatales y detuvieron a un presunto agente de Gobernación federal que los filmaba.

Por estos hechos, el gobierno de Guerrero integrará nuevas averiguaciones previas contra los docentes, que se sumarán a las vigentes por el bloqueo del 22 de marzo pasado en la Autopista del Sol, y advirtió que el Ejecutivo estatal no negocia la ley. 

En conferencia, el secretario general de Gobierno,Humberto Salgado, aseguró que se van ejecutar las órdenes de aprehensión pendientes contra los maestros que han llevado a cabo movilizaciones en Chilpancingo y Acapulco, y se van a integrar también aquellas donde haya elementos suficientes. 

Salgado dijo que el gobierno estatal pretende que exista diálogo y las mejores condiciones de atención, pero a la sociedad no se le ofende con causar daños, “pues no se está en tierra de nadie, o que cada quien haga lo que quiere”. 

Los profesores inconformes por la conducta “en contra del pueblo”, que según asumieron las fracciones parlamentarias del PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, PMC y el Panal, también quemaron dos ataúdes negros con las leyendas “Legislativo, Judicial y Ejecutivo” y “Soberanía Estatal”, en cuyo interior había copias del dictamen que aprobaron este martes los legisladores. 

El Congreso presentó una denuncia penal en Chilpancingo, por los daños al Palacio Legislativo y a siete vehículos.

Por la mañana, los docentes tomaron media hora cuatro radiodifusoras para obligarlas a darles espacio y denunciar “la traición” de la que afirmaron fueron objeto.

Pasado el mediodía comenzaron las agresiones y en su retirada, a las 13:00 horas, los maestros rompieron los cristales a pedradas de siete vehículos y malla ciclónica que circunda el inmueble al grito de: “Este es un recuerdito” y “No se preocupen, les va a pagar Ángel Aguirre”. 

Minervino Morán, uno de los dirigentes de la CETEG, ante la acción violenta contra el Congreso y policías antimotines, calificó de “infiltrados y provocadores”, enviados por el gobierno, a los presuntos maestros que apedreaban los cristales de la biblioteca. “Esos que están tirando piedras —con las manos y con resorteras— no son de nuestro movimiento, son provocadores, de ellos nos deslindamos”. 

Morán informó la retención de un presunto agente federal de Gobernación, después que había terminado la marcha. Dijo que esta persona fue entregada a la Comisión Estatal de Derechos Humanos. 

El gobernador Ángel Aguirre llamó al líder de la CETEG, Gonzalo Juárez, a establecer “un compromiso para elevar el nivel educativo”. Ante los amagos de un bloqueo en la Autopista del Sol, precisó:

“Vamos a seguir privilegiando el diálogo pero también estamos preparados con el gobierno federal, de ser necesario y conforme a los protocolos, donde participarían antimotines y para dar fe de los hechos, se ha solicitado la presencia de un representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que en caso de ser necesario el desalojo se haga bajo los procedimientos establecidos”.

Alberto Morales, Adriana Covarrubias y Juan Cervantes, El Universal, 4 de marzo.