En seguridad, renovado enfoque: Medina Mora


Los gobiernos de México y Estados Unidos ratificaron la continuidad de la Iniciativa Mérida —que no cambiará de nombre— pero con ajustes, con elementos nuevos que pondrán acento en la prevención y fortalecimiento de capacidades institucionales, como parte del “relanzamiento” de una relación con un énfasis económico, que tiene un objetivo claro: alcanzar la integración que convierta a ambos países en la región “más competitiva y dinámica del mundo”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Eduardo Medina Mora, embajador de México en Estados Unidos, habla de los acuerdos de alto nivel alcanzados, previos a la reunión de los presidentes; así como de la relevancia de las decisiones tomadas por Barack Obama y Enrique Peña Nieto en su encuentro del jueves pasado, de la claridad de objetivos y la ruta que se debe seguir para alcanzar las metas, y de su papel como diplomático en ese escenario.
¿Iniciativa Mérida tendrá ajustes, se quedará como está o se seguirá analizando?
Se ratifica la Iniciativa Mérida como acuerdo en sus cuatro pilares. Obviamente se ajusta la selección de los proyectos en función de una estrategia que se está adecuando a una nueva realidad (…) muchos elementos comunes con lo que existía, muchos elementos nuevos con un énfasis muy importante, desde luego, en los temas de prevención, en los temas de generación de capacidades institucionales duraderas en México y también en Estados Unidos para combatir este fenómeno criminal que es de responsabilidad compartida.
Destaca que se requiere un esfuerzo coordinado, “y la Iniciativa Mérida seguirá siendo un instrumento para este propósito, no se elimina en lo absoluto, simplemente se renueva con una nueva visión de estrategia compartida”. Este esquema de cooperación, a través del que EU ha destinado más de mil 400 millones de dólares —desde 2008— a México para el combate al crimen, mantendrá el nombre.
¿Cuáles serán los ajustes, la parte del equipamiento y capacitación sería menor?
Hay un énfasis ahora más importante en cohesión social y en prevención, pero la capacitación y el equipamiento son instrumentos para lograr objetivos, no son objetivos en sí mismos. La decisión se tomó durante la visita que realizó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a Washington, en abril pasado, por lo que el tema no formó parte de la mesa de trabajo que encabezaron los presidentes el 2 de mayo pasado en Palacio Nacional. Ya estaba eso acordado en las reuniones preparatorias, y por eso podemos concentrar la atención en los temas trascendentes, importantes, aquellos que generan bienestar, crecimiento, desarrollo económico, empleo y oportunidades para los mexicanos y también para los estadounidenses”.
Visión económica
El encuentro Obama-Peña Nieto permitió establecer el tono de la relación bilateral para los siguientes años, a partir de una visión compartida de futuro, “se asume a cabalidad la enorme complejidad de amplitud de nuestra relación y de nuestras oportunidades, y a partir de eso construir una visión estratégica respecto del espacio económico compartido”, dice Medina.
“Y esta visión es que nuestra región, México y Estados Unidos, se constituya como el área norteamericana más competitiva y dinámica del mundo”.
Después de la visita, de los acuerdos signados entre mandatarios, “la tarea que nos queda por delante es enorme, pero precisamente parte de una hoja de ruta y de objetivos claramente trazados, y sobre esta base podemos poner toda nuestra pasión y nuestra creatividad para darle contenido a esta nueva visión de Norteamérica”.
Medina destaca el acuerdo de Diálogo Económico de Alto Nivel anunciado por los presidentes permitirá que los titulares de las carteras del gabinete estadounidense y sus contrapartes mexicanas construyan acuerdos “que van a reducir los costos de transacción y aumentar la competitividad, lo que es inusitado y una gran oportunidad”; además, lo mismo ocurrirá en materia educativa.
¿Qué tan relevantes serán las reformas en México?
Fundamentales, mejorarán la posición relativa de México, porque abre oportunidades, reduce los costos de transacción y de acceso a los consumidores, de las pequeñas y medianas empresas, a todos los agentes económicos y a todos los ciudadanos (…) Es México frente al mundo, junto a Estados Unidos y Canadá, México en sí mismo, en función de tener un mejor marco regulatorio, de eliminar barreras y costes que tienen que enfrentar las empresas y que sean mucho más competitivos.
Sobre su papel en esta nueva etapa, reconoce: “Hay mucho trabajo por hacer, pero cuando hay claridad de objetivos y en la ruta, y éstos son compartidos, se requiere una aproximación sistemática, ordenada, que coordine muchos esfuerzos; pero es más fácil, porque hay claridad de dónde queremos llegar y cómo lo vamos a hacer. Hay (...) gran química entre los líderes, es muy estimulante poder partir de esta base”.
Silvia Otero, EL Universal, 4 de mayo.

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