Importan para frenar carestía


El gobierno federal eliminó temporalmente los aranceles del limón y el tomate verde y abrió un cupo por 300 mil toneladas para la compra de pollo, esto con el fin de estabilizar los precios de estos alimentos, informó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
En conferencia de prensa, y acompañado de los subsecretarios de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher y de Agricultura, Jesús Aguilar, el funcionario detalló que las medidas contemplan una baja en el arancel del limón de 20 a 0%, y en el tomate de 10% a 0%.
Mediante el Diario Oficial de la Federación, el gobierno explicó que derivado de las condiciones climáticas y sanitarias adversas que representan las heladas y la plaga HLB, los precios de algunos frutos han aumentado, por lo se hace necesario establecer medidas con el objeto de ampliar la oferta a la población mediante el acceso a productos de los mercados internacionales y por lo que se desgrava su importación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta abril de este año, el precio del limón presentó un incremento de 96.5% en relación con el cierre de 2012, mientras que el tomate verde registró un aumento de 187% en el mismo periodo. Por su parte, el pollo registra en algunos establecimientos un alza de 15% en su cotización.
“Estos mecanismos estarán actuando temporalmente hasta que los mercados se estabilicen. El gobierno está actuando y operando para responder a este tipo de esquemas transitorios de presión y para establecer la normalización en mercados que forman parte del consumo nacional de las familias”, dijo Guajardo.
El titular de Economía rechazó que estas medidas del gobierno sean similares a la de la administración pasada, que también aplicó la eliminación de aranceles de algunos alimentos que llegaron a encarecerse.
Por su parte, el subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher descartó que la baja de aranceles y la apertura del cupo para los pollos tendrán un efecto negativo sobre las finanzas públicas del país.
“Si bien se está dando una disminución en aranceles asociado a las medidas, no estamos anticipando que haya un efecto significativo desde el punto de vista de menores ingresos públicos”, detalló.
Enfatizó que el alza en los precios de esos alimentos serán temporales y no generan una contaminación para la inflación general, por lo que se mantiene la expectativa de una inflación de 3% con una variación de más menos 1% para el cierre de 2013.
“Estas medidas lo que hacen es reforzar la temporalidad en estos incrementos en precios, con esto estaríamos buscando que el ajuste de precio se dé de manera más fuerte y expedita. Sobre la evolución de precios no anticipamos que esto vaya tener un efecto permanente ni que llevase a una modificación de los pronósticos de inflación ni de crecimiento económico para 2013”, dijo Messmacher.
Hasta abril, la inflación anual llegó a 4.65% y si bien se espera que en mayo toque su punto más alto, Banxico espera que a partir de la segunda mitad de 2013 tienda a disminuir.
Alberto Verdusco, El Universal, 16 de mayo.

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