Urge limpiar INM, admite Gobernación

El abandono sistemático de los migrantes y la corrupción al interior del Instituto Nacional de Migración (INM) generaron que el fenómeno de la movilidad indocumentada rebasara a las instituciones del país y ocurrieran tragedias como la matanza de San Fernando, reconoció Omar de la Torre, jefe de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Ayer, al acudir a la presentación del informe de Sin Fronteras: "Ser migrante no me hace delincuente", el cual expone las carencias y abusos ocurridos dentro de estaciones migratorias, el funcionario reconoció el olvido en la materia y se comprometió a realizar cambios de fondo para solventar las anomalías.

"El fenómeno migratorio ya nos rebasó, o sea, esto no es algo nuevo, es un fenómeno enorme. Hay que trabajar ahorita en todo lo que sea evaluable, mecanismos de acción, reestructura, limpiar, limpiar, eso es fundamental, cambiar la cultura migratoria en todo sentido, desde el origen, desde el destino, desde el tránsito, en México ya es urgente que hagamos una transformación", destacó el funcionario.

"No podemos negar que hay un fenómeno de corrupción al interior del Instituto, que también hay una intromisión por parte de grupos por esa corrupción y, entonces, el fenómeno migratorio es demasiado atractivo para las organizaciones criminales, significa mucho dinero", acotó.

La Unidad de Política Migratoria fue creada apenas en este sexenio, su objetivo, explicó De la Torre, es servir como un espacio legal donde se hagan y discutan propuestas que mejoren el contexto de los indocumentados en nuestro país y nuestros connacionales en el extranjero.

El funcionario destacó que la transformación del tema migratorio requerirá de un enfoque basado en la seguridad y el desarrollo humano.

"Es importante que nos sentemos y hagamos una alianza gubernamental donde tengamos corresponsabilidad en todo, donde sepamos que los lugares de origen tienen responsabilidad, donde hay un tránsito que todo mundo cierra los ojos y que San Fernando nos enseña lo brutal que puede ser un fenómeno, reaccionamos muy tarde ", lamentó el funcionario.

Por lo pronto, dijo, deben eficientarse los servicios de alimentación, salud e higiene en las estaciones migratorias, profesionalizar y capacitar al personal que ahí labora, garantizar a los extranjeros el acceso a la defensa de sus derechos, incluido el de acceso consular, y adecuar la infraestructura.

En agosto de 2010, un total de 72 indocumentados fueron asesinados en un predio del municipio de San Fernando, Tamaulipas.

La mayoría de los migrantes eran centroamericanos, y fueron ultimados presuntamente por el grupo delictivo Los Zetas, por negarse a ingresar a su grupo delincuencial.

El hecho causó crisis política y diplomática que derivó en el cese de la entonces directora del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero.

Henia Prado, Reforma, 11 de enero.