Protestas de maestros, por desinformación: INEE

La Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) alertó ayer sobre “la profunda desinformación” que existe en torno al contenido de la reforma educativa, que ha hecho salir a las calles a maestros para protestar en contra de una inexistente privatización de la educación y una irreal afectación a los derechos laborales del magisterio.

Sin embargo, en voz de uno de sus miembros, Gilberto Guevara Niebla, el INEE dijo que en la legislación secundaria debe quedar perfectamente claro que el sindicato “no proteja a maestros que borrachos impartan clases o que acosen sexualmente a las alumnas”.

Margarita Zorrilla, también integrante del INEE, reclamó por su parte que “cuando un médico mata a un paciente en el quirófano se va al bote (a la cárcel), pero cuando los maestros le matamos el alma de los alumnos no pasa absolutamente nada”.

Ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, en una reunión que se prolongó por casi 3 horas y media, la presidenta de esa Junta de Gobierno, Sylvia Irene Schmelkes, advirtió que el Instituto considera que “los maestros son personal de la Secretaría de Educación Pública, y es este organismo el que debe hacer la evaluación (a los maestros), y tomar las decisiones consecuentes”.

Esto, dijo, no está plasmado claramente en los proyectos que circulan en torno a la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Y es que justo en el proyecto que obra en poder de aquella Comisión legislativa, en su Artículo 3º, se señala que entre las atribuciones del INEE se encuentra “orientar la toma de decisiones hacia una evaluación integral y equitativa, adecuada a las necesidades y contextos regionales del país, que contribuya a fortalecer las acciones que garanticen prácticas de evaluación articuladas, transparentes y orientadas a la mejora de la calidad educativa”.

En cuanto a esa adecuación “a las necesidades y contextos regionales del país”, Schmelkes dijo que las evaluaciones “serán como un termómetro estandarizado”, pero deberán tomar en consideración las regiones y contextos que vive un país tan diverso como México.

Por otra parte, subrayó que “para que la educación pueda ser de calidad, las condiciones de docentes y directivos deben ser las adecuadas”. En el mismo sentido, la especialista sostuvo que la evaluación no sólo debe ser para los maestros, “sino también para el Estado a fin de que incluya el mejoramiento de las condiciones para el trabajo de los maestros”.

Gilberto Guevara Niebla reconoció en una de sus intervenciones que el gran problema es que “de tener un ordenamiento desregulado o sin reglas, arraigado a prácticas ilegales y no en pocos casos de corrupción, pasamos ahora a un sistema sobre regulado que enfrenta resistencias” por parte de algunos maestros en distintas regiones del país.

Empero, resaltó que “no es exacto lo que se dice contra la reforma educativa y en las calles se ha dado paso a una retórica sobre una supuesta e inexistente privatización de la educación”, puntualizó.

Y su colega Margarita Zorrilla, quien anunció que los integrantes del INEE verán “con lupa” los cambios que se proponen (en la ley secundaria a la reforma educativa), afirmó que “el tema de los derechos laborales de los maestros no está a discusión ni en entredicho”, es decir, es irreal el argumento de que esta nueva legislación perjudicará al magisterio en sus empleos.

Luciano Franco, La Crónica, 22 de mayo.